Esta es la historia de un niño abandonado
a su suerte, debajo de un puente lo dejaron,
sus tiernos llantos a oídos de un vagamundo llegaron,
quien no sabía que hacer con lo que había encontrado.

Vio pasar a un policía, pero dijo: mañana le hablo,
tomó al niño, lo abrigó y lo llevó a su resguardo.
Él le brindó su calor y techo bajo un cielo estrellado.
Como no sabía su nombre le llamó… Pablo.

Creció Pablo en la más horrible miseria
sin educación, sin sueños, su hogar era la calle.
Comiendo los desperdicios de las casas del valle,
sufría necesidades que le causaban histeria.

Se comenta en el barrio que hay un nuevo jefe del narco
criminal nato, ladrón profesional,
no tiene sentimientos, es peor que un animal,
se ha enriquecido, tiene auto nuevo ¡hasta un barco!

Todos le temen a Pablo, controla la autoridad
el dinero y el delito le han dado un gran poder,
es sanguinario y abusador, de nadie se deja joder,
recluta a niños como él, abandonados por la sociedad.

Julio Medina
25 de noviembre del 2010