Poemas de sombríos :  Lástimas que lastiman.
Qué lástima esta lástima que lastima,
y la ausencia de un dios en mi pascua.
Huérfana de fe y llena de pesadas cruces,
que duelen cada vez que quiero creer.

Qué pena que mi dios no suba a los cielos,
sino a los techos a mirar el hogar perdido,
un manto azul oscuro cubierto de estrellas,
que nunca lo pudo salvar de tantas almas.

Qué dolor que mi dios no sea omnipotente,
que él tema más de mi forzado ateísmo,
que yo de su total y condenador castigo
que hace arder mi alma entre llamas eternas.

Pero tengo un Jesús pequeño, de bolsillo,
que a veces le rozan las pelusas y estornuda.
Que me mira como pidiéndome una ayuda,
que me habla para romper el hastío del otoño.

Mi Jesús cree en mí más de lo que yo creo,
pone el rostro cuando otros muestran sus garras.
Paga mis deudas y nunca me pasa la cuenta,
saldamos diferencias en el fondo de un vaso.

Sufrimos cada cena como en la última cena,
cuando ya no quedan panes que multiplicar.
Los peces ya no abundan en los mares-cielo,
y su precio en el mercado es más que elevado.

Qué pena que la fe sea un negocio para pocos,
esos que levantan templos a su dios verdadero,
que si es verde, de papel y de cien, perfecto,
y si viaja escondido en doble fondos, mejor aún.

Qué suerte que mi Jesús pequeño se contenta
con mis palabras de tanto en tanto y mis lágrimas,
que brotan cuando duermo angustiado y le pido
que haga de mis sueños un refugio a tanto daño.

Poeta

Poemas de introspectíon :  ¿Por qué reímos?
Hay que reírse por reír,
reírse de las sombras en el espejo,
reírse de las verdades que nos escupe,
reírse de tantas lágrimas de cocodrilo.

Hay que reírse de tanta cara seria,
reírse por liberar la carcajada,
reírse por detener las lágrimas,
reírse de la suerte mal parida.

Hay que reírse hasta que duela,
hasta que se despierte el alma.
Reírse de lo que está prohibido,
reírse de poder jugar con fuego.

Reírse de los que rezan y escupen al cielo,
reírse con el diablo en la mesa de algún bar.
Reírse de los que venden Cristos de mala reputación,
reírse la muerte certera y darle la espalda.

Hay que reírse de las mentiras
que hacen tanto mal, que hacen tanto bien.
Reírse de los abrazos fraternos
que clavan espinas en la espalda.

Hay que reírse por no llorar,
reírse porque tal vez,
ya no quede nada más que hacer.
Poeta

Poemas de esperanza :  Que no te falte...
Que no te falte un motivo para brindar,
ni una tristeza al filo de la madrugada.
Que no te duermas sin miedo a mañana,
sin añorar un hueco ajeno en tu cama.

Que no camines sin rumbo ni estrella,
que beses hasta que duelan los labios.
Que el alma te pida a gritos clemencia,
y que la muerte, por hoy, te ceda el paso.

Que los lunes sean siempre feriados,
que los viernes te duren toda la vida.
Que un cuerpo desnudo sea tu herejía,
y tristeza por tristeza, sea yo al cuadrado.

Que vivir no sea este estúpido trabajo,
que el esfuerzo devuelva la recompensa.
Que los ciegos no se hagan los sordos,
que los mudos nos griten blasfemias.

Que no te falte dónde caerte muerto,
que tengas un abrazo desesperado.
Que el gran amor te clave sus espinas,
que te cure la persona que has lastimado.
Poeta

Poemas de desamor :  Efectos de tu ausencia
La ausencia de tu llamada,
el silencio en tu mirada,
los ecos de tus pasos,
la neblina de tu razón,
el sol de mis deseos.

El sin sabor de la espera,
los amigos al rescate,
el corazón con ojeras,
las manos sin caricias,
tu ausencia tan perfecta.

Las canciones sin notas,
las alas que me quiebras,
la rutina, muerte súbita,
la carcajada del llanto,
el vacío que me llena.

La mentira que me creo,
la verdad que te asusta,
las promesas ingenuas,
la pasión junto al freezer,
los clavos de mis pies.

La alegría a duras penas,
la garganta sin tu arena,
las piedras bajo tu pecho,
la intriga justo a mi puerta,
y el destino que no es nada.

Poeta

Poemas de tristeza :  A golpes de calendario
Aquí lo tienes, espera que lo vivas,
alégrale los días, entíbiale las noches.
Que nunca le falte el pan en la mesa,
ni un amor tierno bajo las sábanas.

Aquí lo tienes, para culparlo o negarlo,
para matar al tiempo con sus hojas.
Para crecer a golpes de calendario,
más de trescientos soles en el horizonte.

Varias lunas para mirar sin entender,
un otoño para practicar la melancolía.
Un invierno con lágrimas por estrellas,
la primavera predecible de septiembre.

Aquí lo tienes, un montón de horas,
de charlas que vendrán a juntarnos.
De pequeñas glorias y algún fracaso,
de otro año que pasará a ser pasado.
Poeta