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“Bajezas . . . su mero “mole”.
López, nunca va a cambiar, deja mucho que desear utilizando el lenguaje, es prosaico su bagaje.
Tiene léxico muy bajo, lo explota con desparpajo, hace uso de palabrejas, “presidente” con pobrezas.
En el empleo del idioma, su ignorancia vuelve axioma, ¡qué indigno vocabulario para un universitario!
Al español de Cervantes desde hace tiempo, desde antes, lo hace trizas sin decoro, pues, dice mal, con desdoro.
“Ya chole”, “me canso ganso”, vulgaridad sin descanso, “fuchi caca” y sus “fifis”, el ridículo en un tris.
“Machuchones”, sus discursos con tristes verbales furcios, “zafo”, ¡qué expresión tan naca!: “ya cállate chachalaca”.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 18 de febrero del 2021 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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“Del cambio de nombre a Bill, que aconteció en forma vil . . .”
Ni como ayudar a López de sus deslices, tan torpes, ayer, en la mañanera cayó en pifia lastimera.
Al leer una pantalla incurrió en terrible falla que fue grotesca, indecente, a Clinton, expresidente.
De los Estados Unidos, al que, hoy, zumban los oídos, le dijo “George”, ¡qué regada!, a William, que tarugada.
Le cambió el nombre de pila, Andrés, dislates destila, su ignorancia, su incultura, lo hacen actuar sin mesura.
Le ha cambiado el nombre a Bill de la manera más vil, esto habla de descuido o quizás de grave olvido.
Cualquier “chairo” defensor dirá que fue un simple error, no, la cuestión no es así, debo precisarlo aquí.
El programa fue planeado, todo estaba preparado, no fue un espontáneo error de Amlo como lector.
Y, nadie en su gabinete lo ayuda a salir del brete, va regada tras regada sin que nadie diga nada.
Lo peor es que mal se exhibe, todo el mundo lo percibe, más y más se hunde el peje, sería mejor que despeje.
Ya no está para el trabajo, por senil cae más bajo, el citado “presidente” falla y engaña a la gente.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 22 de enero del 2021 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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“La educación más se arruina . . .”
Nuevamente nos empina López, elige a Delfina para encabezar el puesto relevante, por supuesto.
Del más cultural sector de aprendizaje rector, en el área relativa a materia educativa.
Tal decisión de incongruencia, de ocurrencia, de demencia, simplemente una maestra de primaria, nada diestra.
Tan solo una educadora, política operadora de Andrés, la de sus confianzas en dineros, en “finanzas”.
Será, de nuestra nación, Secretaría de Educación Pública, que desatino, la patria y su cruel destino.
Torres Bodet, Vasconcelos, desde arriba, allá en los cielos, hoy, se desgarran el alma por oscurantismo, alarma.
Aprendamos la lección, puesto que la corrupción se da cuando un ser humano deshonesto, nada sano.
Acepta ocupar un cargo, un trabajo, un encargo, para el cual no es preparado y no está capacitado.
Es deshonroso, indecente que una sencilla docente acepte tal encomienda, su ineptitud no se enmienda.
Por haber dado sus clases en la escuela, que desfaces, López, deja su fragancia en México, de ignorancia.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 21 de diciembre del 2020 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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“De su trauma, al “estudiar” . . .”
López, necesita, urgente, un asesor que lo oriente, pa’ que evite la ignorancia y su incultura, tan rancia.
Seis de octubre, en la mañana, platicó, en tono de hazaña, de su época de estudiante, se le vio no tan radiante.
De aquellos tiempos, secuela, dijo que acabó la escuela de puritito milagro, recordando trago amargo.
Por apoyos que se daban, por becas que se otorgaban a ciertos, pocos, alumnos que, amolados, daban tumbos.
Dio a entender que fue becado por pobre, no por aplicado, expresando, así, a la gente que, por eso, es presidente.
Después de tal perorata, tristísima, lenta, ingrata, entiendo, ya, desazones, complejos y sinrazones.
Que siempre ha cargado López, sus irracionales brotes de ira contra la ciencia, contra el saber, sin consciencia.
Acción de causa y efecto, su carencia de intelecto, falta de conocimiento tecnológico, sin tiento.
Él, no ha superado daños de aquellos catorce años de febril actividad porril, en la facultad.
No se ha quitado de en medio el siete, punto seis, promedio, con que acabó su carrera de manera lastimera.
Comprendo, el grisáceo rol del que solo habla de béisbol, su tirria hacia intelectuales, entre muchos otros males.
Sí, bien ya me lo decía de su falta de empatía con la educación privada, reticencia descocada.
La crítica que, incesante, lanza contra el estudiante que al extranjero a viajado, que, por allá, se ha educado.
Ahora, caigo en la cuenta de su trauma y forma cruenta de extinguir fideicomisos culturales, enfermizo.
Entiendo, al fin, por supuesto, recortes al presupuesto sobre educación, cultura, los porqués de su incultura.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 07 de octubre del 2020 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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