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“Afines, . . . sublimes.”
En azulosa laguna, espejo de agua sin bruma, un par de cisnes sublimes, modelo de almas afines.
Sabiéndose hermosos, bellos, entrelazando sus cuellos como ensueño, como en trance, iniciaban fiel romance:
El macho orgulloso, divo, majestuoso, cantaba: “te adoro”, cortejo e imploro.
La hembra apenada su querer negaba, el cisne insistiendo, élla iba . . . cediendo.
Al cabo de un rato, de un momento grato, Afrodita, Eolo, ambos ¡uno solo!
Testigos las aves, tulipanes suaves, batracios, insectos, peces muy selectos.
Natural fue todo, la ternura a modo, para siempre unión con el corazón.
Más allá del mundo apego profundo, amor de los dos designio . . . de Dios.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Bosque de Chapultepec, Ciudad de México, . . . Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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“Me subí a una jacaranda, por mi madre soy Aranda.”
Jacaranda de mi vida de la copa consentida, hojas verdes, terciopelo, sedas que besan el cielo.
Árbol de corteza agreste personalidad silvestre, brazos fieles columpiados, nudos, brotes desmayados.
Si te meces . . . preferida en Tacubaya querida, la Condesa por Narvarte con sentimiento abrazarte.
Coyoacán, semillas sanas tortolitas en las ramas follaje que vibra al viento fragante de terso aliento.
Que bonitas primaveras, flores lilas mañaneras moradas de azul violeta, malvas de corola inquieta.
Tu fronda, sombra mi manto ha llorado suave, tanto, rocío intenso pegajoso, sabia de néctar lechoso.
Procedente de Brasil, México tu tierno abril en parques, calles, leyenda, alfombras muy bien la senda.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Reino de Tacubaya, México, D. F., a 01 de abril del 2016 Reg. SEP Indautor No. 03-2016-070109301200-14
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Poeta
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“Siempre seguiré la senda, . . . me apasiona su leyenda.”
Camino hacia los volcanes epopéyicos titanes, enigmática su esencia mágica, bella presencia.
Camino hacia los volcanes, blancas nieves talismanes, por las veredas rurales que nos curan nuestros males.
Camino hacia los volcanes de Amecameca guardianes, mi vestimenta es de amate, el corazón late, . . . late.
Camino hacia los volcanes, Izta, Popo, níveos flanes, entre frondosos nogales, magueyeras y nopales.
Camino hacia los volcanes, rayos del sol tafetanes, árboles, bosque, apreciables, venados acariciables.
Camino hacia los volcanes, natura jamás profanes Ex Hacienda de Panoaya la ecología no desmaya.
Camino hacia los volcanes evitando los desmanes, ¡ay, Virgen de la Asunción bríndanos tu bendición!
Camino hacia los volcanes, vida mía no te amilanes es de ensueño el horizonte llego hincado al Sacromonte.
Camino hacia los volcanes, siempre estarán en mis planes, lindo el Parque Nacional reserva muy natural.
Camino hacia los volcanes de la región dos sultanes, voy disfrutando una nuez la casco de vez en vez.
Camino hacia los volcanes, ardillas y gavilanes, follaje verde suspira, un teporingo me mira.
Camino hacia los volcanes, las nubes tersos gabanes, guiado por las fumarolas se me hacen largas las horas.
Camino hacia los volcanes, soplan vientos, huracanes, escarpados laberintos, glaciares ya, casi, extintos.
Camino hacia los volcanes, desciendo sin toboganes, en los refugios, las cruces, de las almas tiernas luces.
Camino hacia los volcanes empeñando mis afanes, camino hacia los volcanes porque espero que me ames. Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda México, D. F., a 03 de agosto del 2013 Dedicado a mi nieto, Santiago Mora Ramos, a quien esperamos con ansia Reg. SEP Indautor No. 03-2014-073110472600-14
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Poeta
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“Diré la verdad, . . . sincero.”
¿Racional, meditabundo?, ja, soy el destructor del mundo, soy el virus verdadero, el depredador certero.
De especies, mi propia raza, de flora, fauna, amenaza de los bosques, de la selva, ¿qué será lo que me enerva?
¿Lo qué me hace un inconsciente estúpido, tan indecente que no obedece a natura, que todo lo desfigura?
¿Qué sucede, qué no entiendo, qué es lo que no comprendo para derruir mi casa, qué acontece, que me pasa?
Atentar contra La Tierra, ¿por qué eso no me aterra?; me gusta causar estragos contaminando los lagos.
Lagunas, ríos y los mares, arrasando los manglares, exterminando animales, entre otros actos letales.
Flagelando ecosistemas, generando, así, problemas, las catástrofes, la muerte, he dejado el suelo inerte.
En ser omiso me esmero, el orbe es mi basurero, ni el espacio sideral respeto, pues, soy el mal.
¡Por Dios, qué barbaridades!, lleno de smog las ciudades, asfixio al prójimo hermano, presumo de “ser humano”.
¿Qué sucede, no escarmiento?, el global calentamiento lo producen mis acciones funestas pa’ las naciones.
