IMPRONTA DE ALBAÑAL
El sol de verde contiene doce caminos de nieve y nada espera de nadie donde salen las liebres dormidas.
El sol, el sol se arrodilla entre las ramas dispersas buscando simples medusas sapos y collares adornados.
El sol se fue y todos doblan los codos porque las tumbas tiemblan cada día.
Más allá, muchedumbres de billetes agonizan, desesperan y almidonan, nudos, desnudos.
Al entrar, los últimos descuidan los dedos que nada tienen entre flojos dientes , y solo conocen el sudor del hambre, entre los timbres iracundos.
La sal es elegida por espinas y eslabones entre lúgubres mieles sin retoños. Afuera los desiertos palpitan inquietos como pájaros de barro apolillado y el cuello del gemido sangre chupa.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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