Transmutación (Texto Neosurrealista)
Agua en la Tierra Con El Apasionado aliento Fecundó la espuma con un rayo ilusionado suave vuelo en gotas la fruta salió del paraíso... Hecha vida, dueña de su pasado en el corazón de una manzana...
Debido a la larga historia, de cambios inútiles, de sospechas inducidas, con el efecto de la mejor evidencia disponible, de sublimar los placeres, forjando del quebranto, las cadenas de la mísera existencia, por el cetro sangriento, que partió el tiempo, miles de veces, urdidos por ebrios días ¡Siervo de fuera, tirano por dentro!... Más allá de la letalidad tortuosa, con el apoyo de las peores substancias, peligrosas al planeta, intimidado.
Porqué...
El mar silencio se desnudó los pies de arena en la mirada del cristal sonriente.
Sin mucho éxito, demostrando la incapacidad para aceptar los errores, y cambiarlos a tiempo, por el infame trato dado a los ferrocarriles, en el campo de la inexperiencia, arremetiendo con vigor, a la efervescencia perjudicial, del desprecio del hogar y la familia, del dinero antiesclavista, de los piadosos pisos y paredes, de las sinceras sillas y mesas, de alegres vasos relucientes, goteando velas, en el tímido candelabro abandonado.
Porqué...
La escalera fue subiendo el secreto en los talones amarillos del otoño pasado en la nieve.
Por la intimidación y violencia de los pinos, en los caminos indefensos, en los clavos traidores de las puertas, sepultando los agravios en las nubes, con el remedio de la lluvia en la luna creciente, y la opinión de la arena, sobre el alza de las tarifas, en busca del tiempo perdido, en las semillas y raíz de la ética manufacturada... Del docto mandril del edicto brillante, y dorado, después de muchos siglos, de transitar por la vergüenza del pensar libre...
Colgando al aire del polvo conocido por la lluvia del cristal tembloroso y la herida letra...
En el libro más común, de los minutos de edad más avanzada, fabricando nebulosas con los huesos y los huecos, situados a gran distancia, de la propia luz perdida, con las figuras de las palabras, ocultas, engañosas,de las jaquecas, y la miopía del cepillo, infrarrojo y respirando. parciales, que se compran en la esquina, de las paralelas flexionadas, con el mimetismo, y el camuflaje del perdón tridimensional, y el olfato del zapato, que se aleja espeso, por el amarillo Por la ley de la desgracia envenenada la consciencia la piel del alma muere con la esencia perdida... ¡Del espíritu hecho piedra!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|