Me quedé sin inspiración
con el pensamiento vacío,
mirando sin respiración
sin el recuerdo que ansío.

Perplejo y como un niño llorando
en el mar bravío de la duda,
el incendio que me va quemando
por fiero y voraz mi piel desnuda.

Y mi cabeza confusa y loca
es el vestigio del cruel pesar,
el fuego que brota de la boca
es puro veneno al besar.

Y sin alma voy rodando
sin pensamiento perdido,
no sangra el hombre herido
no muere de amor llorando.

Julio Medina
26 de julio del 2010

El amor muchas veces he descrito
con pasiones de cuando se está enamorado,
rencores y agravios he encontrado
en ilusiones que se pierden con un grito.
Enamorarme de ti fue el peor poema escrito
por la falsedad que tu querer ha plasmado,
sin piedad a mi alma has trastornado,
engañado todo el tiempo, así me quieres tener
con mentiras que más allá no me dejan ver
la realidad que siempre has ocultado.

Julio Medina
18 de septiembre del 2010

Devuélveme el amor que te llevaste
como una semilla germinó dentro de tu ser,
devuélveme ese loco delirio para tener
la pasión y los besos que una vez inspiraste.

Hay un hueco muy hondo en el alma adolorida
te reclamo con gritos y lágrimas que se deshacen,
este sufrimiento los frágiles sentidos esparcen,
devuélveme el amor para sanar esta herida.

Llena la ausencia de afecto para aliviar el dolor,
libera las penas que matan y me destrozan sin razón
consumiendo los frutos del maltrecho corazón,
devuelve la ternura que te llevaste, devuélveme el amor.

Julio Medina

Traigo una canción de amor
tiene dulces melodías,
llena de colores y alegrías
refrescante, desaparece el dolor.

Antídoto contra la amargura
desalienta el aburrimiento,
si me permites decir lo que siento
la indiferencia se cura.

Combate cualquier veneno
traiciones, ausencia, hasta la soledad,
tiene el don de colmarte de felicidad
y mantiene el ánimo sereno.

Decir:¡Cuánto te amo es el secreto!
Se lo dices suavecito en el oído,
y saldrá de tu corazón escondido
el amor que allí estaba quieto.

Julio Medina
4 de septiembre del 2010

Se escucha el crujir de la madera
en una noche con neblina densa.
El aullido de perros te mantiene tensa.
Pasos siniestros suben la escalera.

Arropada en la cama te quieres ocultar
al ver sombras que se mueven en la pared,
del miedo y el terror estás a merced,
los nervios quieren estallar.

Funestas ideas invaden tu pensar
sientes que alguien contigo quiere estar.
En la explosión de pavor comienzas a gritar,
gritos que de tu pecho no han podido escapar.

Sigues pendiente del extraño invasor
el sueño no puedes conciliar.
La terrible pesadilla está por terminar,
la mañana fresca trae el resplandor.

En la tarde mientras te ajustas el broche
la preocupación comienza a desesperarte,
no quieres estar a solas ni un instante,
no quieres dormir al llegar la noche.

Julio Medina