I. Nuevemesino

Quiero salir. No más
esta distancia infinita del arrullo.

Arrullo, o cantos de aves,
o Nereida y su canto,
o primeros amores recitados,
lo que eso sea.

Yo solamente quiero
hundir mi calvicie en ese arrullo.
Ya. Ahora.


II. El perro

“Te aseguro, hermano:
ese país era un cachorro;
le lanzaba un proyecto esférico-perfecto,
y me lo devolvía prontamente,
pero en desinflada deformidad.
Los dos perdíamos el interés.

Un día le arrojé una gran bola de acero,
de un enorme rodamiento hallado entre dos sueños.
Nunca más lo volví a ver.
Ahora con este perro mecánico y eficiente
intentamos dar con el bolón.”


III. El loco y el mercado de pulgas

Entre cuerdos ataviados de pájaros en primavera
y locos buscando el Santo Graal,
veo a una dama vendiendo revistas extintas.
Compro el insecto africano, crujidor de alegrías
frente a un puñado de grillos.
Observo el extravío que le causa el apetito.
Quiero que luego en mi habitación pida,
hasta aprender que hay hambres como la mía,
que lentamente nos devoran la cordura.

©Gustavo Larsen, 17/10/2014