Queda soledad en la casa esquiva y desierta… El silencio inaudito arrasa, una sombra incierta va rondando la morada triste. Las luces quedaron prendidas cuando tú te fuiste. ¡Mentiras hablaron de mí, con la imagen solitaria poseída en ti! En el recuerdo voluntaria llegas de pronto aquí… Con profundo pesar observo. a tu rostro en la casa, en el corazón conservo todo lo que pasa. ¡Una y otra vez angustiado! No se recupera el amor, firme el adiós dado. ¡Cuán larga la espera! Enorme el espacio vacío, lo volteo a diario en la casa donde me extravío, precario escenario. ¡No escucho latir el amor! Esta casa hiere evidencia ausencia y temor, aunque así quisiere calmar este intenso dolor.
Julio Medina 25 de junio del 2012
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