Poemas eroticos :  CUATRO POEMAS GAYS BELLÍSIMOS.
Hermosos Putitos de Dieciséis Años, Delgados y Desnudos, o/y Vestidos como los Ángeles de Victoria Secret. En el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles.

Hermosos Putitos, hermosos putitos, hermosos putitos,
Cuán áureo el resplandor de Versalles lujoso,
Muchachitos con alas de mariposas verdes,
Muchachitos desnudos con pollones de menta.

Culitos respingones, culitos respingones, culitos respingones,
Redondos culitos prietos de muchachos imberbes,
Con alas de pajaritos, con alas de coleópteros,
Con alas de mariposas, con arcángelas alas.

Marcando el paquete, enseñando las nalgas,
Desnudos y enjoyados, con Versalles luciente
Como un caramelo de ámbar y de miel, como un caramelo
De cuba libre y miel, de ron y coca cola.

Muchachitos perfectos con las alas plateadas, con los ojos pintados,
Maripositos de vergajos escandalosos, delicias para un César,

Delicias de sidra y de nenúfar, de fresa y marihuana.

Libélulos obscuros de un cielo de diamante.

Hay un olor sublime a Limones y a lluvia.
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Francisco Antonio Ruiz Caballero.



Hermosos Putitos de Dieciséis Años, Delgados y Desnudos, Rapados como Indios Mohicanos, Con Crestas de Punkis, con Cuchillas de Afeitar colgando del Cuello, Entre Máquinas de Metacrilato de Lotería Primitiva o Bombos Mecánicos de la Bonoloto dando Vueltas con las Bolas por Dentro, Entre Motores de Coche sobre pedestales de oro, y Entre Cisnes de Cristal sobre Áureos Pedestales, y en el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles. Con Macetones gigantescos llenos de Rosas Negras.

Mohicanos putitos, punkis de fantasía, niñatillos de belleza afilada,
Ejemplares arcángeles con cuchillas de afeitar colgando del cuello,
Maravillosos incubitos de culos prietos y grandes pollones,
Hechos para matar de amor a miles de indolentes maricas,

Se pasean por el palacio de Versalles entre grandes macetones de rosas
Que exhalan su perfume elegíaco y espléndido, entre motores de coche
De alta cilindrada, de metal y de oro, perfectos en su ira
Y entre Máquinas de lotería primitiva de metacrilato bellísimas.

Las rosas exhalan misericordiosas y sublimes, las máquinas de la loto
Hacen girar sus bolas de colores verdes, sin dar el premio nunca,
Y Versalles lujosa, como cien espejos de diamante,
Refleja a los benditos indios de fantasía gay y erótica. Macabro y bello.

Son afiladas las cuchillas de afeitar bellísimas esmeraldas
En los cuerpos sublimes de los niñatos punkis, que enseñan sus vergas

Y sus culos con pelusilla para una hecatombe bíblica.

Y entonces sobre Sodoma una Nube de fuego y azufre
Cayó como una lluvia de llamaradas negrísimas.

Y los cisnes de vidrio torcían sus cuellos besándose los picos.

Esencia de bergamota.
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Francisco Antonio Ruiz Caballero.



Hermosos Putitos de Dieciséis Años, Delgados y Semidesnudos, Cubiertos de Plumas Negras, Verdes o Amarillas, como si fuera el Carnaval de Río, en un Salón con las Paredes de Seda Roja, y entre Estatuas y Bustos de Cristal Fucsia o Lila de Emperadores Romanos.

Heliogábalos rosas gimen por un beso refrescante, lloran lágrimas rojas
Por la caricia de un efebo plúmeo que nunca llega, chillan rabiosos
En sus cárceles granates de vidrio fresquísimo,
Los muchachos son águilas, son buitres, son pavos reales.

Los muchachos son águilas, espléndidas aves de plumas negrísimas,
Llevan dagas curvas de filo horripilante, hambrientas de corazones, picos, garras,
O son pavos reales majestuosos, con el torso mulato, o gallos o cisnes
En escorzo sublime y en escherzo melodioso. Calígulas fucsias

Gritan pavorosos de escándalo imbuidos, furiosos como arañas,
Vidriados Calígulas de granadina púrpura, alguien bebe absenta
Con láudano maldito y con terrones de azúcar, los muchachos perfectos

Tienen en los ojos paraísos de hibiscos oscuros.

Marco Aurelios hieráticos, fucsias y bermellones, condenan soberbios
El púrpura rabioso en las plumas de los flamencos púberes,
Grandes macetones llenos de rosas negras ocultan Césares lilas.

Germánicos violetas vomitan toda su rabia con locura.

Se mueven los adolescentes como pájaros de fuego.
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Francisco Antonio Ruiz Caballero.



Hermosos Putitos de Dieciséis Años, Delgados y Desnudos, con Collares de Esmeraldas en el cuello, con Hoces de Labrador en las Manos, entre Estatuas y Bustos de Cristal Verde de Emperadores Romanos, en un Salón Decorado con Grandes Cuadros de Muchachas Desnudas.

Delicados púberes exquisitos florecen con exóticas dagas.
Enseñan sus culitos respingones y sus pollas sin hueso
Frente a Heliogábalos béticos que imploran iracundos
El roce de unos labios sensuales y frescos.

Llevan los niñatos hoces comunistas de acero negrísimo
Feroces y afiladas como sus pupilas azules,
Quisieran cortar trigales las fabulosas cuchillas
Como los grandes falos penetrar mil vaginas.

Un arcángel maravilloso, narciso delicado,
Acaricia con una hoz el ojo de un Marco Aurelio,
Quisiera arrancarle el ojo al bético césar
O dejarle en la cara una cicatriz eterna.

Chillan los Calígulas verdes en sus cárceles de vidrio perfumado,
Los Nerones Guadalquivéricos gritan endemoniados
En sus prisiones de malaquita encerrados para siempre.

Y los niñatos de ojos azules con sus espléndidas gemas
Son observados por las muchachas de los cuadros
En sus presidios pictóricos de una sola dimensión.

Las bolcheviques herramientas se deslizan suaves
En los ojos de cristal verde de las hieráticas estatuas.

Las muchachas desnudas son como rosas de seda.
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Francisco Antonio Ruiz Caballero.
Poeta

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