ANTI POEMA
En ese valle cubierto de geiseres encantados, Donde solía divisar la silueta perfecta de tu Hermoso cuerpo, envuelta en los vaporosos Tules de agua hirviendo, ahora ya no te veo.
Solo quedaron brotando de las entrañas Mismas de la tierra, los chorros fantasmales Hirvientes, donde puse a sancochar los huevos, Aprovechar su calor y darme un baño azufroso.
Pero en la soledad de aquellos parajes, extrañé, Tu cara de luna y la tersura de tus muslos bien Rasurados, cosas de ti que me tenían embobado, Como tus pies torcidos y tus piernas chuecas.
Espero que al hombre que tengas no lo hagas Sufrir como a mí, báñate con frecuencia con Jabón perfumado y usa colonia hasta en el pelo; Puse a sancochar los huevos, por eso me voy.
Delalma 25/07/2020
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