1-DAME VIENTO/ 2-SE NOS VA EL TIEMPO
1-
Dame viento
Dame el galope salvaje
De este corcel
Que libremente navega los campos
En el silencio de sus pasos
Inmaculada mirada
En la profundidad de la tierra.
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2-
Pasa que se nos va el tiempo
Que todo se funde en el olvido
Y esto que vemos como humo
Va tapando la realidad que nos sofoca.
No quedan lugares
Huyen las aves de su nido
Se pierden los horizontes
Y solo queda resurgir de las cenizas.
Es el momento
Quemémonos las manos
Aunque nos cueste el tiempo, la existencia, jirones de vida.
DESOLADA
La calle desolada es alumbrada por el reflejo de la luna, todo es vivir, el aire y el aroma de las flores, todo da esperanza, se frotan los recuerdos y en un tenue y pantanoso chasquido, todo desaparece.
La calle me abraza, no lo pido, pero lo hace, contagia una y mil veces sus placer, avenidas en sueños vacíos, acariciando en tan simples pasos sus manos de paraíso, de futuro, de amar si todavía se vale amar en el único espacio que nos queda, asfalto, miradas y melancolías.
LIENZO DE FUTURO
Entre noche de melancolía, la copa se llena y busca un sentido a tu corazón remoto, locuras que ya no se curan, pero sin quererlo te has enamorado, y has entrado al núcleo de la realidad, seguir intentando, morir intentando, creer y sentir, volverse uno mismo y entender, tanto que ya el amor colma cada parte de tu cuerpo, entre las mejores nubes en tu nombre, ojos, reflejos, sabanas pintadas con lienzo de futuro, ese mismo que crece, bajo el nombre eterno, de un amor que debía amarse.
COMPRENSIÓN
Nunca comprendimos lo que era nadar
Pero aun así lo intentaremos
Corazón que delata la herida
Quemando en la llama del dolor
Cosas pasadas
Palabras a las cuales
Debemos acudir.
ES ESO QUE MIRA
Donde quedaran los vientos
y los mares eternos
que se engrescan en la razón
de ser el agua que bebe
esos ojos del destino
de la única moral
de ser sincero
en la única y perfecta decisión
de crear amor
con las manos más eternas
en la locura más profundas
en las costumbres más profundas
en el sol que brilla
y la luna que quema
entre lágrimas y deseo
entre el extrañar
que siempre y casi siempre
merece ser sentido.
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