Calamidad, el desastre confecciono como sastre, previo a crisis financieras, soy el causante de guerras.
Bomba atómica, misiles, armas, caos, daños miles ha ocasionado mi paso por el planeta, mi ocaso.
Por hambrunas, temas peores, ¿dónde dejé los valores, mis virtudes y mis dones?, odio, rencor, mis amores.
Masacres, inquisiciones, esclavitud, situaciones de la opresión más enorme “del hombre por el propio hombre”.
Lo que digo es cosa seria, soy nocivo cual bacteria, más nefasto que epidemia, que un germen, que una pandemia.
Soy el “ponzoñoso humano” de un linaje muy insano, soy el auténtico virus, engendré el coronavirus.
Mi deseo más profundo es acabar con el mundo, me cueste lo que me cueste, soy un monstruo, la cruel peste.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 28 de marzo del 2020 Dedicado al inconsciente “ser humano” . . . Reg. SEP. Indautor (en trámite)
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Poeta
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“De la copa consentida . . .”
Desde niño, tierna infancia, he gozado la fragancia de la fronda candorosa de una jacaranda hermosa.
Que está de pie en Tacubaya por su raíz que no falla, muy fuerte, pisando el suelo ese árbol me da consuelo.
Conozco el recio camino que da su tronco genuino, al que me aferro al subir soñando en mi porvenir.
Cada que me trepo en élla nuestra hermandad más se sella, le platico cosas buenas y también algunas penas.
Con mi llanto la he regado, buen refugio ahí he encontrado, concebirme junto al cielo ayuda a colmar mi anhelo.
Si es de día esparcimientos, por las noches sentimientos, he disfrutado su copa, el follaje que me arropa.
Arriba, en la mera punta, seguido tenemos junta, he crecido, ahí me he criado, vientos me han acariciado.
Nos damos tiernos abrazos, me mecen sedosos lazos entre las hojas verdosas, flores lilas primorosas.
De ser ágil tengo rango, me he colgado como chango en sus fuertes firmes ramas, las que he usado como lianas.
Con mi cuerpo, con mi piel, sobre de un columpio fiel se me han pasado las horas entre las risas sonoras.
Mas, en juegos divertidos he respetado los nidos de las aves que ahí viven, las que con mi ser conviven.
Comprendo su clorofila, la esencia que élla destila de natural concepción, su ecológica misión.
De ir oxigenado al mundo con el deber más profundo, tal grandiosidad me asombra, que siga brindando sombra.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 27 de marzo del 2021 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Otrora sano recinto de peces, por hoy, extintos, los pocos que sobreviven son los que el poema escriben.
Qué . . ., ¿no oyen llorar al lago?, ¿a las olas que se quejan?, ¿se merece tan mal pago?, ¿de su amor por que se alejan?
¡Viento y montañas, testigos!, ¿quieren del cielo castigos?, ¡pobre la naturaleza!, ¿por qué a nadie le interesa?
¿El lodo de sus entrañas hoy les corre por las venas?, ¿no recuerdan sus hazañas?, ¿no ven cómo hace señas?
Agónico se lamenta, ¿qué, su alma no escarmienta?, hay que recapacitar “japhonda” merece altar.
Sobre el lago poco llueve no hay nube que lo consuele, global contaminación desgracia de mi Nación.
¿Qué fue de aguas cristalinas que, del sol, fueron vitrinas?, ¿dónde está el líquido dulce, no hay manantial que lo impulse?
¿Qué pasó con el Achoque?, ¿qué no es justo este reproche?, ¿qué decir de la sardina que tenía tan fina espina?
Recordemos al pez tiro y a Kurucha Urápiti, lo digo con un suspiro, ¿qué solución hay aquí?
¿Dónde andarán esos patos que anidaban en los juncos?, ¿sintieron tan malos tratos y vieron sus sueños truncos.
Que se fueron a otros lares a fincar nuevos hogares?; y, no hablemos de otras aves, hay implicaciones graves.
Que ese lirio, plaga infame, su maldad ya no derrame, pobre flora, tul, chuspata, ¿no será lo que los mata?
El gran puño de Morelos ya no se alza vencedor, enfangados sus anhelos se declara perdedor.
Ecológica tragedia quedará en la enciclopedia, parece que el ser humano no quiere a su lago hermano.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Pátzcuaro, Michoacán, México, a 01 de junio del 2012 Dedicado al Profesor y colega, Licenciado en Derecho, Taurino Campos Campos. Reg. SEP Indautor No. 03-2012-083012362100-14
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Poeta
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“La mente, . . . libre piragua.”
¿Qué pensarán las montañas de sus marchitas entrañas?, ¿qué colegirá su bosque de la erosión, cruel estoque?
¿Qué meditará la flora cuando la aridez aflora?, ¿qué discurrirá la cuenca de la humanidad mostrenca?
¿Qué cavilará mi lago por futuro tan aciago?, ¿qué supondrá la ribera de esa lluvia pordiosera?
¿Qué imaginará el caudal cuando decrece humedal?, ¿qué siente profundidad cuando ve su nimiedad?
