RafaelPerez

Poemas, frases y mensajes de RafaelPerez

Selección de poemas, frases y mensajes mais populares de RafaelPerez


Dale Viento

Dale viento a las hojas dormidas,
a puertas y ventanas,
a la lluvia de siempre,
a las esperanzas caídas,
dale a la vieja mañana,
dale viento a mi Vida.

Dale viento al azul del cielo,
a las nubes blancas,
a las piedras inmóviles,
como pájaros sin alas.

Dale a la tierra marchita,
a las horas vividas,
a la juventud ya ida.

Dale viento a las flores que duermen,
a la oscuridad de siempre.

Dale viento,
machaca, al dolor.

Dale viento
recoge las hojas sin árbol,
los sueños perdidos de antaño.

Dale que dale viento,
viejo martillo,
en tú vespertino recorrido,
hasta que despierte,
mi corazón dormido.

©Rafael Pérez
Derechos Reservados

Si no pudiera.

Si no pudiera.

Si no pudiera decirte, que te amo, con los labios,
te lo dirías con las manos.

Te lo dirías con mis besos, te lo dirías con mi abrazo.

Si no pudiera decirte que te amo,
no estando, cerca de ti, te lo dirías con mis pasos,
que me llevarían, al vuelo, a ti, en un rato.

Si no pudiera decirte, que te amo,
que triste seria no poder decirlo;
quedarme, asi, callado.
Pero te lo dirías con mis actos.

El mundo esta lleno, repleto, de mil formas de decir amor,
de decir te amo;
con mil maneras de demostrarlo.

Pero a veces lo que hacemos,
no le demuestra, lo que sentimos, a quien amamos;
y por más esfuerzo, que hacemos, no podemos demostrarlo.

A veces lo que hacemos, actos de amor que dicen te amo,
son como un grito en el vacío, que nadie oye,
y que no da en el blanco.

Si no pudiera decirte, que te amo, porque estuvieras lejos,
si no estuvieras cerca de mi, te lo enviarías a decir con el viento.

Te lo enviarías a decir con las nubes;
te lo mandarías a decir con el cielo;
te lo mandarías a decir con los pájaros,
en su vuelo.

Y si estuvieras aquí, te lo dirías, simplemente:
te lo diría andando contigo cogidos de las manos.
Te lo diría, simplemente, caminando en silencio a tu lado.

Te lo dirías, mirándote solo a ti,
si no estuvieras lejos, mirándote,
sin ver nada a mí alrededor, como si estuviera ciego.

Y te lo dirías con mi corazón lleno de alegría
y con la sonrisa imborrable de mis labios,
y con la felicidad que nace, por ti, de mi cuerpo, a diario.

Lucharía, siempre, intensamente,
por encontrar una forma nueva,
para decir te amo; para dejártelo demostrado.

Aunque no podría decirlo,
que te quiero, con dinero, ni regalos.

Si no pudiera decirte que te amo,
con mi cuerpo, lucharía, con todo mi esfuerzo,
para dejártelo demostrado, con mis actos.

Siempre te lo dirías con mis besos;
por siempre te lo dirías con mi esfuerzo,
por siempre te lo dirías con mi abrazo.

©Rafael Pérez/Derechos Reservados

Algo de ti.

Algo de ti se queda conmigo, cuando te vas de mí, cuando de mi te alejas. Algo se queda de la noche en que estuviste conmigo, lo mojado de tus besos, lo mojado de tu cuerpo, en mi cuerpo, caído sobre el roció. Algo de ti se queda en mis sueños, algo de ti cuando te siento lejos. Algo de ti se acerca a mi cuerpo, como si tus manos desde lejos, buscaran tocarme.
Algo que siento, algo que busco, algo que no encuentro.
Algo de ti se va conmigo por los caminos hacia el sueño. Algo de ti se queda en mi cama. Algo de ti se queda en mi cuerpo. Como se queda en tus paños menores, la esencia, el olor de tu cuerpo. Tus paños menores, tus ropas intimas que yo quiero ser. Algo de ti, algo de tu voz, algo de tus pechos, algo de tu lengua, algo de tus besos. Algo de ti se queda conmigo. Algo de amor. Algo de ti de momento. Algo de ti en mi pensamiento.
©Rafael Pérez Derechos Reservados ****

Ay.

