De los desvaríos de explorar tu insondable y vertiginosa voluptuosidad, me urge, me provoca ansias, reinventar todo, que no haya ni sospecha de algo que pudiera sonar a rutina, que pudiera causarte hastío, modorra, cansancio...
Y no puede haber pausas, ¿para qué?, siento que no tengo tiempo, porque... ¿y si se va, el valioso milagro del hoy? ...Así que deseo, con total frenesí, atesorar cada instante, con los besos, caricias y éxtasis, que nos entreguemos.
Ahora mismo, te escribo anhelándote, con mis manos vacías de ti, sin tus incitantes formas en mi paisaje, sin tu aroma trastornando mis sentidos, sin tu cara bonita entre mis manos ni tu exquisita boca junto a la mía...
No soy yo sin ti y desespero por estar en ti, como tú, invadiendo todo dentro, fuera y hasta en lo que aún no conozco... amo sin razones, sin reservas, sin sentido, todo de ti, en especial este reto vital... de enamorarte y amarte, siempre más.
|