EN SILENCIO
Mil fantasias, entre húmedas almohadas,
no es el lloro, lo que alejan tu mirada,
son tus sueños que dibujan otra morada,
en medio de tu bruma, que inconscientemente quema,
mi querida dama.
Desde donde los dos miramos,
a esos nuevos horizontes soñados,
la poca razón, mataba dos enamorados.
Mientras tu mirada ausente navegaba,
derramaba sangre, dentro de mi corazón,viendo tu sin razón.
Nunca perdí tu camino encantado,
mis pies pisaron tus sagradas pisadas,
y tus ojos permitieron, ver muy dentro en tu guarida,
tu conciencia disfrazada, perpetuaba tu ausencia devaluada.
La ilusión del día en que nos conocimos,
cociente de que el amor es tan solo un camino,
nunca llego a tus venas ni a tu medroso corazón,
mientras yo ponía mis dedos, que perpetuaban las caricias ajenas,
tu violabas todas las fronteras, de este amor divino.
Locuras que arrebataron mis tormentos,
dejaron en silencio, estos versos con sentimiento
y aunque después de mucho tiempo, que te sigo queriendo,
nada me importaría, si encontrara una sonrisa
y en el silencio, un beso, que sofocara lo que estoy sufriendo.
Mario Vasquez
[email protected]
03/02/2010
-
MariiOsitah
Poemas de MariiOsitah -
José Raúl
Poemas de José Raúl
Poemas, frases y mensajes de mariovasquez
Selección de poemas, frases y mensajes mais populares de mariovasquez
EN SILENCIO
Para ti
MARIO VASQUEZ
Para ti
Para ti
Este poema es para ti,
la que se forjo en mis sueños mas hermosos
a la de cabellos oro miel,
que me ha hecho sentir,
..el sutil de sus suaves risos.
A la que a mi alma abrió,
con cascadas de embelesos
y surtió de entre ellos,... el amor y el deseo,
quedandose con el suspiro ...del ultimo beso.
A ella, la de los ojos claros canela,
con su cuerpo esbelto, rubia espiga,
que me da esperanzas cada día,
a tocar sus puertas de la real vida.
A la que la llevo día a día,
alentando el amor de mi vida,
esparciendo sus consuelos sobre mis desvelos,
esperando despertar entre sus brazos,
con el sabor de sus besos.
Para ti, en la que pienso en el mañana,
tomados por siempre de la mano,
en un cielo azul despejado,
sonriendo a toda brisa,
burlandonos de mi lecho,
que me hizo esclavo de los sueños,
en las noches negras......sin estrellas.
Todo esto y mas ,
con todo el amor de mi vida.
Mario Vásquez
[email protected]
1-17-07
Para ti
Para ti
Este poema es para ti,
la que se forjo en mis sueños mas hermosos
a la de cabellos oro miel,
que me ha hecho sentir,
..el sutil de sus suaves risos.
A la que a mi alma abrió,
con cascadas de embelesos
y surtió de entre ellos,... el amor y el deseo,
quedandose con el suspiro ...del ultimo beso.
A ella, la de los ojos claros canela,
con su cuerpo esbelto, rubia espiga,
que me da esperanzas cada día,
a tocar sus puertas de la real vida.
A la que la llevo día a día,
alentando el amor de mi vida,
esparciendo sus consuelos sobre mis desvelos,
esperando despertar entre sus brazos,
con el sabor de sus besos.
Para ti, en la que pienso en el mañana,
tomados por siempre de la mano,
en un cielo azul despejado,
sonriendo a toda brisa,
burlandonos de mi lecho,
que me hizo esclavo de los sueños,
en las noches negras......sin estrellas.
Todo esto y mas ,
con todo el amor de mi vida.
Mario Vásquez
[email protected]
1-17-07
El viejo
21/12/2006 17:21 MARIO VASQUEZ
El viejo
El Viejo
Doblando la inflamada vida,
va el viejo cantando su pesar costo,
de sus andanzas y azares en conjunto,
granos desvainados de una larga vida.
Cantos de años mozos,
cada estrofa, amor en mano,
sobresalían de las estrellas,
las cortesanas mas bellas.
Ebrio del sol y del trabajo,
bajo a la cantina, su reposo,
donde brotaba la palabra tosca
y las penas muy lejos de su alcance,
pensando en dulces sueños,
que huían como humo al cielo.
Invocaba a los amigos
los que hizo al transcurso de los años.
Agotada la esperanza en vida,
se arrullaba al rigor del orujo
y en la ebria insania
su cabeza besaba la mesa.
Su tristeza inspiraba al llanto
y lagrimas desfloraban de sus ojos.
Su dolor flotaba en este ambiente
y la muerte lo emboscaba de repente.
Recordando los años cuna,
hasta este día de fatiga,
pidiendo a Dios, que el dolor
y la amargura, que sufría,
ganara el don .....de la gloria.
Mientras alegaba y renegaba en si mismo,
el sueño, dulce amigo,
gano a la esperanza dichos consuelos,
quedando el silencio....con su ultimo suspiro.
Mario Vásquez
[email protected]
12-12-06
El amor a la vida nos hace olvidar, enevitablemente el final cerca, cuando uno menos lo espera...
El viejo
El Viejo
Doblando la inflamada vida,
va el viejo cantando su pesar costo,
de sus andanzas y azares en conjunto,
granos desvainados de una larga vida.
Cantos de años mozos,
cada estrofa, amor en mano,
sobresalían de las estrellas,
las cortesanas mas bellas.
Ebrio del sol y del trabajo,
bajo a la cantina, su reposo,
donde brotaba la palabra tosca
y las penas muy lejos de su alcance,
pensando en dulces sueños,
que huían como humo al cielo.
Invocaba a los amigos
los que hizo al transcurso de los años.
Agotada la esperanza en vida,
se arrullaba al rigor del orujo
y en la ebria insania
su cabeza besaba la mesa.
Su tristeza inspiraba al llanto
y lagrimas desfloraban de sus ojos.
Su dolor flotaba en este ambiente
y la muerte lo emboscaba de repente.
Recordando los años cuna,
hasta este día de fatiga,
pidiendo a Dios, que el dolor
y la amargura, que sufría,
ganara el don .....de la gloria.
Mientras alegaba y renegaba en si mismo,
el sueño, dulce amigo,
gano a la esperanza dichos consuelos,
quedando el silencio....con su ultimo suspiro.
Mario Vásquez
[email protected]
12-12-06
El amor a la vida nos hace olvidar, enevitablemente el final cerca, cuando uno menos lo espera...
Heroes del silencio
Héroes del Silencio.
Hablase de las calles de mi pueblo,
donde el sudor y la sangre, borro la alegría,
de la pintura ya cansada, de las paredes, semi erectas;
con agujeros a medio cuerpo,
parecen tener ojos de miedo, a los silbidos de balas,
que vagan sin rumbo, hasta dormir en el cuerpo, del inocente ser perplejo.
Quien puede hablar hoy, de esas almas,
que buscaban, tan solo la felicidad,
cuando juzgados en la confusión,
su pureza, marchitó
y la ilusión se perdió, en húmedos sangrientos, sin pensamientos.
Todo lo insensato de la creación,
me arroja a decir una maldición,
por estos seres sin amor, sin corazón,
con tan solo un proyecto sin razón alguno,
de intimidar y represar al ser,
de alma gritando sin un juicio.
Mario Vásquez
[email protected]
Hablase de las calles de mi pueblo,
donde el sudor y la sangre, borro la alegría,
de la pintura ya cansada, de las paredes, semi erectas;
con agujeros a medio cuerpo,
parecen tener ojos de miedo, a los silbidos de balas,
que vagan sin rumbo, hasta dormir en el cuerpo, del inocente ser perplejo.
