viajera
Se coló inquieta y viajera, con ojos de luz y halos verdes de hierba o pasto o ausencia, en mis rincones vagabundos, bohemios.
Nos precipitamos a la noche y al tiempo le regalamos los minutos desalojando cada parte de nuestra sombra.
Se fue y yo queriendola, regresó y ella queriéndome, crea sonrisas en cada estatua de todas mis vidas pasadas.
Preguntándole voy y escuchándome va, con velocidad de gotero nos repartimos los besos, yo haciéndole reír, ella haciéndome volar.
Me pide a gritos con la mirada, mientras acurruca a mi lado su sueño, su desvelo, su sábana y su frío.
ps... creo que te quiero
Te quiero, detrás de las cortinas, donde el sol se haya ido,
donde huela a ti donde no huela a mundo.
Te quiero, de entre cada hoja, desde cada boca desde todo el cielo
Te quiero con ansias animales de devorarte.
Te quiero abismal y perdido.
Te quiero renunciar
De bolso y tacones, y las jodidas pasiones.
Te quiero desde las nubes, de hilos, de hemos y fuimos, de hacer y de quedarse
Te quiero desde ayer, desde ya, desde yo.
Te quiero desde una ola rompiente, errada de erres de ramos y rimas
Te quiero con la verdad de cada segundo, de lo innombrable, inaccesible, innato
Te quiero aquí de donde huyes, aquí de lo que huele, hiede
Te quiero donde has dejado el alma, donde te quedas dormida,
desde la antesala desde la cobija y la saliva
Te quiero por tus lunas en mi almohada, por las mías en tu mirada
Te quiero por necio, negativo y necesario
Te quiero desde el sueño que no dejas que sea mío
Te quiero por las orejas y tus matices, por lo aferrante que fuiste
Te quiero un centavo y te quiero deveritas de cerquita a tu carita
Te quiero cerca, como de tener tus pies fríos en mi sillón,
como de sentir que vive un fantasma en mi casa
de espejos y charlitas, de tardes, como siempre, de tardes.
En resumen Te quiero sin necesidad de decir te quiero
viejo lobo enamorado
Se coló en el perfil de mi mirada, apuntando con su beso imaginario a matar, volcó en mi paz la guerra de sus manos que gritan en silencio. Me detiene en el aire cuando todo ha sido una herida, su sal me cura, me inquieta, me remueve.
Le teme a mis ojos como quien teme una rosa con espinas, ella se busca, pero no encuentra, le invierte tiempo a la perfección para no perder; y con pocas palabras me dice que me quede, cuando yo ya estaba ahí, esperándola.
Sus lágrimas resbalando en mis dedos me incitan a protegerla, todo ella es una estrella fugaz, mientras yo enamorado de lo efímero de sus años me mantengo firme observando la ventana, secuestrándola día a día.
Las confesiones de un viejo lobo escritas en papel y nada mas, no te enteras que sigo sin dormir bien, que llevo la noche respirando memorias frescas de una semana, que a veces te apareces en los espejos del baño, que los rincones huelen menos a cigarro y mas a ti… a mi…. Sin ti.
MATICES
No logro hipnotizarte, ausentando tu partida, no logro que te quedes, porque de ti no soy más que una huida. Te conocí en el momento más impreciso pero el más perfecto, y eso me dio la salida.
No puedo darle nombre a un orgasmo, ni puedo asimilarte en mis años, no busco aprender, busco caminar de la mano.
Quiero tenerte aquí casi todos los días, pero lo cierto es que atinaste en todos mis calendarios.
Le encontré matices a mis evoluciones reflejados en ojos verdes. No es adueñarme es encontrarme. No es etiquetar, es dar seguridad.
No aspiro más de lo que tu cama me permite, no vuelo más de lo que tus alas me enseñan, no busco intoxicarme, conocerte fue una adicción. Y tenerte de cerca, de noches y risas, de sexo y melancolías, te me pones en la frente como la prioridad que tu no pedías
Me preguntas que esta en mi que esta en ti... La respuesta sería: no puedo enamorarme de mi mismo, por eso te busco.
este hotel
Este hotel barato enamora,
con paredes de pelo se defiende y en las noches se te vuelve la cobija de tus años.
