Poemas :  En la calamidad convexa


EN LA CALAMIDAD CONVEXA

Hace un poco de tiempo, en las cuerdas del aire,
al volcán escucha, fragancias el recuerdo,
donde el bosque desacorde, busca un sueño.

Así que compré un reloj, confiando en su arena,
no cualquiera, solo el que susurró suave,
adaptado a las necesidades rugosas.

Escondido en un simulacro convulso,
confesor de langostas egoístas,
de suma importancia para el viento.

En las estrellas del patio,
se ha perdido un centímetro inquieto,
por los redondos brazos del buque.

Desnudando al triángulo espeso,
del drama las primeras cataratas,
del olvido del agua en la cocina.

Por lo menos, el ímpetu aborígen lo sabría.
práctico, pero muy simple, en la ostentación,
del venado tocando la flauta en fábulas.

Con las orejas tapadas, taimadas, tardías,
con lágrimas de dulce eco, seco,
con cangrejos arrugados y escopetas extintas.

Ya decoran salones de miel en cristales.
al pobre reloj, esclavo del tiempo,
esclavo de la eternidad, esclava de sí.

La cadena herida del agua.
Espera espuelas, espadas y espumas,
y panes con muslos y mandarinas.

Con la miseria y mentiras de fusiles,
aunque giman y lloren los escritorios perdidos,
agitan las setas las sombras del humo.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Doblez indómita
DOBLEZ INDÓMITA
DOBLEZ INDÓMITA
DOBLEZ INDÓMITA


¡Ay, ay, dolor duéleme!

Si el dolor mismo soy
en cualquier parte completo
y en el mar caballero
y en el desierto cierto.

¡Más que arena en lluvia!.

Sólo si las armas desarmadas vistes
en la desnudez ciego
al sol asola solo.

Porqué
¡No, quiero hablar, no!.

Siendo mudo lo que no puedo mudar.
¡Pues dicen lo que no digo!
¡Y nada dicen de lo que cayó!.

Ni es nacido ni será cera la flama
en el cirio con vela o sin ella, en todo tiempo.

Pues, tengo sabido que nada sé.
De lo que dicen
que digo
y nada sé
tampoco
de lo poco que apoca
al que se opacó sin mí
¡Y nada hace al remediarlo!.

Nunca poco ha sido mucho
si estando inmóvil crees moverte.

¿Puede alguien vencer
al que a sí mismo
se ha vencido antes​?.

Antes no es después.
¿Y en el ahora quién está?.

Sueña el sueño que no sabe
que es soñado al dormirse
y la noche que noche es.

Entre vidrios el cristal enturbia
el alma invisible del fantasma
de la piedra que esponja pura.
¡Y a las nubes anubla nublado!.

Los zapatos
no hacen
al camino.
Ni la mano ni la pluma ni la cabeza.
El hueco entero,
al aire seco escribe sin eco.
¡Dónde el látigo es algodón
y fértil estéril deja!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta