Me he rendido a intentar encontrar explicaciones a estos trastornos que no dejas de incitar en mí, prefiero, como en este instante, abandonarme… cual si volara en medio de un largo suspiro, que levita mi espíritu, lo libera de la añoranza e inunda el infinito, tras tus huellas, tus formas y perfume…
Quizás no alcance más que exacerbar aún más, esta triste orfandad de tu cercanía, de las mieles y más manjares que desde tu boca, piel y calidez, ansío deleitar y sosegar esta demencial sed de ti, quizás esta nueva loca travesía no te alcance o… al menos desde mi intensidad, logre que suspires.
Un suspiro así de largo, ceñido de recuerdos, risas y los infaltables nuevos sueños, iluminado desde el mar de tranquilidad de nuestra cenicienta luna. Si vida mía, esto también pasará y las explosiones nuestras, volverán a sonrojar la noche y las auroras, a torturar sin razones mi cerebro y los deseos todos.
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