Poemas :  Reafirmándose

REAFIRMÁNDOSE

Si
noche
vibrante
cobija abrasante
festín estrellado
hoy
campo o alfombra
eres parpadeante
oscuridad que ondula
en la concavidad
del sueño.

Tal vez
mañana
dirás, tarde, ésto
qué ahora callas
apresurándolo
por el relámpago
camino espumoso
mojadas sandalias
espinas, sangrantes
alfileres doblados
con manantiales
pendulares
por el eco
junto a la puerta
luz y sombra
en la memoria
aguda y plena
sin planes de olvido.

Si
Noche
se trata
de
contar estrellas
contar cabellos
como
cuentos de caballos
en el pecho
en los muslos
en la cintura
como dulces
abejas naciendo
tibias mieles
en el idioma
del sentimiento
cultivando
las justas
razones.
¡Sí, noche, sí noche!.

Se trata de
despertar
temprano
mientras
transcurre
el alba
y el corazón reposa
madurando
el color
del viento
en la carne
día a día
¡Humanizándose!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  Brebaje Calcinado
BREBAJE CALCINADO

En el silencio vieron las manos rectas.
Un blanco muy liso.
En su habitación pequeña.
Un amarillo fresco.
¡Adaptado al problema!.
Un verde más rugoso.
En la ropa diferente.
Del primero.
Donde.
Enrojecen al horizonte los sueños.
atardecidos vibrantes campos.
desmoronados apasionadamente.
en la devoradora sangre.
del granizo consagrado.
del espacio incinerado.
del irremediable tiempo.

¡Brebaje del brebaje, calcinado!


Cediendo los colores auditivos,
con el despertar embriagador,

de joyas retenidas en un fanal,
con el silencio enmohecido,

de los hurones del puño puro,
por la mirada del nunca fue,

por los muros del porvenir.

¡Calcinado por el brebaje!.

Las cadenas libres flotan entre balas
Al viento encarcelado del barbecho

Está el hortelano esbelta hoguera
¡Qué las flamas reclama caído!.


Brebaje.
Calcinado.
Donde las manos curvaron.
Las esquinas esenciales.
Los altares hechizados.
Los callados manifiestos.
Por no querer ser.
El ayer adormecido.
Por no querer.
El mañana.
Turbio.
Brío.


Al clamor de los tinteros derramados
El silencio vestido de suelos

En la tierra blanca del techo
Al firmamento estremeciendo

La embestida mineral cueva
La hermosura vistiendo luto

En el nido del cristal
¡De la bellotas!.
Con
El

Pincel que desendulza.
¡Tanto al durazno como al manzano!.
Con
El
Papel qué se huracana...


¡Entre las manos rectas que vieron el silencio!. Calcinado brebaje calcinado.
Calcinado
Brebaje
Calcinado.


Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
Poeta

Poemas :  Piadoso torbellino
PIADOSO TORBELLINO...

Di
Vi
No...¡Aire libre!.

-Unter freiem Himmel, open air, en plein air-
Con
To
Da
Piedad... Mitleid, pitié, piedade, pity, pietá.

¿Es acaso el corazón de Eolo, nuevo Bóreas?.
¡Vida, aire, viento, aliento!.
Caracol cortado.
Ehécatl, ik, uni.

De
¡Lo inmutable transformado!.
Lo
Qué...
Ya no fue más
lo que sería
del retorcido noble aliento una quimera.[/center]
¡Oh!.
El mismo aliento que nunca tuvo el viento.
¡Oh!.
En el vientre de la tierra.
En el humo del fuego.
En el mar del agua.

¡Piadoso torbellino!.

¡Encima y desde la profundidad altísima!.
En la humanidad.
La fe perdió.
La convicción.

Aunque el viento fue demasiado tarde al anochecer de la mañana,
en los ángulos oscuros,
brota la luz más profunda bajo tierra,
de lo demasiado eterno,
la torre silbará un poco más,
transitoria por el coro,
donde renacen las balanzas,
y los acuarios ahogados,
entre las voces gemelas, que percibían,
el tercer antes, primero laureado,
con la tremebunda falsía,
y la voz vibrante y clara contrariando.

En las noches,
fascinantes,
demagógicas y francas,
imprescindibles,
del invierno pedagógico,
reminiscencia,
hay un medroso pluvioso,
efervescente,
por la desierta plaza,
inquisitiva,
que se atreve a cruzar,
invertebrada,
al divisar dadivoso,
al fango peñascoso,
al ambicioso obtuso,
el paso incómodo,
aceleraba.

¡Con cráteres exóticos de lástima!.

Y no faltó nada antes de iluminarse,
toda la superficie de la noche,
una quebrada varilla,
de conjunción simple nadería,
que en el torno retrógrado sepulta,
solo sombras de los escombros.

Ya dijese luego, desde la profundidad,
altísima, por ésta humanidad la fe,
divina ha perdido prestigio,
con legendarias indulgencias, tardías,
en la incorporación de lodo,
lengüeta halagüeña, coagulado fosfórico,
en la mañana excesiva, de la poca tarde,
el que poco existe polvoriento.

¡Remolino clemente!.
¡Fervorosa lástima volátil!.

Del pasado hacia el pasado,
en el pasado ver...
La punta del fondo.
La nada de los nuncas.
Recibiendo al jamás siempre.
¡Cómo todo piadoso torbellino!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta