A Serrat
Así lo quiso el destino: el pino,
que a una genista encantó, hermanó,
al ver su savia completa, al poeta.
El monte abrigó una grieta de semillas generosas. Por amar las mismas cosas, el pino hermanó al poeta.
A Benny Moré
El mar elevó un suspiro guajiro,
de su mejor diapasón, que al son,
por ser del timbal el hijo, bendijo.
Si en la maestría me fijo elijo a Benny Moré, pues de pura cepa fue guajiro que al son bendijo.
La aurgitana
Me lo dijo un andaluz: tu luz,
que al moro viejo ignoraba, buscaba,
con un corazón al rojo, mi arrojo.
Como inventado al antojo de tu cuello y tu cintura, de Murcia hasta Extremadura tu luz buscaba mi arrojo.
Publicados en estos dos últimos días en el sitio de mundopoesía.com. Un arte menor simple, pero divertida de escribir.
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