Es orfebrería imposible de entender,
leve luz o la palabra que cautiva y se repite.
Los ojos del mar encuentran la noche,
noche y luna sobre el mar,
noche hermética, luna extrovertida,
noche dispensándole con intención al mar
las soledades antiguas.

Noche sabiendo al musgo de mis rocas,
gaviotas de una arena olvidada,
noche que no es mujer,
sino el agotado hombre, mas aún inquebrantable,
convergiendo en su esencia, ojos vivos,
la carne, lo mundano, el mundo incontrolable,
noche como el hombre,
la oscuridad velando su razón,
noche-hombre, patriarca de un instinto.

©Gustavo Larsen, 18/11/2014