Quien puede hablar hoy, de esas almas,
que buscaban, tan solo la felicidad,
cuando juzgados en la confusión,
su pureza, marchitó
y la ilusión se perdió, en húmedos sangrientos, sin pensamientos.
Todo lo insensato de la creación,
me arroja a decir una maldición,
por estos seres sin amor, sin corazón,
con tan solo un proyecto sin razón alguno,
de intimidar y represar al ser,
de alma gritando sin un juicio.
Mario Vásquez
[email protected]
COMO TE DESPOJO.
COMO TE DESPOJO.
No hay espacio tan grande como entre tú y yo,
pero me describes todas tus recorridas eróticas,
me entrelazas en un laberinto morboso,
en tus osadías entre tus ardientes amantes
y me dejo caer en una y mil fantasías.
La luna ilumina tu contextura,
dibujada en una silueta semidesnuda,
te penetro como la luz penetra al día
y desvisto tu imagen,
sin permiso, libero mi instinto morboso.
Siento tu roce en el silencio,
tus ojos dilatados en pulsante pasión,
los susurros que vienen de tus labios, rubí rojo,
la llama del deseo de besar tu lindo cuello.
Resaltan tus erectos cirios encendidos,
con dos botones endurecidos en la cúspide de tu pecho
Y enciende la llama de un apasionado beso,
tu vientre encadena el ritmo del deseo,
dentro de tu transparente atuendo,
puedo percibir el vello de tu venus,
húmedo, de cristalinas savias.
Tus piernas parten y su aroma despierta mi lengua,
queriendo navegar tu mar inquieto,
el ardor de tu monte en impaciente súplica,
se congestiona en tu punzante clítoris.
Trituras las entrañas de mi mente,
siento el íntimo acogedor de tus grietas,
e irgue el deseo de sacudir tus caderas,
tomando tus posaderas, escribiendo historia en tu seno,
penetrándote sin pudor, sin reglas, haciéndome tu esclavo favorito.
La fantasía de un éxtasis, se extiende,
viendo tu rostro descansando junto al mío,
bajo suaves caricias y suspiros enajenados,
así te pinto, en este eco que no encuentro,
aun despojándote, en mi débil morbosa mente, frente a mi.
Mario Vásquez
02-24-2012
[email protected]
No hay espacio tan grande como entre tú y yo,
pero me describes todas tus recorridas eróticas,
me entrelazas en un laberinto morboso,
en tus osadías entre tus ardientes amantes
y me dejo caer en una y mil fantasías.
La luna ilumina tu contextura,
dibujada en una silueta semidesnuda,
te penetro como la luz penetra al día
y desvisto tu imagen,
sin permiso, libero mi instinto morboso.
Siento tu roce en el silencio,
tus ojos dilatados en pulsante pasión,
los susurros que vienen de tus labios, rubí rojo,
la llama del deseo de besar tu lindo cuello.
Resaltan tus erectos cirios encendidos,
con dos botones endurecidos en la cúspide de tu pecho
Y enciende la llama de un apasionado beso,
tu vientre encadena el ritmo del deseo,
dentro de tu transparente atuendo,
puedo percibir el vello de tu venus,
húmedo, de cristalinas savias.
Tus piernas parten y su aroma despierta mi lengua,
queriendo navegar tu mar inquieto,
el ardor de tu monte en impaciente súplica,
se congestiona en tu punzante clítoris.
Trituras las entrañas de mi mente,
siento el íntimo acogedor de tus grietas,
e irgue el deseo de sacudir tus caderas,
tomando tus posaderas, escribiendo historia en tu seno,
penetrándote sin pudor, sin reglas, haciéndome tu esclavo favorito.
La fantasía de un éxtasis, se extiende,
viendo tu rostro descansando junto al mío,
bajo suaves caricias y suspiros enajenados,
así te pinto, en este eco que no encuentro,
aun despojándote, en mi débil morbosa mente, frente a mi.
Mario Vásquez
02-24-2012
[email protected]
SUAVE BRUMA
SUAVE BRUMA
De marea a marea lunar,
me revuelcas en una avalancha de liquido cristal,
y en tus placidas olas, se recrea mi abrumado cuerpo,
desnudo...., derritiendose como estatua de sal.
La suave vision de la blanca espuma,
ajena de miradas extrañas, se esfuma,
y llenan de ansiedad tus frigidas pupilas azuladas,
cubriendo mi cuerpo en dulce intimidad.
Me situas sobre tu fuerte cuerpo jovial,
atrasando mis latidos, en la profundidad de tu mar,
alterando el metronomo de mi razon,
arrebatando mil y un a fantasia a mi corazon.
Alivias mis suspiros, en inocentes juegos,
con tus suaves roces, mi ilusion se aloca,
llegando de tus manos y tu boca,
mi roca se derrite, al vaiven de tus espasmos,
sacudiendo con fuerza, las delicias de un orgasmo.
MARIO VASQUEZ
[email protected]
02/26/2010
De marea a marea lunar,
me revuelcas en una avalancha de liquido cristal,
y en tus placidas olas, se recrea mi abrumado cuerpo,
desnudo...., derritiendose como estatua de sal.
La suave vision de la blanca espuma,
ajena de miradas extrañas, se esfuma,
y llenan de ansiedad tus frigidas pupilas azuladas,
cubriendo mi cuerpo en dulce intimidad.
Me situas sobre tu fuerte cuerpo jovial,
atrasando mis latidos, en la profundidad de tu mar,
alterando el metronomo de mi razon,
arrebatando mil y un a fantasia a mi corazon.
Alivias mis suspiros, en inocentes juegos,
con tus suaves roces, mi ilusion se aloca,
llegando de tus manos y tu boca,
mi roca se derrite, al vaiven de tus espasmos,
sacudiendo con fuerza, las delicias de un orgasmo.
MARIO VASQUEZ
[email protected]
02/26/2010
Vicio
VICIO.
Yo, soy las cenizas tiradas, por el tiempo,
Con cabeza y un bastón llena en dudas,
Mi cordura llego al cielo sin ser vista,
Aun amándote, en claridad serena.
Nuestro futuro, terminaba en nombres callados,
frases con risas cortadas, me daban ninguna esperanza,
despedidas llenas de miedo en la media noche,
instantes de mi vida, que no fueron hermosos.
Ahora recuerdo con claridad tu mirada,
vacía, a lo largo de la muerte rodante,
te metiste en un instante, al decadente vicio,
sin saber que tu rostro pudiera ser hermoso, sin ese inicio.
Te ame, por encima de mi vida,
Pero eran ellos los que hacían un vacío
Y tu presencia se hizo lejana, como las estrellas,
Y por más que te gritaba, vagabas tu mirada y cerrabas las entradas.
Fueron ellos, los que te empezaron a hacer mal las cosas,
Y tan pronto el cumplido desvanecía, te retorcías al ocaso perdido,
mal vicio, tu cuerpo se perdía en la existencia pura
y no había bastón, que te detuviera rígida y serena.
Estaba siempre muy cerca, para abrir las paredes a tu paso,
Pero tú dormías en la penumbra que calzabas,
tu necesidad se equivoco al escoger el opio iluminante,
tu cuerpo se perdía inconsciente sin voz propia.
Ahora en el otoño de nuestras vidas,
aun busco el eco de tu amor perdido,
acosando tu sueño, que considero mío,
esperando que mi vida justifique,
por no haber hecho con esfuerzo grandes preguntas,
por temer de pequeñas respuestas, en las pocas veces que te poseí.
Ahora lloras teniéndole miedo a la muerte, no todos?,
el tiempo cae de prisa y tu perfume calla al vicio,
todo lo que tengo adentro de mi, me ata a ti,
juntos en vida hasta el infinito….
maldito vicio.
