Pecados
Esperare que pase un tiempo más
y terminaré desabrochando mi cuerpo.
Me reconciliaré con mis viejos pecados
y probablemente me multiplique en el aire que cuelga de tu boca.
Tu y yo, inmutables
somos un beso guardado
a salvo del miedo y del tiempo
me reconciliaré con tu voz
y callaré esta ausencia de viejas heridas.
Genealogía
Te canto con mis palabras
y casi no sé qué escribirte
busco señales y mi bandera se bate en el viento.
Soy sólo esto que te ofrezco
locura total y necedad.
A esta hora el viento casi se detiene
las voces se atoran y me sofocan
los años se reanudan y se interrumpen
pero tú sigues siendo la misma
inamovible, inmutable.
La ineludible que me achica
y yo soy sólo esto que está aquí
una historia vívida
la flor desnuda haciéndose deseo
la rama del árbol genealógico
que anuncia un nombre invisible.
Nueva Morada
Mis manos gotean raíces
y hay una segura permanencia en esta nueva casa
los capullos guardados de hace tiempo
como agua sobre las rocas extienden sus brazos
nuevo cuerpo
viejos pecados
y el verso solo mío como esta morada
lejos de todo
mirándome respira.
Esta nueva casa no tiene llaves
aquí conviven ángeles y demonios
un pájaro que cruza
una loca desnuda
y treinta años a salvo del viento.
Definiéndote
Eres tan simple como la semilla que no brota
Como el beso que llega a deshora y sin sabor
Te defino como el final de tu especie
Contigo nunca se sabe y me pregunto
Serás frio o caliente?
Porque yo soy caliente hasta los tuétanos
Y libre, libre para resarcirme y enredarme
Entre los finos tentáculos de otro espécimen
que ceda al poder de mi palabra
y se estremezca si le susurro al oído
que quiero hacerlo mío y que yo soy suya.
Decisiones
Mientras tú te vanaglorias de mis debilidades
Yo me levanto con los brazos abiertos,
saludo al sol y decido no quererte más.
Ya no soy tu cuerpo ni tu peor elección,
elijo ser lo que soy y vacío mi cajón lleno de historias,
todas ellas se esfumaron junto a la basura del retrete.
Aprendí a ser mi única verdad,
soy la exorcista de mis propios demonios,
decido ser inmune a tu dolor y tu arrogancia
elijo no tener miedo y te destierro a los confines de la tierra,
allá donde puedas comenzar de nuevo y después de agotarte en un millón de vidas decidas aprender.