Ay, cuantas sonrisas en la brisa, cuantas miradas en la tarde amada. Que cielo mas enamorado de su crepúsculo. Cuantas bellas estrellas buscan su noche. Ay, cuanto pájaros despliegan sus alas. Míralo donde vuelas, como vuelas, el pájaro del amor. Ay, como se acerca a mi rama....cerca, cerca cuando oigo la voz de tu corazón que me llama. Cuanta poesía hay en el correr del arroyo, en las aguas de los pozos, en las nubes blancas, en tus labios color de rojo. Cuantos recuerdos en la vida buscando no ser olvidados. Que mucho amor hay en mi corazón para tu amor.

©RafaelPérez Derechos Reservados

Dulce Sal

Dulce sal.
Dulce sal de tus labios que yo recojo y saboreo con mis besos.
Dulce sal de tu piel que con mi lengua recojo cuando la paso por tu cuerpo.
Dulce sal de la vida que le da sabor al tiempo.
Sal,sabor de mi vida, sal de mar, sal de cielo, sal de los sueños.
Sal de mí y sal de ti, sal de la noche, y de las estrellas, condimento de los cielos.
Dulce amor, a puros besos, sabor de mar.
Dulce sal sabor de amor, sal de oro, sal de besos.
Sal de cuerpo.
Dulce sal de tu amor, sal despierta de tu cuerpo que recojo con mis besos.
Sal, que recojo, cuando mi lengua paso por tu sexo.
Dulce sal de ti, dulce sal de amor, dulce sal de la vida que le da sabor al tiempo.
©Rafael Pérez Derechos Reservados

Se canso de esperar conmigo.

Se canso de esperar, conmigo, el agua de la fuente. Se confundió,
su cristal claro, con lo oscuro de la noche. Creo que estas ahí, aunque no la
veo, porque oigo su lamento, que me acompañaba.

Pero, ya no la veo, como en la tarde. Ha partido, creo, con los colores
del patio. Pasaron muchas gentes, por el camino, y se movían rápido,
como si las esperaban, como si eran esperados, por otros, otros,
como yo, en mi espera por ti.
Al menos, esos otros, tendrán el consuelo, de una llegada, de algún amor
que llegaría y habría de consolarlos, sus manos llenas de amor.
Y, ¿que tengo yo en mis manos? solo las horas que llegan vacías; el tiempo
que apremia, y se acumula en mi, sin ti a mi lado.
*** **** *** ****

La Muerte Se Llama Emilio.

La muerte se llama Emilio,
Pedro, o Antonio se llama.

La muerte se llama Lina,
Petra o Emilia se llama.

La muerte no tiene ficha,
tampoco tiene fecha,
pero tampoco tiene hermana.

La muerte se llama Emilio,
Pedro o Antonio se llama.

La muerte maldita escondida
usa gafas oscuras despiertas,
cuando sube por las ramas benditas.

Aunque vive escondida,
y no la enseña, en vida,
tiene una sola cara.

La muerte nos quieres a todos,
La muerte nos buscas a todos,
La muerte nos llamas a todos,
La muerte nos matas a todos.

Aunque todos no queremos,
nos acostamos, de noche,
con ella y a veces sufrimos
tanto nos parece bella.

La muerte se llama Emilio,
Pedro, o Antonio se llama.

La muerte viene desde
los climas fríos
y desde las tierras heladas.

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©Rafael Pérez
Derechos Reservados

El dia entras.

El dia entras con tu cuerpo,
a mi lado,
tu presencia en mi cuerpo,
tus besos en mis labios.

Sabor tuyo en mi alma.

Agazapados en una esquina
la soledad y el silencio nos miran.

Casi olvidados, echados a un lado,
sufriendo, silencio de olvido,
silencio de abandono,
silencio de no ser mas necesitados.