Mario A. Vásquez
02-26-2012
[email protected]
Yo, soy las cenizas tiradas, por el tiempo,
Con cabeza y un bastón llena en dudas,
Mi cordura llego al cielo sin ser vista,
Aun amándote, en claridad serena.
Nuestro futuro, terminaba en nombres callados,
frases con risas cortadas, me daban ninguna esperanza,
despedidas llenas de miedo en la media noche,
instantes de mi vida, que no fueron hermosos.
Ahora recuerdo con claridad tu mirada,
vacía, a lo largo de la muerte rodante,
te metiste en un instante, al decadente vicio,
sin saber que tu rostro pudiera ser hermoso, sin ese inicio.
Te ame, por encima de mi vida,
Pero eran ellos los que hacían un vacío
Y tu presencia se hizo lejana, como las estrellas,
Y por más que te gritaba, vagabas tu mirada y cerrabas las entradas.
Fueron ellos, los que te empezaron a hacer mal las cosas,
Y tan pronto el cumplido desvanecía, te retorcías al ocaso perdido,
mal vicio, tu cuerpo se perdía en la existencia pura
y no había bastón, que te detuviera rígida y serena.
Estaba siempre muy cerca, para abrir las paredes a tu paso,
Pero tú dormías en la penumbra que calzabas,
tu necesidad se equivoco al escoger el opio iluminante,
tu cuerpo se perdía inconsciente sin voz propia.
Ahora en el otoño de nuestras vidas,
aun busco el eco de tu amor perdido,
acosando tu sueño, que considero mío,
esperando que mi vida justifique,
por no haber hecho con esfuerzo grandes preguntas,
por temer de pequeñas respuestas, en las pocas veces que te poseí.
Ahora lloras teniéndole miedo a la muerte, no todos?,
el tiempo cae de prisa y tu perfume calla al vicio,
todo lo que tengo adentro de mi, me ata a ti,
juntos en vida hasta el infinito….
maldito vicio.
Mario A. Vásquez
02-26-2012
[email protected]
Amor cibernetico
05/12/2007 18:52 MARIO VASQUEZ
Amor cibernético.
Amor cibernético.
Imagen silenciosa, con besos de aire,
en este cibernético jardín,
llenas mi cuerpo de emociones,
girando mi alma con tus visiones.
Ven que tengo prisa,
a jugarme el todo con tu sonrisa,
reventando mi cinturón,
llenando mis manos de aventuras,
a nacer.
Ya veo tus palabras, ahogandose,
en el vibro de mi pantalla,
divagando mis sueños,
tocando, lo siniestro del pecado.
Tu haces despertar mis deseos,
encadenandome a tus juegos.
Desembocas mi corazón,
con tus perversas ideas,
haciendolas llegar, a este espacio de mi corazón.
Me entretienes en la inspiración,
nacida del deshielo,
moliendo tu ardiente intimidad, tu consuelo.
Estoy aquí leyendote fiel,
como tus inquietos dedos,
se hunden en el lago de plata, a nacer,
socavando los confines de tu húmedo ser.
La necesidad de mirarte,
se vuelve imperiosa,
al leer tus espasmos desesperados,
cada ves mas y mas.
Aferrandome, aquí, al espejismo,
de tu sexo, ardiente y mojado, a la ves.
Que inquietud cuando lei,
“ah, ya me fui”.......
y la tormenta terminaba
diciendome,.........gracias por estar conmigo,
te veo mañana, mi amor cibernético.
Mario Vasquez.
11/05/07
[email protected]
Amor cibernético.
Amor cibernético.
Imagen silenciosa, con besos de aire,
en este cibernético jardín,
llenas mi cuerpo de emociones,
girando mi alma con tus visiones.
Ven que tengo prisa,
a jugarme el todo con tu sonrisa,
reventando mi cinturón,
llenando mis manos de aventuras,
a nacer.
Ya veo tus palabras, ahogandose,
en el vibro de mi pantalla,
divagando mis sueños,
tocando, lo siniestro del pecado.
Tu haces despertar mis deseos,
encadenandome a tus juegos.
Desembocas mi corazón,
con tus perversas ideas,
haciendolas llegar, a este espacio de mi corazón.
Me entretienes en la inspiración,
nacida del deshielo,
moliendo tu ardiente intimidad, tu consuelo.
Estoy aquí leyendote fiel,
como tus inquietos dedos,
se hunden en el lago de plata, a nacer,
socavando los confines de tu húmedo ser.
La necesidad de mirarte,
se vuelve imperiosa,
al leer tus espasmos desesperados,
cada ves mas y mas.
Aferrandome, aquí, al espejismo,
de tu sexo, ardiente y mojado, a la ves.
Que inquietud cuando lei,
“ah, ya me fui”.......
y la tormenta terminaba
diciendome,.........gracias por estar conmigo,
te veo mañana, mi amor cibernético.
Mario Vasquez.
11/05/07
[email protected]
A ti mi......
A ti mi..........
Describes tus miedos y encantos,
tus amores y desgracias,
tu risa y dolor de tormentos
y con lágrimas traes la calma en ancias.
Eres poeta que alcanza la esperanza,
de corazones que al llanto quebrantan,
por abrazar almohadas sin nombre,
amor, al que un día se aferraron y murió de repente.
Das luz a las tinieblas y enfermedades del alma,
le das fragancia a las partidas en lágrima
y tu musa ilumina al pensamiento enfermo,
la que con tus manos en la poesía,
derrama amor en el sentimiento perdido.
Te inspiras en la ausencia del ocaso encantado,
y tu arquitectura erecta besos poseídos,
que imploran ser desencadenados,
porque tu sabes de corazones atormentados,
te imploro, que con tus letras, hagas de mi, un cielo estrellado.
Reluce los sueños de un ayer desvanecido,
pasado silencioso, hoy mudo y derruido,
donde lo premiado fue recompensado con maldad,
por lo que pague por pecados mios y el amor de otro desconocido.
Exalta tu escrito con alegría,
que cada prosa este llena de melodía,
para que el beso despierte de su letargo
y de caricias me llene, mi verdugo.
Mario Vasquez
11-04-10
[email protected]
Describes tus miedos y encantos,
tus amores y desgracias,
tu risa y dolor de tormentos
y con lágrimas traes la calma en ancias.
Eres poeta que alcanza la esperanza,
de corazones que al llanto quebrantan,
por abrazar almohadas sin nombre,
amor, al que un día se aferraron y murió de repente.
Das luz a las tinieblas y enfermedades del alma,
le das fragancia a las partidas en lágrima
y tu musa ilumina al pensamiento enfermo,
la que con tus manos en la poesía,
derrama amor en el sentimiento perdido.
Te inspiras en la ausencia del ocaso encantado,
y tu arquitectura erecta besos poseídos,
que imploran ser desencadenados,
porque tu sabes de corazones atormentados,
te imploro, que con tus letras, hagas de mi, un cielo estrellado.
Reluce los sueños de un ayer desvanecido,
pasado silencioso, hoy mudo y derruido,
donde lo premiado fue recompensado con maldad,
por lo que pague por pecados mios y el amor de otro desconocido.
Exalta tu escrito con alegría,
que cada prosa este llena de melodía,
para que el beso despierte de su letargo
y de caricias me llene, mi verdugo.
Mario Vasquez
11-04-10
[email protected]
ASI INTIMO
ASI INTIMO
Si fuese todo amor sexual,
para sentirme en tu presencia,
tu rostro sonreiría, aun en mi ausencia,
las tinieblas de mis pupilas llorarían de alegría.
así..., te quiero saber por las mañanas, intimo,
deteniendo las horas, quitándoles el ritmo,
desbordando el cielo, en nosotros rondando,
emociones en celo, con vibra de mi amado.
Que tus manos inquietas jueguen con los botones de mi pecho,
y la extensión de tu piel, que se pierda en la intimidad de mi ser,
con caricias raudas, morbosas e inmorales,
desembocando tus pasiones en un frenesí desesperado.
