Cuentos :  J.I.M.A.
"LA DESGRACIA DE LA HORMIGUITA "

Autor: Juan Ignacio Macoñó Alba
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Hubo una vez, en un lejano bosquecillo una laboriosa hormiguita, que todas las mañanas salía de los agujeros de un viejo tronco de un árbol en busca del sustento diario.
Todo el día se afanaba en amontonar todo lo que encontraba en el bosquecillo: hojas, palitos, arenilla y semillitas de los árboles y lo transportaba hasta su escondite.
La pobre hormiguita tan afanada estaba en su labor cotidiana, que no tenía tiempo para divertirse, como lo hacían habitualmente las otras hormiguitas del bosque.

Así pasaron los años, y la hormiguita se fue agotando y empezaron a faltarle las fuerzas, poco a poco, ya no pudo más realizar su acostumbrado trabajo. Entonces su preocupación se centró en sí misma. Durante largas horas del día, se lamentaba y se preguntaba diciéndose: “¿Para qué he trabajado y he amontonado demasiado, sino tengo familia y vivo sola? ¡Tengo miedo morir! y dejar mis graneros para que otros insectos del bosque vengan y consuman gratis, sin costarles nada, todo lo que he guardado con tanto esfuerzo y sacrificio”.

La enfermedad le llegó a causa de la terrible preocupación que día a día le acechaba. Hasta que un tormentoso día, entre relámpagos, truenos y granizos sintió agonizar.

La fuerte tormenta logró arrastrar el viejo tronco del árbol hasta la corriente de un río, donde se echó a perder todo el sustento que había almacenado; y los peces de las aguas aprovecharon de él.

La hormiguita acurrucada en su escondite, logró sobrevivir, pero cuando pasó la tormenta se dio cuenta que todo lo que había amontonado se había caído al agua. Intentó suicidarse de tanta pena, por haber sufrido aquella terrible desgracia; sin embargo, se detuvo y reflexionó, diciéndose a sí misma: "me doy cuenta que estoy con vida todavía, además he recobrado mis fuerzas, así que empezaré de nuevo, pero ahora ya no me preocuparé por amontonar para el futuro, sino, trabajaré cada día y me esforzaré, por conseguir el sustento diario y todo lo necesario para vivir sin preocupaciones”.

Y así fue, nuevamente la hormiguita empezó su nueva vida, después de una gran derrota, y los resultados le fueron muy gratos, a medida que iba pasando el tiempo, logró su ansiado éxito. Y lo más importante fue que se sintió feliz y realizada.




Poeta