Textos :  Lectura a tí
Lectura a ti
Miguel Humberto Hurtado



Comencé esta lectura. Tú escuchabas fingiendo prestar la atención solo como participante, pero tus sentidos poco a poco se incorporaban a mi lectura. Mis palabras te penetraban, recorrían tu piel y levantaban suavemente esos cabellos casi invisibles, cercanos a tus lóbulos, que respondían sensualmente a mi jugueteo. Mirabas nerviosa y esquiva a los otros oyentes, intentando que no notaran tu perturbación ni el agradable sentido de satisfacción que te recorría con cada palabra, con cada respiración. Mis palabras atravesaban tus sentidos, bañando tu cuerpo. Ese cuerpo al que yo fingía no ver, pero que recorría, acariciaba y besaba en cada palabra. Lo recreaba como en cada momento, con sus curvas y rincones tatuados en mis dedos, en mis labios, en mi gusto y en mi olfato. Sentiste como un calor inusitado te recorría. La sensación llenó la sala de reunión, y se hubiese multiplicado, cuando ocurrió lo impensable. Tu cuerpo, tu cara, tu sexo, tus senos altivos, divinos como siempre, cedieron el control a tus labios, y por primera vez, se humedecieron en una entrega que ya no era sólo física. Mis ojos notaron ese movimiento, y el tú infinito comenzó a perturbar mi aplomo. Un rubor en tu cara, inusitado, más revelador que un gemido, terminó de abrir un abismo. Comencé a tar…tar ta mudear... a perder la ilación. Con un sentimiento de complicidad, que sé que tú compartes, y sin saber cómo mantener el control de mí mismo, dije que la explosión final quedaría para el próximo encuentro. Y entonces terminé mi lectura.
Poeta

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