Esa ternura conque tocas mis surcos,
dejan huellas en los instantes vividos,
desbordando mi calis, en fluentes manantiales,
mi cuerpo corre a tu abrazo, con armonía de ambiciones triviales.
Inconciente, sigues con tus antojos joviales,
tus besos despiertan el brillo de mi carne ardiente,
tu boca mordiendo y tu lengua, ocupada en mis eróticas cavidades, triunfante
y mis crepúsculos se realizan, al bañarse en tus luces carnales.
De así, un comienzo, a nuestro cándido pugilato nuevamente....
así....., te quiero saber por las mañanas...., intimo
[email protected]
Si fuese todo amor sexual,
para sentirme en tu presencia,
tu rostro sonreiría, aun en mi ausencia,
las tinieblas de mis pupilas llorarían de alegría.
así..., te quiero saber por las mañanas, intimo,
deteniendo las horas, quitándoles el ritmo,
desbordando el cielo, en nosotros rondando,
emociones en celo, con vibra de mi amado.
Que tus manos inquietas jueguen con los botones de mi pecho,
y la extensión de tu piel, que se pierda en la intimidad de mi ser,
con caricias raudas, morbosas e inmorales,
desembocando tus pasiones en un frenesí desesperado.
Esa ternura conque tocas mis surcos,
dejan huellas en los instantes vividos,
desbordando mi calis, en fluentes manantiales,
mi cuerpo corre a tu abrazo, con armonía de ambiciones triviales.
Inconciente, sigues con tus antojos joviales,
tus besos despiertan el brillo de mi carne ardiente,
tu boca mordiendo y tu lengua, ocupada en mis eróticas cavidades, triunfante
y mis crepúsculos se realizan, al bañarse en tus luces carnales.
De así, un comienzo, a nuestro cándido pugilato nuevamente....
así....., te quiero saber por las mañanas...., intimo
[email protected]
TU ERES...
TU ERES…
Tu eres la voz que mi estar cunde,
entre mi morbo que en tu ser se hunde
y la serenidad de la burocracia que cansa,
no llena de dudas la tranquilidad en mi cabeza.
Te amo porque desesperas,
con perlas derritiendo de tu monte,
mi cuerpo te retiene a suaves roces,
con mástil de pétalos y azuces de roca.
Mi daga hiere tu piel,
como al matiz, tal sensual pincel,
Que alforja contiene tanta miel?,
que embriaga la naturaleza de todo mi ser.
Castigas mis oídos con unísono eco de tu voz,
pulverizando el silencio en quejidos agónicos,
y enciendes tu épico pezón
y aflora tenues pálpitos de tu corazón.
El infinito mareo de los sentidos,
entalla el concluso éxtasis a morir,
sin pudor te penetras a mi cuerpo
y crujen los espasmos, ahogando las ganas de un ayer.
MARIO VASQUEZ
03/22/2012
[email protected]
Tu eres la voz que mi estar cunde,
entre mi morbo que en tu ser se hunde
y la serenidad de la burocracia que cansa,
no llena de dudas la tranquilidad en mi cabeza.
Te amo porque desesperas,
con perlas derritiendo de tu monte,
mi cuerpo te retiene a suaves roces,
con mástil de pétalos y azuces de roca.
Mi daga hiere tu piel,
como al matiz, tal sensual pincel,
Que alforja contiene tanta miel?,
que embriaga la naturaleza de todo mi ser.
Castigas mis oídos con unísono eco de tu voz,
pulverizando el silencio en quejidos agónicos,
y enciendes tu épico pezón
y aflora tenues pálpitos de tu corazón.
El infinito mareo de los sentidos,
entalla el concluso éxtasis a morir,
sin pudor te penetras a mi cuerpo
y crujen los espasmos, ahogando las ganas de un ayer.
MARIO VASQUEZ
03/22/2012
[email protected]
SOLITARIO
Solitario.
Esta noche triste y desolada,
oscura, como el silencio, mi amigo,
susurro al viento, que calle mi quejido.
Es mi mano la invitada, esta noche,
a saborear del fluído que resbala,
como cascada de plata,
desbordándose por mis hondonadas,
estrechando a sus anchas,
esta piel que se hincha, en cada pajeada.
Pasa, mi mano, de caricias a locura desbocada,
cada vez más rápido, pulsando mis pulmones,
a tomar el aire suficiente,
para que mi corazón no falte,
en los momentos, del delirio evocado.
Con que dulzura paso el tiempo,
pensando en culos de tan solo sueños,
dejando que mi mente se divague,
deleitando la morbosa osadía.
Pego el grito a mi mundo molido,
que me deja sin aliento alguno.
Con una erupción sin paralelo.
Y mi mano, cansada, acariciando mi falo,
agotado, borracho y flagelado .
Ha sido un momento desolado,
con mi mano y mis tributos,
haciendo lo que más quería
Mario Vásquez
julio 8/08
[email protected].
Esta noche triste y desolada,
oscura, como el silencio, mi amigo,
susurro al viento, que calle mi quejido.
Es mi mano la invitada, esta noche,
a saborear del fluído que resbala,
como cascada de plata,
desbordándose por mis hondonadas,
estrechando a sus anchas,
esta piel que se hincha, en cada pajeada.
Pasa, mi mano, de caricias a locura desbocada,
cada vez más rápido, pulsando mis pulmones,
a tomar el aire suficiente,
para que mi corazón no falte,
en los momentos, del delirio evocado.
Con que dulzura paso el tiempo,
pensando en culos de tan solo sueños,
dejando que mi mente se divague,
deleitando la morbosa osadía.
Pego el grito a mi mundo molido,
que me deja sin aliento alguno.
Con una erupción sin paralelo.
Y mi mano, cansada, acariciando mi falo,
agotado, borracho y flagelado .
Ha sido un momento desolado,
con mi mano y mis tributos,
haciendo lo que más quería
Mario Vásquez
julio 8/08
[email protected].
Enamorado
29/01/2007 14:27 MARIO VASQUEZ
Enamorado
Enamorado
Estoy enamorado.......
Enamorado de una mujer maravillosa,
de alma blanca y corazón de oro,
que huele a rosa y ponderosa.
Tiene dos esmeraldas por ojos,
perlas en su boca
y cabello largo, café oro,
que cae sobre sus hombros,
como cascadas manejadas por el viento.
Pintado con acuarelas,
es su piel,.... color canela,
que refleja del sol,
su sutil y suave belleza.
Por la noche, la luna se esconde,.... de celos,
y las estrellas pispilean, ante sus destellos.
Ella me ama y yo la adoro,
sin ver el ayer o el mañana.
Cuando me abraza,
yo me derrito.
Con sus besos y embelesos
emerjo de entre mis sueños
protegido entre sus brazos.
Es la esperanza en mi vida,
la canción nunca oída,
que ha llenado mi mundo
de gratas e inevitables sensaciones.
Por todo esto y mas,
le doy gracias, en este mes
de los enamorados,
por estar a mi lado.
Mario Vasquez
[email protected]
2-1-07
Enamorado
Enamorado
Estoy enamorado.......
Enamorado de una mujer maravillosa,
de alma blanca y corazón de oro,
que huele a rosa y ponderosa.
Tiene dos esmeraldas por ojos,
perlas en su boca
y cabello largo, café oro,
que cae sobre sus hombros,
como cascadas manejadas por el viento.
Pintado con acuarelas,
es su piel,.... color canela,
que refleja del sol,
su sutil y suave belleza.
Por la noche, la luna se esconde,.... de celos,
y las estrellas pispilean, ante sus destellos.
Ella me ama y yo la adoro,
sin ver el ayer o el mañana.
Cuando me abraza,
yo me derrito.