Ayer sin ti me hicieron compañia.

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© Rafael Perez
Derechos Reservados

Todos los besos son nuevos.

Todos los besos son nuevos cuando los recibos de ti,
y las caricias todas las caricias de tus manos,
son nuevas caricias para mi.

Todas las palabras
que tú dices las oigo por primera vez,
toda las palabras que dices.

Y el amor,
el amor que tú me das
es siempre nuevo para mí.

Todos los pasos
que doy
contigo
son nuevos.

Todos los aires que respiro.
Todos los cielos que miro.

Me paro por la ventana a verte venir por el camino.

Si te tardas,
no dejo de mirar, miro y miro,
largamente.

Hasta que te veo venir de lejos.

Entonces corro a alcanzarte y me siento volver a vivir de nuevo.
Me siento tener fuerzas para morir otra vez
a largo plazo.

©Rafael Pérez
Derechos Reservados

Mi soledad.

Mi Soledad.

Mi soledad tiene un solo nombre, y no se como decirlo, no caduca y tiene tu mirada. Mi soledad merodea, me rodea, no descansa, si me alejo, me llamas. Compite contigo, quiere hacerse dueña. Me acorrala, no se como salir de ella. Por eso mis poemas saben a tristeza. Sabor de dolor que siempre me encuentra. Mi soledad vive conmigo. Es dueña de mi casa. Y siempre esta en la puerta, cuidándola, por si me ve salir. Cuando salgo se vas conmigo y cuando regreso me espera destras de la puerta. Mi soledad, no duerme, siempre esta despierta. Rodea mi cuerpo, como si fuera de ella. Esta llena de mis dolores, llena de mis pesares. Dolores y pesares, que no vuelan, no van a ninguna parte, y me celan. No tienen alas. No vuelan. Me velan. Mi soledad, humeada, llamarada, se mueve como la Oruga, es como la Tortuga, es mayor, vieja, más grande que mi dolor. Tiene un solo nombre, y no se como decirlo. No caduca y tiene tu mirada.

©Rafael Pérez
Derechos Reservados

Solamente.

Solamente, puedo amarte, hoy. Ayer, ya paso, irremediablemente.
Ese día, vino solo por un día, y recogió sus cosas, y se fue. Solamente, puedo amarte
en este momento-que ya paso. Pero, te sigo amando, en una serie de momentos
Sucesivos que se acumulan, y los recuerdos que nos quedan, es el amor.
Solamente, puedo amarte, como te amo, sin indagar profundamente,
Porque el amor es una frágil ilusión que nace de escombros como la mariposa.

VIENTRE NUESTRO

Vientre nuestro,
oh Tierra,
Madre Nuestra,
que nos distes,
vida,
y velaste nuestro sueño.

Tanto amor,
por ti,
hemos sentido,
no es pequeño.

Dulces los frutos que recibimos,
de tu mano,
que tal vez,
tú,
los pares con dolor,
que son frutos que comemos,
puros, limpios,
y nos dan vida,
legado a nosotros por ti,
con mucho amor.

Sea tú nuestra Madre,
Te reconocemos,
como nuestra Madre,
eres Tú nuestra Madre,
que vida nos das,
y vida nos quita,
pero en tus brazos,
lista,
a recibirnos siempre.

Nuestro Padre,
el Cielo,
nuestro Tío el Viento,
y todo por amor,
y todo por nuestro contento.

Vientre nuestro que tú eres,
oh, Tierra.

Vientre que nos recibes
en tu seno.

Tu reino es nuestro,
porque de ti venimos,
y esta escrito,
a ti regresaremos.

©Rafael Pérez
Derechos Reservados

En las tardes te alejas.

En las tardes te alejas, de mi amor, de mi recuerdo, de mis brazos.
En la tarde te busco como las mareas se levantan.
En el mar.
Como el amor se levanta de una sola cama.

Trato de brincar la cerca de la distancia vestida de transparencia.
Pero tú aun sigues lejana.

Miro las rosas diciendo tu nombre.
Pensando en esto que persiste en mi corazón.
En mi pecho viudo,
siempre,
de duelo por ti.