¿Qué dirán las tristes olas cuando se han quedado solas?, ¿qué rumiarán las espumas por lo negro de sus brumas?
¿Qué opinarán las burbujas cuando su oxigeno estrujas?, ¿qué gozoso estará el lirio por su plaga, que es martirio?
¿Qué tanto se mece el agua cuando en el dolor se fragua?, ¿qué tanto se mece el agua cuando su vida naufraga?
Pues, se mece . . . porque sufre, porque percibe el azufre de la muerte que la acosa, de tal desgracia . . . ¿quién goza?
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Lago de Pátzcuaro, Michoacán, México, a 10 de agosto del 2013 Dedicado al Profesor Everardo Hernández Campos Reg. SEP Indautor No. 03-2013-111212464200-14
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“Crecí gracias al abono, soy víctima del ozono . . .”
De la humanidad olvido sobre mí no tengo nido, cayeron ramas marchitas dejen contarles mis cuitas:
Se me ha acabado la vida presagio de una partida soy madera disecada convirtiéndose en la nada.
¿De qué me sirven mis brazos si perdí sus verdes lazos?, si están todos bien resecos, contaminados y chuecos.
Soy un palo disecado de corazón ahuecado, ya no sé lo que es bonito mis entrañas son un mito.
En vías de extinción, que es gris, me pongo blanco sin gis, esa ausencia de color negro pinta mi dolor.
Así, sigo aquí sembrado, soy un ser muy desolado, ya no conozco ni el agua, hierve sabia, lenta fragua.
Raíz de suelo polvoso, tronco agreste tembloroso convertido en una vara, percha de forma muy rara.
Yo fui un árbol, el más sano, corteza de cortesano, hoy, . . . soy estéril vil migaja solo espero mi mortaja.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Dedicado al Sr. Contador, Jaime Avalos Valdez La Conchita, Zapotitlán, Tláhuac, Distrito Federal, México, 04 de abril del 2013. Reg. SEP Indautor No. 03-2013-051712171201-14
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“De sentimientos arcanos . . .”
Supe de la intensa vida de un ave desconocida, venía de surcar los llanos, se posó sobre mis manos.
Su cuerpo estaba dañado, el semblante fatigado, sangrando, aún, por la herida, me contó algo, convencida.
De su sagrado linaje, de tan vistoso plumaje, me platicó de aquel nido sobre el árbol más querido.
De sus cánticos hermosos, de cortejos amorosos, de tanta hazaña bendita, me comentó de esa cuita.
Que lo dañaron los vientos huracanados, sedientos del dominio de los cielos, poseídos por los celos.
De que sufre el gran Eolo quien, luego, quiere estar solo, la compañía no tolera y modales no modera.
Mientras sus alas curaba, el piquito se alegraba, pues quería volver al vuelo, cumplimentar magno anhelo.
De partir con su parvada, con su pareja adorada, a saborear la fortuna que les brinda el sol, la luna.
Me habló, en fin, de la consciencia, de sus sueños y querencia, de que le gusta ir en pos del Creador su amigo, Dios.
Me puse muy reflexivo y le dije: “sigues vivo, con toda tu majestad vuela, pues, en libertad.”
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 03 de marzo del 2021 Reg. SEP Indautor (en trámite)
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Poeta
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“¡Ay, Señor de los Milagros . . . soy uno de tus milagros!”
Se nos tiznaron las milpas, se reventaron las tripas de la tierra incandescente Volcán coloso inmanente.
De natura fue el encono fragor de pirekua tono nació un cono muy humeante ¡P’urhépecha rey vibrante!
No hubo pena, ni castigo, déjenme les cuento y digo: Tata Dionisio Pulido te lo juro yo no olvido.
Que tú asististe a mi parto, de la mente no te aparto ¡si temblaste junto a mí, si viste cuando surgí!
Con mis fumarolas prietas huaraches pisaron grietas sobre un anafre . . . se sufre, percibiste olor a azufre.
Espanté tus sentimientos ¿recuerdas mil novecientos? año del cuarenta y tres del mundo fui el interés.
Convoqué a muchos famosos fotógrafos y curiosos, vulcanólogos, pintores, poetas de mis amores.
De Angahuan soy hijo adoptivo grandioso, superlativo, michoacano por derecho Meseta mi dulce lecho.
En geología soy hazaña magma, piedra de obsidiana, mineral, vapor ardiente, un fantasma gris latente.
He suavizado el carácter exhalo por ancho cráter sigo activo visitado, mi lava no se ha acabado.
Soy turismo panorama de económica derrama, nunca quedaré a la zaga soy cirio que no se apaga.
San Juan Viejo iluminado ¡milagroso Dios amado! enterrado oficias misas, a ti brindo mis cenizas.
Por joven sigo creciendo Nana Cueráperi entiendo ¡soy tu entraña, soy tu herencia, corazón, fuego, . . . tu esencia!
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda México, D. F., 20 de febrero del 2013 Dedicado a Don Guadalupe Trigo (QEPD) Reg. SEP Indautor No. 03-2013-051712171201-14
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