[img align=center width=450]http://4.bp.blogspot.com/-oiauMSG5mr8/TkWpfNB94TI/AAAAAAAAG94/QDUYga8yzaU/s1600/El+cementerio+de+St.+Privat.jpg[/img]
Por pecho piedras y semillas de la historia, la virtud en el herrumbre de un sable mellado. Lloran las dos cuencas lo que ya se ha olvidado y la gritería de quien hoy lo vanagloria.
Guerra, narran ellos. Con su euforia vaciadora de la vida de un soldado. ¡Guerra! Una fábula de falso blasonado adornando esa palabra vejatoria.
¡Y tú! Vivo custodio de su pena escondida, como sombra de su alma resignada al voraz sinsentido en embestida.
Tú, que así esperas otro gris de días enteros. Esquívala, te pido. Ella busca tu mirada y aquel beso que le dio a tus compañeros.
©Gustavo Larsen, 29/04/2014
Los cuartetos dedicados al caído, los tercetos al que volvió y que nunca olvida al que quedó atrás, aún esquivando a diario a la muerte.
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