En las noches te siento, silenciosa, oscura, enamorada.
Llamándome desde lejos a través de los alambres del viento.

Yo subiría por sogas, por escaleras, por nubes, por altos vientos.
Caballos al galope.

Para llegar a ti.
Y pensando tanto en ti en las noches te acercas.
A mi cama despierta.


©Rafael Pérez
Derechos Reservados

Al vilo de mi anhelo

Al vilo de mi anhelo.

Al vilo de mi anhelo, tu estas en dos, frente a mis ojos;
convertida en dos, doble, en dos, para mi, frente al espejo.

Doble en dos, en dos mitades, frente a mi, para mi tus pechos.

Doble amada, dos veces, frente a mi, en dos tus labios; en dos,
mis labios; en dos tus besos; doble, en dos, te doy mis besos.

Doble en cuatro, aumentando, urgente,
ardiendo, clamando, llamandote, doble en mis deseos.

Doble, te amo, en dos, dos veces, creciendo, subiendo,
por tu cuerpo; abierta, para mi en dos; abierto, tu cuerpo,
para mi, en dos, aparte, cuando entro.

Aparte, te separo en dos mitades, sin hacer sangrar tu cuerpo.

En dos, hacia ti, tu me recibe; en dos, en ti, yo entro; en dos,
para ti, yo me convierto; en dos, uno a uno, cuerpo en cuerpo.

En cuatro, mis brazos, y tus brazos; mis labios y tus labios,
Como dos fuentes; dos fuentes interminables de besos.

Doble fuentes transparentes, Interminables de besos,
para los dos, amada, la suma de lo nuestro.

))))) (((((

DE :"La Vida En Dos"

©Rafael Pérez
Derechos Reservados

En Mi Pecho

[b]
En mi pecho, lleno de amor por ti, donde palpitan todos mis anhelos, donde siempre te espero, se esconden todos mis silencios, todas mis esperanzas,
y todos mis sueños de amor.
En mi pecho donde pones, tu dulce cabecita,
que no pesa, esta mi corazón, que te perteneces.
Y estas poblado de mis sueños.
Mis sueños acostumbrados, que no tienen para donde ir. Mis sueños que son de ti, son tuyos, y es para ti que los cultivo.
¿Si no es para ti, que los cultivo,
a quien voy a entregárselos?
Sin recibir repuesta, doy riendas sueltas a mis tristezas. Pienso en ti y te amo y tú nos estas conmigo. El pájaro de las soledad y la tristeza
me señalas con su pico. Me hace pensar:
¿Es esta la soledad que conozco
y en la que vivo siempre por ti?
Las espigas de mi amor crecen al viento.
Mis hojas de amor crecen en estas páginas.
©Rafael Pérez
Derechos Reservados

Hasta Que llega Tu Hora

Hasta que llega tu hora.

Hasta que llega tu hora espero tu llegada,
y pienso,
que tal vez no has de venir.

Y todas las horas de espera,
de silencio,
entre medio,
me parecen,
como un ancho mar que cruzo lejos.

Me parecen las horas una soledad que abruma;
transparente,
abierta,
como la distancia.

Sufro un esperar de brazos,
un esperar de silencios abiertos,
hecho solo de esperar.

Hasta que llegan tus besos.
Hasta que llegan tus labios.
Hasta que llega tu hora.
Hasta que llega tu cuerpo.
Hasta que llegas tú.

Entonces,
esperando hasta
que llegue tu hora,
espero.

Como siempre,
como tiene que esperar,
sin desesperarse,
todo el que espera.

Me detengo,
fuera de mi,
esperándote,
deseándote.

Hasta que llega tu hora;
hasta que se acercan tus pasos;
hasta que llegan tus labios,
hasta que llegan tus besos;
hasta que llegas tú.

©Rafael Pérez
Derechos Reservados

Soy todo Corazón.

****
Soy todo corazón.

Soy todo corazón
pero te pido
prestado el tuyo
para ponerlo junto
al mió y escuchar
sus latidos.

