Poemas de amor :  Un pescador de Janitzio
Tempranito en la mañana
con el alma por campana
se levanta el pescador
motivado por su amor.

Ya está lista la canoa,
pega el viento rumbo a proa,
la saluda, sube a élla
la respeta cual doncella.

Escenario de montañas
al frente tiernas cabañas,
chimeneas, humos al aire,
que nunca tenga desaire.

Andan inquietas las olas,
las aves hacen cabriolas,
penumbra rumbo al oriente
oscuridad al poniente.

Rema, rema, el pescador
janiscience con candor,
se habla de tú con la niebla,
no a las penas, no hay tiniebla.

Él sí sabe que es el frío
de su experiencia me fío,
piensa en la Virgen Bendita
de la Salud que lo invita.

A escudriñar el interior
del lago sin ningún temor,
respetando ley de veda
su conciencia limpia seda.

Ama la naturaleza,
a San Jerónimo reza
la “Oración del Pescador”
pidiendo le haga el favor.

Con la fauna que él atrapa
entre el tul y la chuspata,
pesca el achoque, charal,
trucha, acúmara ancestral.

Va buscando el pescador
un pez blanco soñador,
Urápiti medicinal
que le cure todo mal.

Kurucha del Redentor
tira su anzuelo el señor,
¿picará, no picará?,
¡claro!, no se vencerá.

¡Viva su presa cautiva!
que por ella sobreviva;
el paisaje es celestial
en Michoacán . . . sin igual.

Barca que tierna se mece,
un p’urhépecha que crece
siente vida al cien por ciento
nubes, sol, renacimiento.

Chinchorro tejido a mano,
blanca espuma, fiel hermano,
mariposa malla al viento,
Pátzcuaro en el firmamento.

Lirio verde, azul remanso,
Dios le prepara un descanso,
vuelve presto con su amada
Refugio . . . mujer sagrada.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Isla de Janitzio, Pátzcuaro, Michoacán, México, marzo del 2012
Para mi compadre grande, José Rosendo López Guzmán
Reg. SEP. Indautor 03-2012-083012362100-14
Poeta

Poemas de religíon :  San Jerónimo
San Jerónimo bendito
vengo a ti, te necesito,
mi existencia se desarma
quiero encomendarte el alma.

Santo Patrón de Janitzio
ando al pie del precipicio
no he comprendido la vida,
¿cuál es su justa medida?

Docto Señor de la Biblia
¿tal desgracia quién concilia?
¿sin fe, con desesperanza,
la paz interna se alcanza?

Soy fiel siervo, el más pequeño,
anhelo cumplir mi sueño
busco amor desesperado,
dime, ¿cuento con tu amparo?

Miro la naturaleza
tú cuidas esta grandeza,
cuando navego en el lago
pienso . . . ¿cuál será mi pago.

Para encontrarme contigo
merezco duro castigo?,
lacerado sangro inerte
llego hincado a conocerte.

En tu templo fortaleza
mi ser entero te reza,
ojalá que me escucharas
y a mi corazón le hablaras.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Isla de Janitzio, Pátzcuaro, Michoacán, México, a 05 de agosto del 2012
Dedicado al Señor Leonel Calderón López
Reg. SEP Indautor No. 03-2013-051712171201-14
Poeta