Este hotel ya no atina el hubiera,
pues se aferra, se cabrea, se te clava en las medidas: media de pantalón, media de sed y seda.
Este hotel empobrece los inviernos,
se te sube por el cuerpo alimentado por ciertos ojos sinceros.
Este hotel queda clausurado
en tus horas hábiles, se flaquea, se franquea, se detiene con el tiempo en la pausa de aquel colchón.
Este hotel se reproduce
como bacteria, sucio de letras, incienso de humo y de ganas clandestinas.
Este hotel se vuelve hombre
y pluma de calores escritos en la tinta de una boca, no detiene, no encariña.
Este hotel enamora
bajo el aviso previo de: CUIDADO AL ENTRAR
otras páginas
Mi mejor musa fue una partida,
la verdad entre las manos de una tarde en delirio
usando de bebida la humedad de una pastilla
creando tumultos de Fe e ironía.
Mi mejor noche fue una sonrisa,
comentarios apáticos de música, cigarros y alguna que otra compañía.
Con los pasos de ceniza y las miradas perdidas
se fugaron las medidas de una ropa que no es mía.
Aquí,
dentro de un orgasmo de ojos verdes,
en el espasmo de una piel muerta de cansancio,
de senos envenenados de sudor,
de unas piernas que me cantan a contraluz,
de una sed de mujer en otros años,
en otras páginas.
de sed
Quise mirarme en tus ojos de niña y nunca sucedió,
apostando la eternidad y la soledad por ti.
Acurruco ahora las ideas tan lejos ,
y me adivino la vida con pedazos distantes de tabaco verde,
si que me alejé del mundo para crearte el mío,
si que me harté de Márquez y las noches sin verte.
Le vendo a los minutos cada sonrisa tuya,
logrando exiliarte, me quedo barato, discriminado.
Con favores he vivido esta guerra, llena de sed.
de horas... y siniestras
Bajaba despacio,
humo de ojos que siempre viraban,
derechos,
inestables,
colgados bajo el azar de la noche.
Con tremendas piruetas se agolpaban en mi mirada
Y permanecían, siluetas de color que ahogaban tristezas.
No siempre se detenía,
con el tiempo escurriendo por su espalda ,
marcaba las horas en mordidas siniestras,
descendiendo del orgasmo hasta el delirio.
REPLICA
Sucedánea de gritos complicados, usurera carnívora de la paz que nunca atino
Dejé en tus sábanas al turista contemporáneo, crucificado como estrella en tu cama,
Le diste al tiempo un vacio de sal y sangre, diste al blanco “dejándome aquí con mi nunca nacido hijo”. Con el frio devorándome los huesos, la medianoche me conmueve, entre tanto lubricante de sonrisas e incierto. Solo tu deshiciste mi ego declarando la ansiedad de los andenes de una ciudad que hice mía. Tomaste mi cuerpo como sorbete, y te emborrachaste de tanta soledad, de tanta mierda provinciana. Y te encajaste, aguja, como un delirio acido, una plaga a la que se vuelve… se vuelve.
yo
Bendito YO
que me hospedé en la carne,
para enseñarme quien soy.
Bendito YO
que puede conmigo,
que se queda conmigo,
aun cuando me niego a mí mismo.
Bendito YO
que me despierta y me recuerda,
que anota lo importante en mis huellas.
Bendito YO
al pendiente de mi,
amándome y dejándome amar
Bendito YO,
alejado del ego y el orgullo,
del derrame y el límite.
Bendito YO
que se acopla a mi cuerpo,
que me mira en el cielo,
que me escucha en el silencio,
que me habla en la ausencia.
Bendito YO
que habita,
que vuela,
que no deja,
que no miente.
Bendito YO
que es yo, siendo otros,
abarcando mi totalidad.