Le canto a la luna en la lejanía música tan suave como sus rayos son, entre la niebla se esparce la melodía llevando tristezas y penas del corazón.
Las notas esparcen dolor sin palabras, sentidos alados angustia expresan, se saldrán del alma cuando la puerta abras para escapar, pero los sufrimientos no cesan.
Luna, interpreto para mitigar el quebranto, desconsuelo encuentro en el cielo sin estrellas, entristecido silbido, nostálgico canto, con lluvia de estelas emanando de ella.
Se opaca la luz de su fina escarlata en sollozo del incesante tormento, las lágrimas tiñen el agua de cristal y plata, ya no hay sosiego en el firmamento.
Cantando prosigo la noche entera, desahogando el penar que el pecho encierra, y en el reposo del mar sobre la arena esos acordes musicales invaden la tierra.
Dolorosa es la tonada que en el alma reza, invisible está la luna acongojada, perspicaz desaparece cuando llega la alborada dejando caer al mar una frágil luz de tristeza.
Julio Medina 15 de julio del 2011
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