Las hojas caen lentamente…
Onduladas,
zigzagueando en el aire estancado
de la holgura que deleita el paisaje
suelto…
Soberana frescura respiro,
coloreada gama de sutiles siluetas
atavían el panorama prendido…
Leonada mirada satisface
el ímpetu voraz de la chiquilla madura
que existe en el arco desgastado
de un cristal que la existencia constante
empieza a opacar,
mientras las hojas siguen cayendo
y van dejando
las huellas de un tiempo que se ha de alejar.

Julio Medina
15 de septiembre del 2012