AL AMO EMBOSCADO
Desemboscarte puedes si quieres De las monedas monas en manadas.
Álame álamo al tálamo siéntelo enraizado al viento como como desayunando noches que destilan tildando al tilo de atormentado noble roble cuando el pino empina sin tino al destino liberando libre…
Si yaciese como enlunado sol asolando con erosión y aridez.
Aquel que yergue al viento luces con lecho ondeando por la colina del cedro al ébano malévolo albo solo porque hubo erguido vinos vistosos bienes miles mal habidos entre pulsos acelerados y vaivenes sin sentir remordimientos clementes.
Aún no morirán, al morir, todos todo lo que deberían y debieran.
Álamo álame si puedes alar ahí donde yazgo, ahí donde yaceríais si humanos fueran los humos y cenizas si irguiéremos hábiles al bosque núbil del fuego atroz y tala infame evitando y deslumbrando flamas infecundas latitudes endulzando humedecidas.
Sí, sí… Vivirían, al vivir, muchos conviviendo amos de la vida para morir bien digna muerte.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|