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“…A la revolución no se la lleva en la boca para vivir de ella,
sino en el corazón para morir por ella…”
Ernesto CHÉ Guevara
Desde las brasas de la indignación popular,
desde el furor centenario de resistencia
y desde cada esquina olvidada de la miseria…
nuestra América cósmica recibió tu presencia,
testigo de esa dolorosa e indignante realidad,
para volverla brisa fresca, esperanzadora…
Ché camarada, compañero, Comandante…
Ché hálito renovado, espíritu revolucionario…
siempre fuiste muchos, eres minga, columna,
eres canción con todos, eres pueblo en armas,
eres la juventud organizada reventando ilusiones,
eres la Patria Grande dejando de ser sueño…
Sierra Maestra, la selva africana, Ñancahuazú,
no fueron suficientes… llegaste al planeta entero,
la ignominia que intentó cercenar tu memoria,
fracasó… le habías puesto cerco a la muerte…
los senderos luminosos de esfuerzo, de lucha,
se multiplican y conducen a nuevas auroras.
No existe enemigo invencible, no lo hay…
La miseria, la opresión… el salvaje capitalismo,
viven o más bien sufren sus últimos estertores,
y morirán en el olvido, tú lo demostraste Ché…
cada instante es una oportunidad de cambio
y hay que aprovecharla incesantes, sin claudicar.
Ché… ésta sigue siendo una lucha por la vida,
por la libertad definitiva, por el bienestar bendito
de todas y todos, que salta a la vista, que abriga,
que es fermento de amor revolucionario, de paz
y ésta lucha, siempre será una amenaza para el Imperio,
la burguesía y sus lacayos, pero igual venceremos…
Nunca nos arredrará la reacción, la traición…
ni siquiera la muerte, tenemos tu férreo ejemplo,
Ché, sigues derrochándote en utopías y más sueños
en la recuperación y construcción de pueblos libres,
aquí y ahora, nuevas columnas de combatientes
te decimos presente y Hasta Siempre Comandante…
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