¡Si volviera la noche a vivir las pasiones, si volviera sanada de cruentas lesiones! Le entregaría la vida lacia, nefasta, la vida vacía en donde soñar no basta.
¡Si regresara la noche a caminar mis pasos, mis pasos atestados de soledad y fracasos! Le dejaría recoger hasta el final del camino los abrojos y espinas señalando el destiino.
¡Si llegara la noche libre de nostalgias, las nostalgias vienen como acto de magia! Liberaría de mi corazón adentro el dolor latente, es como un espectro.
¡Si sintiera la noche llegar a mis ansias, las ansias saturadas de intensa controversia! Me movería apresurado en la dirección opuesta para no escuchar el murmullo de protesta.
¡Oh, noche ausente, la fugaz fantasía se niega a seguir la travesía, mientras te sigo imaginando ilusión perdida, perdida en el sueño de una luz ennegrecida!
Julio Medina 27 de marzo del 2013
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