Para amarte a cualquier edad y distancia...

Fecha  27-7-2011 14:46:02 Tema:  Poemas -> Amor
La taquicardia, las manos sudorosas,
las palabras enredadas,
las angustiosas horas de espera,
las ganas por parar y expresar libremente
la razón de esos fenómenos secundarios,
parecen no haber cesado,
las mariposas en el estómago y las innumerables estrellas
me acompañan como ayer, cuando estás cerca
y aún en la distancia, porque tu presencia es fresca,
porque flotas en mi entorno e inundas mis pensamientos.

No pasa el tiempo cuando aquello que nos abstrae es único,
cuando la vida tiene mejores derroteros
porque la compartimos con un ser amado,
cuando queremos ser buenos y mejores,
cuando la felicidad se la admira en tus pupilas,
y te contagia como sed de besos,
cuando te acoge como remanso para reposar el alma;
no, no han pasado los días desde entonces,
porque amarte se transformó en forma de vida
en posibilidades infinitas de compartir, de entrega.

Hace minutos nomás cerramos una vez más los ojos
para recibir y darnos otro beso,
para que sigan siendo nuestros labios los protagonistas
de esta forma de expresarse nuestras almas,
ahora mismo quisiera saborear tus labios
y comulgar con ellos una vez más y otra más,
es que besándote aprendí también
a bendecir a la vida por juntarnos, por enseñarnos
que aprender a querer es una tarea inacabable,
como infinita mi sed de tus besos.

Así, bendigo haber podido besarte
cuando el rictus del dolor
alguna vez ensombreció tus labios,
tratando de hacer mía cualquier laceración
que te agobiara, que te lastimara,
qué bueno haber tenido cerca tus labios
cuando la magia de la vida llegó a través de tu cuerpo pequeño
y cuando no estuve cerca
busque desdoblar mi alma para que rauda,
lleve con mis labios besadores,
mis palabras y promesas para amarte más,
para reafirmar en tu ser, que camino con la aurora,
que el amanecer nos descubrirá juntos una vez más.

Cómo no comulgar tus labios frutales,
si por no aceptar que pudieran ser un sueño,
he trasnochado atesorándolos con tu cara bonita,
tatuando en mi memoria su extensión, color y forma,
pues las sensaciones que producen son tantas
y siempre nuevas, imposibles de grabar ni aprender,
igual son río caudaloso, que océano de orquídeas,
panales interminables, fuentes de mi fortaleza,
bálsamos de consuelo y ternura
fuego abrasador de pasión y deseos.

Y es que con los cándidos besos,
llegó el lenguaje de nuestros cuerpos
las caricias, el contacto, la curiosidad,
por develar y descubrir
que tras de una niña adolescente,
había toda una mujer, una geografía virgen
la incertidumbre de nuevos paisajes,
la certidumbre de otras formas de nerviosismo
que debía vencer para explorar y aprender a amar
tus exuberantes parajes.

No puede pasar el tiempo,
cuando éste sólo sirve para multiplicar,
para regalarnos más posibilidades,
de que nuestros cuerpos se amalgamen,
de que nuestras almas crezcan juntas,
de continuar aprendiendo a amarnos más,
de conseguir en la ternura y el consuelo
dos fortalezas más para recibir los vientos,
para enfrentar la nostalgia
y minimizar las distancias.

Que vengan entonces los años y sus noches,
hemos abrazado instantes únicos,
que están grabados en nuestras almas,
que trascienden a los calendarios.
La sonrisa y nuestro calor
viven en nuestro baúl de tesoros,
también los sueños y las ilusiones innúmeras
allí, no pueden llegar sus huellas vanas,
vengan entonces los lustros y las décadas,
¿Qué importa si vienen?, Somos felices.

Hemos derrotado tantas veces la distancia
que no importa si son millas o miles de ellas,
nos ha permitido sí,
saber cuán amplios y fuertes son nuestros lazos
hemos podido conocer desde donde sea,
que hay un mismo cielo y una misma luna
que nos cobija y nos une con tan solo
cerrar los ojos y añorar un beso, con tan solo
recordarnos juntos y escribirte un verso,
con tan solo abstraer tu embeleso.

Aún el tiempo camina derrotado, cabizbajo,
nos ha visto crecer y mantener el paso,
ha vivido todas nuestras estaciones:
el florecer eterno de la primavera
en tus rasgos perfectos, tu vientre y la luna,
los veranos inquietos en tu risa loca
en la luz vigía de tus ojos lindos,
en los otoños que agitan tu cabellera
en el calor intenso de nuestros inviernos
para ignorar el frío, la nostalgia y la tristeza.

No hay pues distancias imposibles,
no existen períodos lo suficientemente largos
que puedan hacer aciagos nuestros días,
la muerte solo llega con el olvido
y ese, es un planeta desconocido,
para quienes amamos, para quienes vivimos,
no se puede entender de otra manera la vida
si no es amando desde cualquier punto
de este universo pequeño
y a cualquier edad que nuestro ser lo decida.

Para amarte a cualquier edad y distancia,
basta que pueda respirar,
que mi cerebro funcione y que en mis ojos
empiece una sonrisa cuando te veo,
basta la luna cobijando mis delirios
y mis desvaríos de infatigable juglar,
basta mis manos pretendiendo dibujarte,
basta que la lluvia caiga,
que llegue el trino vagabundo de cualquier ave,
basta, que amanezca una vez más.



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