PERÍFRASIS BALSAMERO
Cercano el verano acecha escondido, entre la ventana del triste gato pardo, el prado lava el arroyo, la camisa, entre la puerta del alegre camaleón, y la cama descalabra el cepillo, y el polvo enmudece al anillo, y la luz anuncia el túnel, y el reloj teje al tiempo.
Clavos Horrorizados Por las rocas Bañando Al decoro Turbado Tinto en gotas carnales Tierno en aguas rotas.
En las rodillas de una campana gris, el sufrimiento pinta una esperanza tenso, el arco anuncia blando una espina baja, de una nube cómplice y una tarde lenta, de una luna ligera y una brisa seca, la humedad del saco del viento, la soledad del libro del silencio, en los muslos de una madrugada tierna.
Las letras Clavan Sus pupilas Clementes Acariciando Las tinieblas Ufanas ínsulas Ínfulas ínclitas.
Incesante y trémulo el terciopelo, insiste huyendo del áspero sollozo, con tres piedras entre los dedos, y dos panteones vagabundos piensan, con seis lápidas nuevas respirando, y cuatro cuartos cuentan sombras, con cinco silencios de atraso solos. ¡Aromáticos, y periféricos, y patéticos!
¡Oh, presuroso circunloquio enmielado!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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