La luna me dejó perdido extraviado en este laberinto. Te buscaba amor ¡no sabía que te habías ido! Imaginaba que ahora sería distinto.
Pero en la luna los rayos se apagaron no tenía luz para alumbrar el camino, y en la oscuridad mis pasos se tropezaron, y caí de nuevo en manos del mismo destino.
Ahora la luna de mí se ha olvidado y de las promesas que me había jurado, pero yo, buscando una salida desesperado miro al cielo para saber si la luz ha regresado.
¡Qué confusión tiene esta encrucijada! Es un enredo que mis ojos han cegado. De un acertijo va la vida acompañada por un mal amor que la dicha ha negado.
Estoy tratando de encontrar esa abertura, un agujero que me lleve a la salida, sigo atrapado en el dolor y su atadura porque la luna ha emprendido la partida.
Julio Medina 15 de octubre de 2011
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