Cuentos :  TE CUENTO UN CUENTO, DE PICO, PICOTUENTO....
TE CUENTO UN CUENTO...

Los que leen mis cuentos, saben que escribo desde la memoria, en algunos pocos, desde el presente. Aveces se me mezclan pasado con presente y todo se ficciona. También lo hago a partir del final, se que quiero llegar a Roma y tomo cualquier camino, eso sí, no me detengo a mirar las margaritas, las aves en su vuelo, ni las deposiciones de los peregrinos. Esto me recuerda que en una oportunidad, vacacionando con mi mujer, en las cataratas de Iguazú, nos quedamos extasiados ante un ramillete de mariposas multicolores que estaban en nuestra senda. Al aproximarnos, volaron, dejando al descubierto, una suculenta torta de excremento humano. La moraleja es, que no siempre aquello que admiramos, tiene carácter transitivo.
Pero sigo caminando, rumbo a Roma.Porque no quiero que me pase lo que pasó con los bueyes de Tito, tal vez el primer cuento que escribí, antes de esta adicción a escribir cuentos. Sucedió en mi pueblo, Blaquier, cuando ya no se llamaba Colonía y Villa del Principe de Piamonte. La cosa es que alguien llevó a la feria de ganado de Carrica y Garmendia dos bueyes. Como pasaba el tiempo y nadie los compraba, se los regalaron a Tito Madrid, que no los quería para nada, pero si a caballo regalado no se le miran los dientes, a bueyes regalados menos, dijo, y se los quedó. Los dejaba sueltos por el pueblo, mansamente pastando por la plaza. Donde estaba el pasto alto, allí estaban los bueyes cumpliendo su misión. De tanto en tanto los ataba a una rastra y salía a lucirse en la vuelta del perro. El pueblo era tan chico como ahora y nunca pasaba nada que rompiera la rutina de de su vida, si no hacía frío ni calor, o no había sequía ni inundación, la gente no tenía motivos para hablar y todo se limitaba a un saludo, a un. -Como andás?.....-.-- Bien .- Y ahí se terminaba la conversación . Se habían culturizando como gente de pocas palabras, lo que les daba cierto prestigio sobre los pueblos vecinos, a los que tildaban de charlatanes. Pero un día la historia cambió, los dos bueyes de Tito desaparecieron, nadie podía decir su paradero. Se descartaba un robo, porque no tenían ninguna utilidad, ya que habían sido desplazados por el tractor, aparte, si por algo conocían al pueblo y a Tito en cien leguas a la redonda, era por esa yunta de bueyes inservibles. Se hicieron asambleas, se se formaron piquetes, se efectuaron rastrillajes, y la gente comenzó a hablar. Decían haberlos vistos camino de Ameghino, para el lado de Medias Lunas, o cerca de la Quince de Agosto, como yendo para Villa Zaboya, llamaron a videntes y radomantes, hasta José de Zer estuvo, y ni una pista, como si se los hubiera tragado la tierra, o los extraterrestres, como dijo Fabio Serpa. Algunos se lamentaban que no estuvieran marcados o que no le hubieran colocado un chip, como dijo mi tío Cachila, que era un visionario y nadie lo entendía. La cuestión es que los bueyes se perdieron, nadie volvió a saber de ellos. Y el pueblo siguió hablando de bueyes perdidos.

No se si me entendés lo que te digo ?...
Poeta

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JoelFortunato
Publicado: 17/7/2013 2:08
Incondicional
Unido: 23-6-2011
Comentarios: 7989
 Re: TE CUENTO UN CUENTO, DE PICO, PICOTUENTO....

Bueno, interesante y sobre todo el final especialmente sugestivo y enigmático, invita a la verdadera reflexión autocrítica y al individual replanteamiento existencial. Grato leerlo. Saludos y felicitaciones.