Soy todo corazón
contigo, y me
quedo cerca de ti,
para entregártelo
cada vez que
me lo pidas.

Soy todo corazón,
y para ti me vuelvo
todo ternura.

Soy todo labio
para recibir
tus besos.

Y soy todo
abrazo para
apretarte
contra mi pecho.

Soy todo alma,
para adorarte.

Y para amarte
soy todo cuerpo.

****

©Rafael Pérez
Derechos Reservados

Me aqueja el dolor.

Me aqueja el dolor, y siento la pena, en mis venas,
Saber que no somos, hijos de mañana,
Que solo somos hijos de hoy.

Me duele estar convencido que un dia,
Sonaran las campanas,
Anunciando,
Que la muerte vino, igual por mi,
Que para mi vecino.

Sufro la tristeza de saber,
Que vivimos, a la misericordia
Del chance con el dolor y la alegria
A nuestro alcance.

Me entristece saber que para no morir,
No bastan, no importan las gestiones,
No importan las moriquetas,
Ni los deseos, ni las coneciones,
Ni el el tocar de la orquesta,
Ni el amor aun, ni el pararse de cabeza.

No importa lo que digan,
No importa lo que nos pertenezca,
Que nos den pocos o muchos besos,
Ni que se este bañado de dinero,
O se este seco.

No importa que mentira se hable,
O por la verdad se de todo,
O se viva.

Para juez y labriego, para ladron y policia,
Para judio y musulman, para pobre y rico,
Para reina y condesa,
La muerte viene con certeza.

Me aqueja el dolor, y lloro, por los dias que se van,
Por las primaveras muertas, Por las ramas secas,
por las niñas muertas, Por las gentes que conocia
que estan para siempre idas, Y que no volveran
jamas de vuelta.

Me aqueja el dolor que la juventud se va con cada tarde,
Que la partida, del amor que queremos es fuerte dolor que arde.

Sufro por lo que vimos, lo que vivimos,
por que lo hicimos, Y lo que nos falto por hacer.

Sufro que vivimos,
Una vida prestada,
Con renta,
rentada.

Me aqueja el dolor, saber que no somos,
Hijos de mañana,
Carnes al chance,
Solos somos hijos de hoy.

Repito:

Me duele estar convencido,
Que un dia sonaran las campanas,
Anunciando que la muerte vino,
Igual para mi que por mi vecino.

)))))))))))))) ((((((((((((((((

"La Muerte Se Llama Emilio"

©Rafael Pérez
Derechos Reservados

Sabe a ti, mi vida.

Mi vida tiene sabor de ti.

Sabor de tus besos, sabor de tus labios,
sabor de tu cuerpo.

El silencio
que me rodea tiene sabor
de ti

Tiene sabor de ti,
mi boca, mis dedos, el viento.

Mis deseos.

Chupo mis dedos y los saboreos.
Saben a ti, mis dedos,
despues del tiempo de los besos.

Tienen sabor de ti tus besos,
sabor de maíz,
sabor a espigas, al viento,
de lejos.

Tengo sabor de ti en mis labios;
sabor de ti en mi boca,
sabor de ti en mis adentros,
sabor de amor.

Me sabe a ti, siempre, el viento.

Me sabe a ti el silencio.

Me sabe a ti el cielo,

Me sabe a ti el mar añejo.

Me sabe a ti, tu cuerpo.

Tiene sabor de ti mi vida.

Tienen sabor de ti, mis sueños.

©Rafael Pérez
Derechos Reservados

Yo Queria

Yo quería.

Enamorado,
yo quería,
llevar,
tus besos,
conmigo.

No he
podido.

Los besos,
se desvanecian,
en el aire.

Tus besos,
y mis besos.

Nuestros besos,
en el pecado,
concebidos.

Yo quería,
llevarme,
tu cuerpo;
llevar,
tus labios,
conmigo.

No he
podido.

Tus labios, no.
Tus besos, no.

Yo quería,
llevar,
tu recuerdo.

Conmigo.

No he podido.

Por eso
no he partido.

©Rafael Pérez
Derechos Reservados