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plenitud en definición de una mujer que le ha dado el sentido a la palabra abrazo,
ella es mi estrella,
la que me exige el cielo,
la que me dio alas.
LA QUE ME OBLIGA A CAMINAR.
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Ese ver su sombra del baño a la cocina,
ese olor compulsivo de maternidad y desayuno,
su parte favorita de la mesa llena de cosmético y perfume.
El olor predominante de su almohada abandonada por el trabajo...
Te quiero ma...
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Poeta
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Llevo tu orgasmo perdido entre mis dedos, confundido e inquieto me da placer a deshoras; el no mira que la noche me domina, el no siente ya, que amanece.
tus besos insípidos los apunto en libretas, les tatuó una rayita debajo para recordarmelos, hasta la hora de la cena que da hambre, que viene esta marea.
Llevo colgada en la maleta la promesa fresca de tu partida, juntita y aburrida; si miro para atrás me ahorca su decencia.
Llevo todo de ti, hasta el vacío lento que había entre nosotros en el colchón. Solo faltas tu.
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Poeta
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7 Faunas malheridas
1.- Cienpies tus dedos grabados en mi espalda,
que apretaron fuerte las ganas de dejarte en la banqueta.
2- Hoy que fuiste mía,
el dulce néctar de la despedida,
es el capote hiriente de tu vida burlando la mía.
3- Y se ahorca la suerte de tus pies ya sin fugas,
sin remiendos.
Bajitos y cobardes frotando calor con mis pies de cobijo.
4.- Tenerte seca y en camas que desconocen, desconcierta.
5.- Este nido de tu voz petrificando mis pasados,
se palidece ante el misterio desordenado de la desdicha,
de tus manos que no tocan,
de tu boca que ya no dice nada y que habla...
Y habla... Y habla...
6.- Fuegos secretando tus virtudes,
y brotando bromas tus espejos se nos ríen, se acongojan.
7.- Este infierno de lamerle la entrepierna a tus palabras
me sofoca en orgasmos suspensivos.
-"porque quiero ahogarme en ti, y olvidar mi nombre.
Inventarte entre faunas malheridas"
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Poeta
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El tiempo ha herido esta grieta, cada camino que llevaba tu mano hacia la mía,
ahora es una punzada de amargura y plenitud que chocan en mis pupilas,
Vaya viajes que cruzamos con las miradas,
vaya ideas que concluimos y trasnochadas.
Llevas suela de mi vida el pedazo de dejarte, la grandeza de tu sonrisa es mi ejemplo de cada día.
El tren que nos montamos, parte ya sin mi prisa, con silencios vivos que encienden llamas de soledades confusas, donde hallarte al 2X1 las navidades, donde enterrarnos en las sabanas de mi cama que fue tu remo y tu pisada.
Otro adiós desde esta nave olvidada te dedican mis lagrimas encerradas,
A mi llegarán tus derrotas que igual son hijas mías de tierra y saliva,
me devuelves las tardes de agonía nativa de dos piedras medio llenas o casi vacías.
Se dijo mucho entre puertas y otras melancolías, cigarros enfermos de bocas fundidas, el hoyo del sillón y la cocina, la hamburguesa y quesadilla los tapaste con arena de tus playas en sequía.
Y bueno a ti que batallaste con mi encía dilatada, te agradezco tus lamentos, tus futuros y bien amada, rellenaste de tequila la noche de tu despedida, pero esta cinta cortada de lo que pedías, guardada está un fondo sepia que llamo: almohada envenenada.
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Poeta
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Sigo herido de las sabanas que has dejado colgadas,
la ventana ya no es ventana sin tu cara buscando una toalla,
esta humedad es frio y eco y compasión
esta vez tu cuerpo se empeño en hacer poco ruido.
Íbamos sobrados de tiempo y de agua,
arrojando piedras al laguito bajito que nos acechaba,
soplando lento denotabas mi espalda hincada en tus murallas;
mientras yo me hacia el fértil de sonrisas,
y tu ya no estabas.
