Sin dejar de apreciar en toda la delicia, esto de escuchar tus gemidos y cada expresión de tu voz... mientras amar, es un estallido de sensaciones y placer, me quedo con las expresiones, que desde tu cara bonita, me extasían más.
Como no adorar tus ojeras acentuadas, tus ojos entornados, tus mejillas relajadas, tu boca entreabierta como diciendo algo o simplemente dejando salir una balada, con los inaudibles tonos de la satisfacción, del perderse con el disfrute de estar juntos.
Debería hacer algo más que escribir sobre ello, quizás pintarte o intentar recoger esa balada, para añadirle sonido al encanto de reproducir en mi mente las efigies de sentirte amada, mi sol, vida mía, enciendes e iluminas mi vida, cada ilusión, ansia y nuevo sueño que provocas.
Amarte a plenitud es alimentar la memoria, que cuando te evoca, consigue vivaz, reeditar con total pasión cada instante juntos vivido, de ellos siempre adoraré perderme en tus ojos, en el conjunto de tu carita preciosa, que azuza mis ganas de ser mejor y amarte mucho más.
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