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No hay distancia alguna entre su cuerpo y el mío, la respiración agitada nos acerca aún más.
Guardando los nervios y soltando los latidos de mi desbocado corazón, cierro los ojos, soñadora, en espera del beso inminente.
Anna Gutiérrez.
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Poeta
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Una ocasión despertó en la madrugada con el intenso brillo de su fiel amiga. Estaba tan cerca y tan iluminada que no pudo evitar el impulso de ir a ella.
Una fuerza extraña lo llenaba de vitalidad para remar sin sentir cansancio alguno; Se sentía poderosamente atraído, como si un imán invisible lo dominara.
Atravesó un mar lleno de optimismo y una vez ante ella, bajo su resplandor, le confesó el sufrimiento en el que vivía, platicándole sobre sus penas de amor.
Deseaba y necesitaba desahogarse; decirle de la tremenda desesperación que lo invadía por no lograr encontrar a su amor de vidas anteriores.
Entonces se enteró de que aquélla, con quien se estaba desahogando, su confidente de todas las noches, era el amor de todas sus vidas.
Anna Gutiérrez.
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Poeta
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En blanco y sin vida alguna, yacían las hojas abandonadas sobre el viejo escritorio que lucía una gruesa capa de polvo.
Tristes y resignadas aguardaban el olvido cruel y definitivo, tiñendo sus almas de amarillento dolor; entregándose a una que otra telaraña.
Una noche la inspirada pluma llegó, rescatándolas con bellas y sentidas letras, borrando así todas sus arrugas y penurias; dándoles sentido a su existencia.
Anna Gutiérrez.
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Poeta
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Entre las cuatro paredes de la soledad me encuentro atrapada, pensando en ti. Evoco los momentos entre tus brazos y mi cuerpo reacciona ante tales recuerdos.
La temperatura empieza a subir y los latidos de mi corazón se aceleran. ¡Cuánto daría por repetir nuestros encuentros!... ¡Cómo quisiera que aquí estuvieras!
Mi mente se aprovecha de mí, juega conmigo y con mis ansias... Te imagino conmigo, a mi lado, hasta llegar a percibir tu olor.
De pronto te vuelves mis manos; me acaricias suavemente, terminas de encenderme, me vuelves loca en un instante.
Me posees con fuerza, sin miramientos, me estremezco hasta el delirio; me envuelve una vorágine electrificante, de mi garganta escapa un grito ahogado.
Mis ansias se han calmado, por fin han llegado las ganas de dormir. Te has ido ya, vuelvo a estar sola... Mis manos, húmedas, reposan.
Anna Gutiérrez
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Poeta
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Recuerdo el aire fresco acariciando mi cuerpo, cuando siendo una jovencita imaginaba que fácilmente podía comerme el mundo.
Muchas veces fui libre soñando en aquel columpio, cuando mi mente volaba entre las ansias y anhelos que devoraban mis entrañas.
Los latidos de mi corazón habían inventado un nuevo ritmo; uno alegre e inquietante cuando me mecía en el viento convencida de mi libertad.
Creía firmemente que, con solo desear algo, lo obtendría sin problema y mi alma se elevaba feliz.... ¡Fui muy ilusa, pero libre!
Anna Gutiérrez.
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Poeta
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Tus manos me acarician despertando mis ansias; tus besos devoran con calma mis labios húmedos.
Mis manos acarician tu cabello negro mientras tu lengua decide jugar en mi ombligo.
Recorres el camino hacia el sur y mi espalda se tensa adivinando la tempestad que se avecina.
Olas de pasión arremeten contra mi playa que en calma estaba, provocando infinita locura.
Se desata fuerte tormenta cuando con fuerza me amas y un concierto de gemidos te dedico al oído.
Mi cuerpo se estremece, mi boca enmudece, mis labios lloran, mi alma vuela.
Anna Gutiérrez.
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Poeta
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Tus manos cantan rasgando las cuerdas, acarician mi alma con cada acorde que das, agitan mi interior trayendo recuerdos.
A mi corazón aceleran las notas que interpretas provocando un estallido que da vida a una intensa cadena de suspiros atada a lindas memorias.
Y una lágrima brota con sabor a nostalgia, por aquello que no pudo ser.
Anna Gutiérrez.
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Poeta
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EL SECRETO
Me roba el aire, me asfixia lentamente, acaba con toda mi tranquilidad, me lleva al terreno de la adversidad, a mi alma atormenta despiadadamente.
Esto que he llevado guardado por años rasga mis entrañas sin piedad alguna, busca salir a la luz inoportuna olvidando que causaría mil daños.
A veces creo no poder seguir más mas sin saber cómo me armo de valor y dejo las dudas y miedos atrás...
Lo amarro con fuerza ignorando el ardor que calcina a mi silencio por detrás, ocultando mi secreto por amor.
Anna Gutiérrez.
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Poeta
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BELLA DAMA
Es en las noches tranquilas que me siento en la terraza a deleitar mis pupilas con el cielo que me abraza.
Entre nubes grises busco lo más hermoso del cielo; con afán es que rebusco la luna de mi desvelo.
Me gusta mucho mirar esos pedazos de esponja que se mueven sin buscar ser una triste lisonja.
Poco a poco dejan ver una luz blanca que emite el encanto que ha de hacer que entre sueños yo dormite.
Cuando el viento al fin se lleva las entrometidas nubes aparece la longeva, la dama de los querubes.
Esa belleza que alumbra a la Tierra con su luz, y que a cualquiera deslumbra acabando con su cruz.
Viaja regalando paz a todo aquél que la admira, y poesía vivaz a quien en ella se inspira.
Es la luna esplendorosa un retrato fascinante, convertida en una diosa poética y muy amante.
¡No existe visión más grata en medio del negro manto adornado con el llanto de los pendientes de plata!
Anna Gutiérrez.
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Poeta
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MARAVILLOSO RECUERDO
Caminaba por el campo sin ir hacia ningún lado, disfrutando del encanto del manto verde mojado.
Me caló la hierba fría y al instante mi memoria regresó al tiempo de gloria que olvidado yo creía.
Bello y hermoso recuerdo, envuelto de gran nostalgia me trasladó hasta la magia de aquel momento enterrado.
Sí... Enterrado allá lejos en un rincón de la mente, que en lo oscuro y paciente, tapó con recuerdos viejos.
Y así, de pronto volvió al contacto de la hierba que mojada me recuerda el beso que me obsequió.
Fue bajo las frías gotas de aquella tarde lluviosa, regalándome una rosa, que se unieron nuestras bocas.
Maravilloso recuerdo que tenía en el olvido, un suspiro me ha sacado y mi boca ha sonreído.
Anna Gutiérrez.
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Poeta
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