SINDROME VERTIGINOSO AGUDO.
Fecha
10-6-2013 9:12:13
Tema:
Textos
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SINDROME VERTIGINOSO AGUDO.
HE ESTADO EN LAS URGENCIAS DEL HOSPITAL.
EL DOMINGO POR LA MAÑANA ME LEVANTÉ CON UNOS LEVES MAREOS. CREÍA QUE TENÍA ALGO DE LAS CERVICALES O UN ATAQUE CEREBRAL (porque yo debido a mi enfermedad y a la medicación antipsicotica que me dan, la risperidona y la paliperidona, tomo mucha agua). EL CASO ES QUE NO LE DI IMPORTANCIA Y SALÍ A PASEAR CON MIS HERMANOS. CUANDO IBA POR LA CALLE PERDÍ EL EQUILIBRIO Y UN POCO MÁS Y ME DOY UN CABEZAZO CONTRA UNA PARED. SEGUÍ SIN DARLE IMPORTANCIA Y LLEGUÉ A MI CASA; ME HINCHÉ DE COMER MACARRONES CON TOMATE, Y ME ECHÉ A DORMIR LA SIESTA. CUANDO ME DESPERTÉ TENÍA FUERTES MAREOS Y ME CAÍA AL SUELO. Y AL RATO VOMITÉ. ASÍ QUE ME FUÍ A URGENCIAS. ESTUVE ESPERANDO MÁS DE DOS HORAS A QUE ME ATENDIERAN. ME ATENDIÓ UNA CHAVALA QUE ME TOMÓ LA TENSIÓN Y ME HIZO UN RECONOCIMIENTO. ERA UNA CHAVALA MUY GUAPA Y MUY AMABLE. ME PIDIÓ UNA RADIOGRAFÍA. ESPERÉ UNA HORA A QUE ME HICIESEN LA RADIOGRAFÍA. Y DESPUÉS DE HACERME LA RADIOGRAFÍA DE LAS CERVICALES ESTUVE ESPERANDO OTRA HORA A QUE ME ATENDIESE OTRO MÉDICO. ME ATENDIÓ UN CHAVAL, era un medico joven, un oso, era guapo, no demasiado, pero era guapo. SE PONE A HABLAR CONMIGO Y ME DICE QUE YO TENÍA UN SÍNDROME VERTIGINOSO AGUDO. UNA INFECCIÓN VÍRICA; COGIDA POR EL AIRE; QUE LLEGABA A LOS CANALES SEMICIRCULARES DEL OIDO Y ME AFECTABA AL SENTIDO DEL EQUILIBRIO. LE DIJE QUE ESO NO PODÍA SER Y ´CREO QUE DEJÓ DE MIRARME. AL PRINCIPIO CREO QUE ME MIRABA A LA CARA PERO BASTÓ QUE YO LE DIJESE QUE ESO NO PODÍA SER PARA QUE DEJARA DE MIRARME AUNQUE ESTOY POR CREER QUE NUNCA ME MIRÓ A LA CARA. O UNA DE TRES; O ERA UN SOBERBIO DE COJONES; O YO LE DABA UN ASCO QUE TE CAGAS Y POR ESO NO ME MIRABA A LA CARA; O YO LE ATRAÍA Y POR ESO NO ME QUERÍA MIRAR A LA CARA, para no enamorarse. ME SENTÍ COMO UNA MIERDA. EL PEDAZO DE MARICÓN, NO ME QUERÍA MIRAR A LA CARA. O UNA DE TRES O EL TÍO ERA UN SOBERBIO DE COJONES, O SOY MÁS FEO QUE PICIO, O AL TÍO LE GUSTABA YO UN MONTÓN. PORQUE YA OS DIGO QUE NO ME MIRABA A LA CARA, miraba a un lado y a otro, pero no me miraba a los ojos, no me miraba a la cara. ME MANDÓ UN NEUROLEPTICO, EL SULPIRIDE, Y ME DIJO QUE ME FUERA A MI CASA. PERO LA RADIOGRAFÍA NI LA VI NI ME LA ENSEÑARON. Y ADEMÁS EL TÍO SE EQUIVOCÓ PORQUE EN EL PARTE MEDICO ESCRIBIÓ QUE YO LLEVABA TRES SEMANAS CON MAREOS Y SOLO LLEVABA LA MAÑANA DEL DOMINGO.
YO CREO QUE SON LOS NERVIOS METIDOS EN EL CEREBELO. PORQUE NO ME CREO QUE HAYA POR AHÍ UN VIRUS TAN MALO QUE TE ENTRE POR EL AIRE Y TE HAGA DAR UNA VOMITONA ESPANTOSA Y ENCIMA PERDER EL EQUILIBRIO.
Y AQUÍ ESTOY POR LA MAÑANA, QUE TODAVÍA ME MAREO.
EL MÉDICO ERA GUAPO DE COJONES PERO EL MUY HIJO DE PUTA NO ME QUERÍA MIRAR A LA CARA.
POR CIERTO, NO HABÍA NI UN SOLO NEGRO EN LAS URGENCIAS, HABÍA DOS O TRES CHINOS. chavalitas jovenes y UN MONTÓN DE VIEJOS. Y VI A UN CHAVAL QUE ESTABA ESPERANDO A UN FAMILIAR Y COMIENDO PIZZA QUE ESTABA MÁS BUENO QUE EL PAN Y ME MIRABA CON GANAS DE DECIRME ALGO Y CON MUCHA TERNURA, PERO YO SOY TAN VERGONZOSO Y ESTABA TAN MALO QUE NO LE DIJE NADA Y NO ENTABLÉ CONVERSACIÓN CON ÉL. Y ERA GUAPO Y SUPERBUENA GENTE.
EL MEDICO TAMBIÉN ERA MUY BUENA GENTE, PERO NO ME QUISO MIRAR A LA CARA. ME ENFADÉ BASTANTE CON ESO DE QUE NO ME QUISIERA MIRAR A LA CARA.
Y ADEMÁS QUE NO ME CREO QUE LO DEL VIRUS PUEDA SER CIERTO. SI ESO ES CIERTO, SI LO DEL VIRUS ES CIERTO ES COMO PARA ECHARSE A TEMBLAR. PODRÍA DESARROLLARSE UN ARMA BACTERIOLOGICA CAPAZ DE PONER A UN EJÉRCITO DE RODILLAS EN UNA SEMANA. VAYA VIRUS MALO. YA OS DIGO, VOMITOS Y MAREOS. Y EL MEDICO ME DIJO ENCIMA QUE ERA MUY HABITUAL VER ESE SINDROME. O SEA QUE ES UN VIRUS MUY COMUN Y SUPERINVALIDANTE.
PERO LA RADIOGRAFÍA NO ME LA QUSIERON ENSEÑAR Y TAMPOCO QUISIERON HACERME UNA ANALÍTICA.
EL CASO ES QUE LO PASÉ Y TODAVÍA LO ESTOY PASANDO BASTANTE MAL. EN CUANTO ME MUEVO ME MAREO. Y PUEDO CAERME EN EL SERVICIO DE MI CASA O EN CUALQUIER PARTE Y GOLPEARME LA CABEZA.
¿POR QUÉ SERÉ TAN TÍMIDO, COÑO?, HABÍA AYER UN CHAVAL EN LAS URGENCIAS UN TACO DE GUAPO CON GANAS DE HABLAR CONMIGO Y NO LE DIJE NADA; Y NO LO VOLVERÉ A VER EN TODA MI VIDA.
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Francisco Antonio Ruiz Caballero.
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