Con sus besos y embelesos
emerjo de entre mis sueños
protegido entre sus brazos.
Es la esperanza en mi vida,
la canción nunca oída,
que ha llenado mi mundo
de gratas e inevitables sensaciones.
Por todo esto y mas,
le doy gracias, en este mes
de los enamorados,
por estar a mi lado.
Mario Vasquez
[email protected]
2-1-07
Vida
Que dulzura la del dulce,
endulzar lo amargo de nuestras vidas,
por lo que el rigor del día amarga lo dulce del cotidiano día.
endulzar lo amargo de nuestras vidas,
por lo que el rigor del día amarga lo dulce del cotidiano día.
Erótica.
Erótica.
Con que sueños duermes,
que el eco me deslumbra,
tus desequilibrios, eróticamente asaltan,
y la lujuria despierta mas temprano que nunca.
Tu cáliz ardiente, se desborda
Y mi campana taña tus bordes mansamente,
tu urna parte y descubro la riqueza de riquezas,
mis labios se postran a tu manso mar,
y tu venus muestra, sin malicia alguna, su rosado cerezo.
Tu brebaje, con aroma embriagante, me enajena,
sorbo a sorbo se sacia mi lengua sin tregua alguna,
tus espasmos llegan en cadencia celestial,
y el sismo se divisa en tu rostro, sin dilatar el mío.
Los dos somos uno, en esta guerra sin tregua,
tu tratando tu clímax, yo manipulando tu ardor,
y florece tu sexo en quejidos maniáticos,
el tálamo se sucumbe a nuestra desesperada vibra.
Se sacuden nuestros cuerpos, en pasmos atónitos,
estoy muy cerca para tocar el cielo, exclamó
su regazo grito y un manantial desbordó,
despertando mi hombría que culminaba su éxtasis.
Turbando la magia de la cópula,
Se corrió como diva, dejándola en sutil gracia,
tu sombra dilataba la mía y mi piel moría en la tuya.
MARIO VASQUEZ
02/23/2012
[email protected]
Con que sueños duermes,
que el eco me deslumbra,
tus desequilibrios, eróticamente asaltan,
y la lujuria despierta mas temprano que nunca.
Tu cáliz ardiente, se desborda
Y mi campana taña tus bordes mansamente,
tu urna parte y descubro la riqueza de riquezas,
mis labios se postran a tu manso mar,
y tu venus muestra, sin malicia alguna, su rosado cerezo.
Tu brebaje, con aroma embriagante, me enajena,
sorbo a sorbo se sacia mi lengua sin tregua alguna,
tus espasmos llegan en cadencia celestial,
y el sismo se divisa en tu rostro, sin dilatar el mío.
Los dos somos uno, en esta guerra sin tregua,
tu tratando tu clímax, yo manipulando tu ardor,
y florece tu sexo en quejidos maniáticos,
el tálamo se sucumbe a nuestra desesperada vibra.
Se sacuden nuestros cuerpos, en pasmos atónitos,
estoy muy cerca para tocar el cielo, exclamó
su regazo grito y un manantial desbordó,
despertando mi hombría que culminaba su éxtasis.
Turbando la magia de la cópula,
Se corrió como diva, dejándola en sutil gracia,
tu sombra dilataba la mía y mi piel moría en la tuya.
MARIO VASQUEZ
02/23/2012
[email protected]
ASI INTIMO
ASI INTIMO
Si fuese todo amor sexual,
para sentirme en tu presencia,
tu rostro sonreiría, aun en mi ausencia,
las tinieblas de mis pupilas llorarían de alegría.
así..., te quiero saber por las mañanas, intimo,
deteniendo las horas, quitándoles el ritmo,
desbordando el cielo, en nosotros rondando,
emociones en celo, con vibra de mi amado.
Que tus manos inquietas jueguen con los botones de mi pecho,
y la extensión de tu piel, que se pierda en la intimidad de mi ser,
con caricias raudas, morbosas e inmorales,
desembocando tus pasiones en un frenesí desesperado.
Esa ternura conque tocas mis surcos,
dejan huellas en los instantes vividos,
desbordando mi calis, en fluentes manantiales,
mi cuerpo corre a tu abrazo, con armonía de ambiciones triviales.
Inconciente, sigues con tus antojos joviales,
tus besos despiertan el brillo de mi carne ardiente,
tu boca mordiendo y tu lengua, ocupada en mis eróticas cavidades, triunfante
y mis crepúsculos se realizan, al bañarse en tus luces carnales.
De así, un comienzo, a nuestro cándido pugilato nuevamente....
así....., te quiero saber por las mañanas...., intimo
[email protected]
11-10-10
Si fuese todo amor sexual,
para sentirme en tu presencia,
tu rostro sonreiría, aun en mi ausencia,
las tinieblas de mis pupilas llorarían de alegría.
así..., te quiero saber por las mañanas, intimo,
deteniendo las horas, quitándoles el ritmo,
desbordando el cielo, en nosotros rondando,
emociones en celo, con vibra de mi amado.
Que tus manos inquietas jueguen con los botones de mi pecho,
y la extensión de tu piel, que se pierda en la intimidad de mi ser,
con caricias raudas, morbosas e inmorales,
desembocando tus pasiones en un frenesí desesperado.
Esa ternura conque tocas mis surcos,
dejan huellas en los instantes vividos,
desbordando mi calis, en fluentes manantiales,
mi cuerpo corre a tu abrazo, con armonía de ambiciones triviales.
Inconciente, sigues con tus antojos joviales,
tus besos despiertan el brillo de mi carne ardiente,
tu boca mordiendo y tu lengua, ocupada en mis eróticas cavidades, triunfante
y mis crepúsculos se realizan, al bañarse en tus luces carnales.
De así, un comienzo, a nuestro cándido pugilato nuevamente....
así....., te quiero saber por las mañanas...., intimo
[email protected]
11-10-10
Despedida
Despedida.
Que tan amarga puede ser una despedida,
que ya sufriendo me han dejado tu perdida mirada
y de negro se viste la penumbre,
al ver mis perlas rodar como de costumbre.
No es la primera ves que te pierdes de mi vida,
desapareciendo te vas sin ningún retraso
y el miedo comienza a carcomer un futuro sin mira,
en un laberinto que confunde mi silencio.
Es infinito, si no pienso en ti,
pues tu fragancia dejaste, muy profundo en mi
y como escribir una poesía,
si te llevaste mi musa en esa noche fría.
Por sentir lo que siento que me ha quedado,
estoy regalando el ultimo sentimiento, aquí encadenado,
por lo cerca y profundo de mi amor,
te escribo esta poesía,
perdiéndote por siempre con mucho dolor.
Mario Vasquez
110-27-2010
[email protected]
Que tan amarga puede ser una despedida,
que ya sufriendo me han dejado tu perdida mirada
y de negro se viste la penumbre,
al ver mis perlas rodar como de costumbre.
No es la primera ves que te pierdes de mi vida,
desapareciendo te vas sin ningún retraso
y el miedo comienza a carcomer un futuro sin mira,
en un laberinto que confunde mi silencio.
Es infinito, si no pienso en ti,
pues tu fragancia dejaste, muy profundo en mi
y como escribir una poesía,
si te llevaste mi musa en esa noche fría.
Por sentir lo que siento que me ha quedado,
estoy regalando el ultimo sentimiento, aquí encadenado,
por lo cerca y profundo de mi amor,
te escribo esta poesía,
perdiéndote por siempre con mucho dolor.
Mario Vasquez
110-27-2010
[email protected]
BUSCANDO
BUSCANDO.
Sueños recorridos y gastados,
de un sublime amor, cual vértice lejano,
desea entrar en tu firmamento,
de besos perdidos, entre dilatadas sombras ocultas.
