ESCUELA NORMAL SUPERIOR DE CALDAS
Vamos por el camino
que nos traza el Señor,
Sembrando un trigo nuevo
de bondad y de amor
I
La canción en el labio despierta
Al futuro confiadas marchamos
Y encendida la antorcha llevamos
Contra el viento que agosta la mies;
Y en el aula que signa escudo
De los brazos de Cristo yacente
Depuramos el alma y la mente
En el claro crisol de la fe.
II
El estudio nos da la alegría
De mirar sin temor el destino
Y encontrar en la sombra el camino
Floreciendo de rosas de luz;
El deber nuestros pasos orienta
Al país de la dulce esperanza,
Donde hallamos serena confianza
Al amparo de amor de la cruz.
A MANIZALES
Ayer, el bosque inmenso de huraños esplendores,
los cedros milenarios, la fronda desolada,
la hermosura inquietante de la selva inviolada
que dominó la audacia de los conquistadores.
Hoy, la ciudad alegre que en himnos triunfadores
glorifica el Progreso, tierra predestinada
que rinde culto al Arte, a la Cruz y a la Espada
y ha forjado en el yunque sus poemas mejores.
Mañana, la gran urbe tentacular, la hazaña
más grande que en su seno presencie la montaña,
la ciudad cuyo símbolo fue una antorcha encendida
y que tras la tortura esquiliana del fuego
asciende hacia la gloria como el mito griego
en la clámide roja del incendio ceñida
VIENTO DE OTOÑO
Y he pasado la vida humilde como aquellas
fuentes que en la montaña
su frágil copa líquida modelan
o entretienen las horas
tejiendo manteletas
de algodón y azúcar de vidrio para los hombros
de la piedra.
He tenido ese culto apasionado
de las cosas pequeñas...
he sido ingenua como el chal de encaje
de la nube viajera...
y más bien que ser águila he querido
ser rosada falena...
Esta autobiografía
fue bien fácil hacerla
si es tan trivial la historia de una vida discreta.