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LIBRES DARSE
El verano goteaba murmurando.
Por los labios suaves del mango.
Húmeda caricia de palabras blandas.
¡Sonrosada encantadora mariposa!.
A lo lejos aguardaba noblemente.
Los siglos diarios perfumados.
¡Entre loto y exquisito helecho!.
La constelación resplandecía tibia.
Brisa, ligera, tierna plata femenina.
Iridiscente... Transparente. Y refrescante.
Esa tarde palpaba cada sueño
La pulpa del almendro y el durazno
Despacio los minutos descubría
Las orquídeas inundadas de las manos
El paraíso vertical vertiginosa
Con el latir de profundo acantilado
Huésped y diluvio, caricia y suspiro.
Amar la virtud del movimiento.
Darse girasoles y diademas ambos.
Labios, mango, verano noblemente.
Oír fue la pasión de la cereza.
Y oleosa combustión de pétalos.
La palabra silencia posesión sinfónica.
¡Diáfanos éxtasis consumados!.
Tiernos. Libres. ¡Armónica fusión!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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