Buscando, sin descanso, ese beso dado,
como poesía perdida, en la punta de mi pluma,
de caricias que fueron acribilladas, en una perdida batalla,
añoranzas y sufrimientos, de un ayer que perdió mi calma.
Aun así, creí en el amor, cuando me fue robado,
con besos encontrados en un oasis de hermosura,
que germinó manantiales de un amor sagrado,
que no se como se escapo y rodó por mares desvanecidos.
Por ese suspiro, que rompe el aire,
y por lo que suspira un amor eterno, que es utopía,
aun deseo esa pasión de un paraíso no muy lejano,
para no morir, sin ser de nuevo amado.
MARIO VÁSQUEZ
[email protected]
10-8-2010
Sueños recorridos y gastados,
de un sublime amor, cual vértice lejano,
desea entrar en tu firmamento,
de besos perdidos, entre dilatadas sombras ocultas.
Buscando, sin descanso, ese beso dado,
como poesía perdida, en la punta de mi pluma,
de caricias que fueron acribilladas, en una perdida batalla,
añoranzas y sufrimientos, de un ayer que perdió mi calma.
Aun así, creí en el amor, cuando me fue robado,
con besos encontrados en un oasis de hermosura,
que germinó manantiales de un amor sagrado,
que no se como se escapo y rodó por mares desvanecidos.
Por ese suspiro, que rompe el aire,
y por lo que suspira un amor eterno, que es utopía,
aun deseo esa pasión de un paraíso no muy lejano,
para no morir, sin ser de nuevo amado.
MARIO VÁSQUEZ
[email protected]
10-8-2010
Quiciera
Quisiera.
Como quisiera verte desnuda,
pintar mi huella en tu presencia muda,
agitar tu pulso.. hasta hacer perspirar tu piel
y robarte así, el pecado, en apasionados besos de miel.
Sensualidad que manifiesta anhelos,
de quejidos que susurran un... te quiero.
Sinuosos labios que se mueren por morder tu guarida,
para enseñarte el amor con brillo de fuego.
Dime donde empiezan tus errante besos,
para unir los míos con tus dos cerezos,
hacer el amor al canto del viento
y dormirnos en un eterno sueño de encanto.
Mario Vásquez
[email protected]
Como quisiera verte desnuda,
pintar mi huella en tu presencia muda,
agitar tu pulso.. hasta hacer perspirar tu piel
y robarte así, el pecado, en apasionados besos de miel.
Sensualidad que manifiesta anhelos,
de quejidos que susurran un... te quiero.
Sinuosos labios que se mueren por morder tu guarida,
para enseñarte el amor con brillo de fuego.
Dime donde empiezan tus errante besos,
para unir los míos con tus dos cerezos,
hacer el amor al canto del viento
y dormirnos en un eterno sueño de encanto.
Mario Vásquez
[email protected]
Un relato de mis vacaciones.
Un relato de mis vacaciones.
Mi nombre es Carlos, estudiante de leyes, en el verano del 2008, mi amigo Miguel me invito a vacacionar en la casa de campo de la familia.
Cuando llegamos a la casa de campo, su madre Amalia, como de 45 años, viuda, sus hermanas, Sarah, de 16 años, Ana, de 14 años y su abuela Hilda, ya mayor, de unos 70 años, todas muy alegres de vernos, nos tomaron con buen gusto y nos invitaron a pasar y luego nos enseñaron nuestros cuartos.
Era una casa grande, rustica, pero bien cuidada, con grandes balcones, con vista a la preciosa playa, el olor a mar penetraba por todas partes.
Después de desempacar, Sarah y Ana, nos invitaron a conocer los alrededores, fuimos a la plaza central y al muelle, todo típico de un pueblo acogedor. Todo era muy distinto a la ciudad, no trafico, todo a su tiempo, los colores de las casas, todas diferentes, color chillante opaco, pero acogedor.
Al regreso, tomamos un corto, yéndonos por la playa, disfrutamos de la brisa cálida, la frescura del agua y la invitación al juego entre nosotros, mientras ayudábamos a Ana a colectar caracoles.
Se nos hizo tarde, el tiempo paso muy ligero, cuando llegamos a casa, la cena estaba ya lista, nos lavamos y nos sentamos en la mesa, la abuela Hilda puso mucha atención a Miguel y dejo que Sarah me sirviera la cena a mi, todos hablando de lo que habíamos hecho por la tarde.
Así pasamos una cena muy amena y la señora Amalia nos dijo que después de la cena iríamos a la plaza por un helado, para calmar el calor que hacia, yo me disculpe, pues me iban a llamar por teléfono, desde la ciudad, así que todos se despidieron y fueron a rumbo al pueblo, mientras tanto, esperaba la llamada, fui donde la abuela Hilda, haciéndole saber que iba a darme un baño, por si en dado caso llamaban, mientras tato, me fuera a llamar.
Escogí la ropa de dormir y una toalla y me dirigí a bañarme, no había agua caliente, pero se sentía cálida, por el calor del día; En medio de mi baño, sentí una brisa que entraba, pero no le tome atención, luego después de unos 3 o 4 minutos, la brisa seso, tampoco le puse mucha atención.
Ya en el cuarto y en pijamas, me acerque a la ventana, recibiendo una brisa olorosa, salada, viendo la hermosa playa y contemplando el cielo despejado y estrellado; muy bonita vista , me dijo la abuela Hilda, sorprendido por su presencia, le sonreí, diciéndole, que era muy bonita la vista desde la ventana,
sí, esta casa esta muy bien situada, me dijo y de esta manera comenzamos una charla, mientras hablábamos, se acercó muy cerca de la ventana, junto a mi, viendo con mirada hacia el cielo, me susurro al oído, te vi bañándote, vi tu silueta, tras la cortina, tu cuerpo y tus manos acariciando y limpiando tus atributos, que no sabia porque, pero le había cautivado de una manera erótica, que se había tenido que retirarse a su cuarto, pues en esos minutos que me había estado observando, se le habían humedecido las pantaletas, se sentía sucia, pero al mismo tiempo feliz, que no sabia que le pasaba.
