Sonetos :  Laberintos
Laberintos que aparecen de la nada
construyendo recovecos imposibles,
sin esquinas, sin salidas admisibles,
son atascos de una mente desahuciada.

Laberintos que se forjan cual balada
de silencios, por demás, inaccesibles.
Atascados en momentos impasibles
no vertemos ni una lágrima callada.

Laberintos de tendencia al infinito
que se esconden, contingentes, tras de un mito
a la espera de las luces de esperanza.

Desengaño persistente que se afianza
en las sendas de ilusiones consumidas
como ortigas, como hiedras absorbidas

Se retuercen como sierpes venenosas
las paredes de este vasto laberinto
y no quedan ni razón ni ciego instinto
que me saquen, finalmente, de estas fosas.

Y entre limbos, y entre lógicas facciosas
se debaten las censuras de un precinto
cuyo sello no parece tan distinto
a las luces de quimeras fantasiosas.

Lobreguez que no disipa su existencia
ni siquiera ante la luz de la conciencia.
Y es en esta oscuridad que me extravío.

Laberinto tenebroso, duro y frío
como eterna pesadilla que no cesa.
Laberinto en que mi mente queda presa.
Poeta

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