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¿SABEIS POR QUE TENGO TANTO ODIO? Por algo que me pasó hace ocho años.

Hace ocho años yo era un chavalito normal. Tenía mi trabajo e iba al gimnasio, y aunque ya estaba en tratamiento psiquiátrico no odiaba a nadie en especial. Pero un día que salgo del gimnasio, ese día estaba yo cabreado y como con ganas de pelearme con alguien, salgo del gimnasio como digo y me voy de regreso a mi casa. Llego a la Plaza del Pumarejo y resulta que me topo con tres o cuatro chavales, sigo mi camino pero cuando llego a un extremo de la Plaza me detengo a descansar sobre un banco, porque estaba reventado del gimnasio, y a mirar a los chavales, porque me gusta ver la belleza. Los chavales estaban comprando en el Kiosko de la Plaza. Y entonces me ven y se van a por mi, el más gordo, un gordo verdaderamente asqueroso, se encara conmigo y sin venir a cuento va y me dice: VAMOS A HACER UNA COLECTA PARA COMPRARTE UNA POLLA DE GOMA. Yo inmediatamente le respondo: LA POLLA DE GOMA TE LA METES TU POR EL CULO. Entonces se encaran los tres conmigo, uno era de la barriada de las Tres Mil Viviendas, o eso dijo, eran uno gordo, otro normalito, y otro muy guapo, y creo que había un cuarto chaval, bueno, pues se encaran conmigo y uno de ellos llevaba una pistola y me amenaza con sacar la pistola, yo me encaro con ellos y le digo: SACA LA PISTOLA SI TIENES HUEVOS, pero al cabo de un rato de forcejear me doy cuenta de que son unos simples chavales y yo estoy muy cansado de tanto luchar en el gimnasio y les digo: DEJADME CHAVALES, pero entonces los chavales al ver mi debilidad se encaran conmigo todavía más intentando pegarme y yo no les podía pegar porque estaba muerto de tanto gimnasio, me persiguieron cuando salí corriendo y me tiraron un adoquín de la calle, y menos mal que aparecieron mi madre y mis hermanos porque si no me mataban, QUE TODO LO HICIERON PARA REIRSE. Lo malo es que de la impresión que me dieron me harté de llorar. Y cogí una depresión de caballo y dejé de ir al gimnasio, y entonces empecé a engordar y a engordar y toda la belleza que tenía la perdí, por culpa de ellos, o más exactamente por culpa del Gordo asqueroso que era el jefe de ellos. Dejé de ir al gimnasio, empecé a echar tripa y mi cuerpo se deformó, los músculos abdominales se me deformaron, y yo que valía millones como chapero resulta que de la noche a la mañana dejé de ligar y dejaron de chuparmela. Y todo por culpa de un Gordo asqueroso y facha. Cuando era guapo los guapos no me la querían chupar pero ahora que era feo todavía lo tenía más difícil. Así que si un día me entregan la cabeza de ese gordo fascista asqueroso me pondré a jugar con su cabeza al Futbol en mitad de la calle de mi casa y la colgaré de la azotea de mi casa con un letrero que diga: ESTE GORDO ASQUEROSO SE RIÓ DE FRANCISCO RUIZ. Menudo hijo de puta, seguramente ahora mismo el gordo asqueroso es un puto padre de familia con hijos.
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Francisco Antonio Ruiz Caballero. Virgencita Virgencita, Que me quede como estoy.
Poeta

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