¡Cuando te hayas ido qué haré por ahí con tan largo tiempo para estar sin ti!
Busco con el viento la sombra que partió en un largo caminar, pero ahí solo encuentro una estela de silencio… Un silencio haciéndome pensar.
Observo las nubes tan altas, esas que no puedo alcanzar, hasta allí vuela mi pensamiento intentando a ti llegar.
Oigo ruidos en el cielo de un intenso aletear, que se aleja entre la albura del celaje matizado… ¡Y apenas te alcanzo a ver volando sobre la nítida blancura de las nubes!
Cuando esté sin ti en la intensa lluvia, mojado, descalzo, brincando los charcos del agua tiznada de barro.
Cuando a solas me encuentre mirando el espumar destellar de la inmensidad del mar, y la ausencia de la brisa me aborde con el infinito paso de tu recuerdo.
Cuando un susurro de nostalgia divergido en las olas la arena empiece a besar, y esa arena humedecida de tristeza acaricie mis pies desnudos, miraré hasta lo más alto del cielo para siempre acordarme de ti.
Julio Medina 19 de octubre del 2013
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