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Repasando los vagabundos rumbos del mar, toda pasión náutica acaba por naufragar entre los segundos desahuciados por el rumor lejano de las olas. Todo ese amor se hace silencio tras arrodillarse y… desaparecer… sobre las playas de arena.
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Poeta
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Búscame entre todo lo que jamás te dije: Allí, donde doy refugio a mi más íntima y mayor verdad. Donde, si miento, no es más que a mí mismo. Y verás cuál es mi juego que, por no querer dañar a nadie, juego a solas todos los días de mi vida.
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Poeta
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Fue en el panorama final de la aurora donde, buscando el amor, y jugando bajo una luna morbosa de canto triste y una lluvia de olvidos, solo entre mis suspiros, disfruté al sentir cómo jugaban los latidos de tu corazón. Sístole y diástole divirtiéndose como los dos enamorados que eran, mientras no me dejaban un hueco en el cielo para estar junto a ti. Apenas nada fluía, apenas unos susurros fantasmales justificaban tu ausencia… …sentí el mordisco,-una vez más-, del amor de mi vida y pensé: … Si te vas… mientras sentía la miseria de mi corazón, durante todo ese otoño enamorado. La sorpresa me llegó desde el paseo extraviado de tu mirada que se fijó, por última vez, en ese momento concreto de la historia: el día de ésta, mi absoluta soledad… …y sonreí sorprendido al verme protegido de los imposibles, desde las cuatro esquinas de mi esfera.
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Poeta
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Depositadas a tus pies quedarán las primeras caricias que las constelaciones ofrecieron a los mares, a toda vida y a la más inocente de las sonrisas
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Poeta
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Cada atardecer, el Sol gusta de acompañar, cubierto con su brillante armadura, a la indiferente lejanía. Es allí, donde se dibujan las razas de los vientos y tejen las olas sus rotos lamentos, siempre acorralados por la soledad de las distancias.
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Poeta
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Dicen los duendes de las auroras que arrastran suspiros de tiempos mordidos y heridas de algunos insomnios de oscuros matices. Que son de la eternidad, cicatrices. ¡Cuánta razón tienen!
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Poeta
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Aún olvidado, mis besos te lloverá a diario haciéndome, incluso cuando no quieras, ser recordado. Y volverán a ti los angustiosos recuerdos. Asfisiándote si aparecen y, si te faltan, reconociéndote vivir en melancolía.
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Poeta
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Hipnotiza el escote de tus labios. Si murmuran… …procuro desnudar su aliento enamorado
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Poeta
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Quiso jugar y gozar con los mares, y con las olas que inundaban la distancias. Sin arrugar los espacios ni ofender a los cielos. Quiso bailar con los sueños, todos peregrinos, y perderse entre las miradas aún libres de tentaciones. También quiso saludar sonrisas incomprendidas y eliminar todo el dolor que en la realidad se derrama. Todo, con la mirada transparente y algo apocalíptica ya para el caso del todo inapropiada. Entonces, cubierta por la decepción, se arropó con la rendición de los bostezos y con dulzura, se dejó caer en el desprecio común que a todos gobernaba. La recuerdo como símbolo último de todo lo que, desde siempre, nos habría merecido la pena… pero no llegó a servir de nada.
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Poeta
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