No se imaginaba tener una mente morbosa, me decía suavemente, esa playa, la playa del amor, me dijo, es donde yo descubrí mis mas intimas partes, ahí aprendí a hacer el amor, cuando aun era una chica moza, de la manera en que lo decía, sin poder impedirlo, estaba teniendo una erección, que la comprimía contra la pared y el molde de la ventana, para no llamar la atención de la mirada de Hilda, pero mientras ella me contaba de sus aventuras amorosas, no resistí el dolor, separándome un poco de la ventana, Hilda, miro a mis pijamas y vio el bulto que se hacia, pero disimulo y siguió con sus relatos, de como ella se escapaba por las noches, sin que nadie se diera cuenta, a encontrarse con su novio, con el cual descubrió la esencia de la excitación, lo prohibido, el amor por primera ves y la sensación erótica de siluetas por la noche, a la luz de la luna, al tan solo pensar que podría suceder en cada escapada; yo sentía como ese relato me estaba poniendo y Hilda que a pesar de sus años, me hacia sentir desesperadamente ansioso, excitante, sexual, sentía como mi pijama, se humedecía de una manera que se notaba lo mojado, sobre la suave tela de mis pijamas, de repente, sin parar de hablar, me puso su cálida pero firme suave mano, entre la camisa de la pijama, esperando de mi reacción, no movió su mano por un momento, me quede perplejo, sin saber que decir o hacer, seguí con mi mirada fija al mar, disimulando, haciéndome el loco, como si nada pasaba, Hilda callo, el silencio me hizo sentir incomodo y nervioso, mientras ella deslizaba su mano a mis pantalones, mi corazón pego un brinco, cuando sentí como sus dedos tomaban el tronco de mi verga, hinchada como nunca, suavemente sus dedos tomaron la punta, se humedeció la mano con ello y me masturbó suavemente; tomándome con su otra mano, se voltio frente a mi, con una mirada de ruego, tomo mi otra mano y se la llevo debajo de sus faldas, puso mi mano en sus pantaletas, mojadas como lo estaban mis pijamas, sentí lo hinchado de sus labios, todos mojados, sin perder un momento, se deslizó las pantaletas, dejándolas caer al suelo, mi mano pudo acariciar todas sus intimas partes, no tenia vello púbico, sus labios, se sentían suavecitos, algo flojos pero hinchados, su conchita, digo conchota, era una laguna de fluidos vaginales, partió su labios, llevo mi mano, haciéndola recorrer tocando su mas eróticas partes, toda mojada, la movió hacia su clítoris, sobresaliente pulsante, al compas de su corazón, que latía furioso, por la presión de la ansiedad y la excitación, Hilda, gimió, al mismo tiempo que yo le acariciaba su enorme clítoris; me fascinó el poder jugar con mis dedos, tomándolo entre tres de ellos y flagelándolo, como una pequeña verga, su mano, apretaba la mía contra su clítoris, dando gemidos, como nunca los había oído; respirando profundamente; se relajo, abrió sus piernas me llevo la mano a su vagina, introduciendo dos de mis dedos, hasta donde pude, comenzó a mover sus caderas, moviendo sus piernas con una moción de danza suave, al mismo tiempo que ella me masturbaba mi verga desesperadamente; el tiempo pidió el ritmo, aceleramos nuestros movimientos, sentí como ella llegaba a su clímax, con una mano en su vagina y la otra le tocaba su culo, que también lo tenia muy húmedo y pulsante, estaba como loca, aparto mi mano que acariciaba su vagina, tomo mi verga, se sentó en la orilla de la ventana y penetro toda mi verga en su vagina, se deslizo como si se hubiera puesto mantequilla, tocando en la profundidad su útero, entrepierno mi cuerpo, e hizo un nudo con ellas, apretándome muy fuerte a su cuerpo, no me podía mover, pero sus caderas, se movían en un vaivén, que nos volvía a la locura; no me podía imaginar, como Hilda de 70 años me hacia sentir de esta manera, sentía los músculos de su vagina, como succionaban y apretaban mi verga, como que se la quisiese tragar , con toques de profundidad corta, pero ligeros, su cara sonrosada, yo sentía como se derretía todo su cuerpo, los líquidos de ambos, rodaban por mis piernas, ella rugía y pujaba, me mordía el hombro, desesperada, por llagar al orgasmo, alzo la cabeza, mientras suspiraba profundamente, me miro, aflojo sus piernas y fue donde yo comencé con ritmo rápido, pues sentía que me venia, se oían los ruidos plasmáticos, cuando tocaban nuestros cuerpos, cada ves que se la sacaba y metía mi verga en su remojada vagina, con que fuerza lo hacia, que sentía dolor sabroso, el ruido y la humedad nos llevaba a un épico erótico despampanante, ella con su boca abierta, para tomar mas aire, con jadeos desbordantes, yo metiéndosela cada ves mas rápido, con pujidos míos, desesperantes, queriendo meter mis huevos en su vagina, nos llevaba a un vértigo con rumbo a las delicias, le tome las nalgas, haciendo mover todo su cuerpo contra el mio, en un deleite suspiro, provocando un orgasmo eléctrico mutuo; nuestros cuerpos cayeron uno contra el otro, sudorosos de todo este jaloteo maravilloso; suavemente me dio un beso en la mejía, tomo mi verga en sus manos, toda ella llena de semen y líquidos de ambos, se arrodillo y le dio un beso a la punta de mi verga, tomo sus pantaletas y me dijo :
Eres aun un muy joven, muchacho, pero me haz hecho tan feliz, como ningún hombre, tantos años esperando por alguien que me hiciera sentir como hoy, una mujer feliz, llena de sexualidad, me siento como nueva, le haz dado sentido a mi vida, recogió sus pantaletas y se retiro a su cuarto, sin decir nada mas.
No sabia que decir, nunca en mi vida pensé tener una relación como esta, con una persona mayor, como Hilda, pensé en enamorar a Sarah, pero no esto.
Tome otro cambio de pijamas, me bañe y me fui a la cama, habían pasado, casi dos horas desde que Hilda me comenzó a tocar; en la cama, las erecciones me venían y se iban, cada ves que recordaba lo que había sucedido, me entraban sonrisas picaras y volteaba por todos lados, como si alguien me estuviera viendo y sabia lo que había hecho, eso era tabú.
Nunca mas pudimos estar a solas, Manuel y sus hermanas me llenaban el tiempo, jugando, conociendo la playa, divirtiéndonos, como debería de haber pasado, así se paso nuestro verano.
Llego el día de despedirnos, con un nudo en mi garganta y unas lágrimas, por no querer dejar ese lugar tan especial y a la mujer que me hizo sentir hombre, me despedí de todos, en especial de Hilda, prometiéndole que un día volvería, ella me abrazo y me deseo muy buena suerte.
Nunca veré a las mujeres mayores indiferentes, mi mente morbosa, piensa siempre en Hilda y cada ves que veo una mujer mayor, pienso…. como seria si hiciéramos el amor…, diferente, o mejor que con Hilda…….?
MARIO A. VASQUEZ
02-12-200-12
[email protected]
Mi nombre es Carlos, estudiante de leyes, en el verano del 2008, mi amigo Miguel me invito a vacacionar en la casa de campo de la familia.
Cuando llegamos a la casa de campo, su madre Amalia, como de 45 años, viuda, sus hermanas, Sarah, de 16 años, Ana, de 14 años y su abuela Hilda, ya mayor, de unos 70 años, todas muy alegres de vernos, nos tomaron con buen gusto y nos invitaron a pasar y luego nos enseñaron nuestros cuartos.
Era una casa grande, rustica, pero bien cuidada, con grandes balcones, con vista a la preciosa playa, el olor a mar penetraba por todas partes.
Después de desempacar, Sarah y Ana, nos invitaron a conocer los alrededores, fuimos a la plaza central y al muelle, todo típico de un pueblo acogedor. Todo era muy distinto a la ciudad, no trafico, todo a su tiempo, los colores de las casas, todas diferentes, color chillante opaco, pero acogedor.
Al regreso, tomamos un corto, yéndonos por la playa, disfrutamos de la brisa cálida, la frescura del agua y la invitación al juego entre nosotros, mientras ayudábamos a Ana a colectar caracoles.
Se nos hizo tarde, el tiempo paso muy ligero, cuando llegamos a casa, la cena estaba ya lista, nos lavamos y nos sentamos en la mesa, la abuela Hilda puso mucha atención a Miguel y dejo que Sarah me sirviera la cena a mi, todos hablando de lo que habíamos hecho por la tarde.
Así pasamos una cena muy amena y la señora Amalia nos dijo que después de la cena iríamos a la plaza por un helado, para calmar el calor que hacia, yo me disculpe, pues me iban a llamar por teléfono, desde la ciudad, así que todos se despidieron y fueron a rumbo al pueblo, mientras tanto, esperaba la llamada, fui donde la abuela Hilda, haciéndole saber que iba a darme un baño, por si en dado caso llamaban, mientras tato, me fuera a llamar.
Escogí la ropa de dormir y una toalla y me dirigí a bañarme, no había agua caliente, pero se sentía cálida, por el calor del día; En medio de mi baño, sentí una brisa que entraba, pero no le tome atención, luego después de unos 3 o 4 minutos, la brisa seso, tampoco le puse mucha atención.
