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HAMLET (A Borges II)
Espejos y entresijos, la corteza
de un reflejo y sus límites dudables;
pequeñas cosmogonías confiables
y la duda infinita, que es riqueza.
El uno, la minuciosa certeza
de un día; las acciones honorables
y sancionadas con sus innombrables
subterfugios, un hoyo de simplezas
en un corral conocido. El otro
es cuatro bordes feroces, las guerras
que no fueron y que igual nos torturan,
el galope furibundo de un potro
que en su delirio nos lleva a las tierras
donde la flor y la espina conjuran.
©Gustavo Larsen, 30/12/2015
Intentando hoy, con las pocas herramientas que uno tiene, explorar algo tal vez llevado por Borges a su máxima expresión: espacio-tiempo, infinito-infinitesimal, existencia-duda, destino-azar, y esos sonetos de versos curiosamente concatenados pero aún rimados, casi una frontal irreverencia a las formas ortodoxas del mismo.
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