Ebria mortalidad
Porque la muerte lloró sus lágrimas, viviendo en un mar seco, viendo lo que de sí, no recordaba, el corazón del viento, el latido del sueño. Una muerte que moría sola. Y en su duelo se dolía. De su duelo con la vida. De su suelo entre los cielos. De su cielo entre los duelos...
Y moría sola su muerte. Ebria Mortalidad Ebria Mortalidad.
Por la sobria ebriedad de una uva del vino que fue llegando al irse antes del pasado escondido en el futuro perdido en la ignorancia de la sombra. ¡Que sobra sobria sobre sables!. ¡Que ciega la luz inclemente!. ¡Que al trasluz ciega y siente!. ¡Que ablando en la dureza callado!. ¡Que no dura en la duda dudando!.
Sí, sí... En la ebria mortalidad ebria. Porque también sobra sobria sombreada. Como cierta y dudosamente falsa. Acierta, atiranta, atiesa y atigra. Con tan poca luz como abundante... Es La Inmensa Pequeñez Ebria mortalidad ebria.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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