Ya en el cuarto y en pijamas, me acerque a la ventana, recibiendo una brisa olorosa, salada, viendo la hermosa playa y contemplando el cielo despejado y estrellado; muy bonita vista , me dijo la abuela Hilda, sorprendido por su presencia, le sonreí, diciéndole, que era muy bonita la vista desde la ventana,
sí, esta casa esta muy bien situada, me dijo y de esta manera comenzamos una charla, mientras hablábamos, se acercó muy cerca de la ventana, junto a mi, viendo con mirada hacia el cielo, me susurro al oído, te vi bañándote, vi tu silueta, tras la cortina, tu cuerpo y tus manos acariciando y limpiando tus atributos, que no sabia porque, pero le había cautivado de una manera erótica, que se había tenido que retirarse a su cuarto, pues en esos minutos que me había estado observando, se le habían humedecido las pantaletas, se sentía sucia, pero al mismo tiempo feliz, que no sabia que le pasaba.
No se imaginaba tener una mente morbosa, me decía suavemente, esa playa, la playa del amor, me dijo, es donde yo descubrí mis mas intimas partes, ahí aprendí a hacer el amor, cuando aun era una chica moza, de la manera en que lo decía, sin poder impedirlo, estaba teniendo una erección, que la comprimía contra la pared y el molde de la ventana, para no llamar la atención de la mirada de Hilda, pero mientras ella me contaba de sus aventuras amorosas, no resistí el dolor, separándome un poco de la ventana, Hilda, miro a mis pijamas y vio el bulto que se hacia, pero disimulo y siguió con sus relatos, de como ella se escapaba por las noches, sin que nadie se diera cuenta, a encontrarse con su novio, con el cual descubrió la esencia de la excitación, lo prohibido, el amor por primera ves y la sensación erótica de siluetas por la noche, a la luz de la luna, al tan solo pensar que podría suceder en cada escapada; yo sentía como ese relato me estaba poniendo y Hilda que a pesar de sus años, me hacia sentir desesperadamente ansioso, excitante, sexual, sentía como mi pijama, se humedecía de una manera que se notaba lo mojado, sobre la suave tela de mis pijamas, de repente, sin parar de hablar, me puso su cálida pero firme suave mano, entre la camisa de la pijama, esperando de mi reacción, no movió su mano por un momento, me quede perplejo, sin saber que decir o hacer, seguí con mi mirada fija al mar, disimulando, haciéndome el loco, como si nada pasaba, Hilda callo, el silencio me hizo sentir incomodo y nervioso, mientras ella deslizaba su mano a mis pantalones, mi corazón pego un brinco, cuando sentí como sus dedos tomaban el tronco de mi verga, hinchada como nunca, suavemente sus dedos tomaron la punta, se humedeció la mano con ello y me masturbó suavemente; tomándome con su otra mano, se voltio frente a mi, con una mirada de ruego, tomo mi otra mano y se la llevo debajo de sus faldas, puso mi mano en sus pantaletas, mojadas como lo estaban mis pijamas, sentí lo hinchado de sus labios, todos mojados, sin perder un momento, se deslizó las pantaletas, dejándolas caer al suelo, mi mano pudo acariciar todas sus intimas partes, no tenia vello púbico, sus labios, se sentían suavecitos, algo flojos pero hinchados, su conchita, digo conchota, era una laguna de fluidos vaginales, partió su labios, llevo mi mano, haciéndola recorrer tocando su mas eróticas partes, toda mojada, la movió hacia su clítoris, sobresaliente pulsante, al compas de su corazón, que latía furioso, por la presión de la ansiedad y la excitación, Hilda, gimió, al mismo tiempo que yo le acariciaba su enorme clítoris; me fascinó el poder jugar con mis dedos, tomándolo entre tres de ellos y flagelándolo, como una pequeña verga, su mano, apretaba la mía contra su clítoris, dando gemidos, como nunca los había oído; respirando profundamente; se relajo, abrió sus piernas me llevo la mano a su vagina, introduciendo dos de mis dedos, hasta donde pude, comenzó a mover sus caderas, moviendo sus piernas con una moción de danza suave, al mismo tiempo que ella me masturbaba mi verga desesperadamente; el tiempo pidió el ritmo, aceleramos nuestros movimientos, sentí como ella llegaba a su clímax, con una mano en su vagina y la otra le tocaba su culo, que también lo tenia muy húmedo y pulsante, estaba como loca, aparto mi mano que acariciaba su vagina, tomo mi verga, se sentó en la orilla de la ventana y penetro toda mi verga en su vagina, se deslizo como si se hubiera puesto mantequilla, tocando en la profundidad su útero, entrepierno mi cuerpo, e hizo un nudo con ellas, apretándome muy fuerte a su cuerpo, no me podía mover, pero sus caderas, se movían en un vaivén, que nos volvía a la locura; no me podía imaginar, como Hilda de 70 años me hacia sentir de esta manera, sentía los músculos de su vagina, como succionaban y apretaban mi verga, como que se la quisiese tragar , con toques de profundidad corta, pero ligeros, su cara sonrosada, yo sentía como se derretía todo su cuerpo, los líquidos de ambos, rodaban por mis piernas, ella rugía y pujaba, me mordía el hombro, desesperada, por llagar al orgasmo, alzo la cabeza, mientras suspiraba profundamente, me miro, aflojo sus piernas y fue donde yo comencé con ritmo rápido, pues sentía que me venia, se oían los ruidos plasmáticos, cuando tocaban nuestros cuerpos, cada ves que se la sacaba y metía mi verga en su remojada vagina, con que fuerza lo hacia, que sentía dolor sabroso, el ruido y la humedad nos llevaba a un épico erótico despampanante, ella con su boca abierta, para tomar mas aire, con jadeos desbordantes, yo metiéndosela cada ves mas rápido, con pujidos míos, desesperantes, queriendo meter mis huevos en su vagina, nos llevaba a un vértigo con rumbo a las delicias, le tome las nalgas, haciendo mover todo su cuerpo contra el mio, en un deleite suspiro, provocando un orgasmo eléctrico mutuo; nuestros cuerpos cayeron uno contra el otro, sudorosos de todo este jaloteo maravilloso; suavemente me dio un beso en la mejía, tomo mi verga en sus manos, toda ella llena de semen y líquidos de ambos, se arrodillo y le dio un beso a la punta de mi verga, tomo sus pantaletas y me dijo :
Eres aun un muy joven, muchacho, pero me haz hecho tan feliz, como ningún hombre, tantos años esperando por alguien que me hiciera sentir como hoy, una mujer feliz, llena de sexualidad, me siento como nueva, le haz dado sentido a mi vida, recogió sus pantaletas y se retiro a su cuarto, sin decir nada mas.
No sabia que decir, nunca en mi vida pensé tener una relación como esta, con una persona mayor, como Hilda, pensé en enamorar a Sarah, pero no esto.
Tome otro cambio de pijamas, me bañe y me fui a la cama, habían pasado, casi dos horas desde que Hilda me comenzó a tocar; en la cama, las erecciones me venían y se iban, cada ves que recordaba lo que había sucedido, me entraban sonrisas picaras y volteaba por todos lados, como si alguien me estuviera viendo y sabia lo que había hecho, eso era tabú.
Nunca mas pudimos estar a solas, Manuel y sus hermanas me llenaban el tiempo, jugando, conociendo la playa, divirtiéndonos, como debería de haber pasado, así se paso nuestro verano.
Llego el día de despedirnos, con un nudo en mi garganta y unas lágrimas, por no querer dejar ese lugar tan especial y a la mujer que me hizo sentir hombre, me despedí de todos, en especial de Hilda, prometiéndole que un día volvería, ella me abrazo y me deseo muy buena suerte.
Nunca veré a las mujeres mayores indiferentes, mi mente morbosa, piensa siempre en Hilda y cada ves que veo una mujer mayor, pienso…. como seria si hiciéramos el amor…, diferente, o mejor que con Hilda…….?
MARIO A. VASQUEZ
02-12-200-12
[email protected]