Hace tiempo que no te reflejabas en mis ojos
Luna de cielo en épocas sin prisa.
Y tomandote de la mano te lleve corriendo
dejando atrás tus pequeños funerales de lodo y lava agria.
“-Ven- te dije
Y brincaste al árbol de la esperanza
llena de augurios portadores de cálidas prendas
fingiste resbalar,
para de nuevo alzar mi vista al cielo hacia abajo a donde estabas “
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Poeta
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Llevo días amarrándome a tu psicología,
hasta hoy solo he conseguido flotar,
arrastrando el cabello negro de tus drogas,
los he tatuados en mis vicios que siempre lloran.
Sería bueno levantarme en armas contra tu ombligo,
hacerle la guerra a tu espalda,
y dedicarme de lleno a las pasiones asesinas de tus piernas
que no siempre llevan armaduras.
He perseguido el orgasmo de tus ojos al mirarme desde lejos,
debo y me ahogo en las penas de no hallarlo descansado,
creí haberlo atrapado en las redes de este miembro,
untado y seco esos lamentos no van con el y ya ni conmigo.
Mi descanso delira en el traspatio de tu garganta,
Con alientos sonoros evoco tus erecciones
y erupciones
y repisas
que nunca faltan en las noches de luna amarga.
Por tu sonrisa me han tomado prisionero tus pestañas,
me latigan tus deseos de salida
estas faltas,
estas ganas;
y me voy buscando a diario,
de nuevo,
tus pisadas.
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Poeta
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Ya una cáscara de tu pelo huyó a los polos,
afinando detalles de mis vicios embotellados
en tus ojos de tiniebla,
ya eres otra que no canta mis roces en la cama,
otra que se clava en la tierra del “nunca mas”.
Veo tus caras como veo lamentarse el pájaro de la piedra,
inquieta en los fondos de las manos,
en lo azul de tus medidas;
cayendo lento en sabanas insulsas.
-es otra- se quejan mis labios que se burlan de tus anclas
que se apodan en tu piel, sarcásticos.
Que se empañan sin la verdad calorífica de tus años penetrados,
que se van trotando por los pueblos de tu ya sin nombre.
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Poeta
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Yaella
Vamos a viajar trepando tus lunares,
seguir el rastro áureo de tu pelo en cascada.
Vamos acariciando las ganas que se solidifican
en frescas mañanas y montañas,
bebernos el sueño de la entrepierna acechada,
inundada y nunca olvidada.
Vamos a surtirnos de lenguas frías
que nos ceguen hasta la marcha,
perdernos en los brotes nevados
de tus pechos salados.
Y alados,
acompañados de aventura para niños asfixiados,
como perturbas tu,
mis soldados epidermis que me exilias,
estas causas del jamás han salido.
Ya tus manos se laceran
en la grava de mis hijos aventados.
-Ya ella me indigesta-
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Poeta
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si te sientes un poquito mal,
déjame ser tú en ti.
y tocarme,
y lamerme,
y venirme
con mis senos en tus manos...
y ahora déjame
ahogarte en el calor de dos flacos brazos
y que detrás de ti,
mi frío te seduzca hasta la baja espalda
y lograr que tus nalgas puntiagudas me espinen.
usarte de pretexto
para tocarte el interior de tus mejillas
que vendrán a poblar mis lados con perfiles
sonámbulos y ruidos enramados
tu nuca me veía crucificado
Por la santidad de tus manos nacientes.
-no hagas nada por primera vez-
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Poeta
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Ansiar las pisadas labiales
a contraluz de esta muerte seca que me rodea,
que llamas cuarto,
que llamo en llamas:
agonía completa.
tu me salvas,
afónico de mis vicios
de amarte en claros;
y vierto en ti
los lunares que dejé escasos en la azotea secar.
Busco la cárcel de tus dedos
morfológicamente escasos
que derrumben las luces de mis llantos
como tiro al blanco,
huyo de ti como de los cerros
para que no me pisen,
para que no me olviden.
y si lo lograses tus abismos derretirme
optaría por ser el ave que controle tus orgasmos..
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Poeta
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