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Aquí ya no estas tu, te he crucificado, sacrificado a la vanguardia evolutiva y creciente marea de puños y bocas cerradas.
Aquí ya no estas tu, Y si te hiciera el amor tan solo quedaría el perfume de mi pasión en tu cama. Un transito pesado de tu pecho a las gardenias no me deja pasar, y en la noche que no caminas, que no hules, ni trastabillas, me paseo obsoleto y cúbico y delineado buscando encontrarme con mi yo ciego. Las banquetas como prostitutas me invitan a sentar, y provocan el cigarro y encienden la mecha, miro a mis costados, la dama de negro la veo en todos lados, platico con ella de ti, de tus uñas, tus estáticas, y de tus cementerios besos.
Aquí ya no estas tu Ni tu gato, que puede ser un lápiz o un catarro Ni te siento ni te traigo, porque me cuesta mucho caminar a tu lado Silencios ecuestres, y orejas de a centavo
Aquí ya no estas, Y aunque quieras No podrás regresar….
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Poeta
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Noche de luciérnagas, granos de agua, infancia redonda que gravitan mis recuerdos en sonrisas y tierra y uñas largas.
Estrella recortada en el tornasol de tu mirada, perdido en el viento de tus cafés tibios.
Girasoles apagados, o húmedos fatigados. Negando siempre la expectativa del tiempo. Esperando, como las manos, secarte las soledades.
Infiernos que navego constante que no dejo de acudir a ellos quemando a prisa mis roces Tus maneras de amar Al observarme.
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Poeta
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La besaba, aplastando mi labios a los suyos como apagando un cigarro en un cenicero...
Era acida, su cabello no flotaba, moría por dentro lo que por fuera era bellísimo; hasta que tocó suelo como hoja seca...
Ella me esperaba acostada, afuera de la casa, su intención era apropiarse del sillón, pero ya no acaba...
Ella lloraba abrazada a mis pies. Se daba a mi merced, alimentando mi sadismo...
Ella esperaba un bebe sentada en una canasta, con sus manos desgastadas me miraba y le hacia falta...
no la olvidé con una mujer, sino con todas juntas... ojalá quererte fuera mas difícil..
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Poeta
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Cerrando el colchón como un atlas envejecido, arrugado se acumula entre camisas y tabaco, buscándole, pueda estirarse de nuevo...
Le raspo a las paredes el semen seco que dejamos, a la hora de partir voy solo a rayar cabellos y a pincelear espaldas...
Tu me llevas, liquido seco, pegado en tus muslos de mujer cantina.
Mientras dices NO a la multitud que te ruega...
Me voy para hallarle otro porqué a estas manos, Y me vendré después empapado en sudores fermentados, agrio sabor se secuelas femeninas...
y cuando arribe, entonaré un sexo a tu medida, y encantada tocarás la puerta, y con firmes labios aspiraras la vida esta...
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Poeta
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