La tristeza en la nostalgia enternece como una melodía acaricia el alma de las flores deliciosas y su aroma suave dotado de exquisito aliento atraviesa el sentido afligido y lo transforma en un manantial de fluidos sensibles deshojando gotas diáfanas sobre el cristal de la mirada eterna y silenciosa.
La tristeza en el amor siente vibrar las notas afectuosas y sus pétalos marchitos, descolorados, absorben el néctar de la esencia virtuosa tejiéndose soles radiantes con cada nuevo amanecer y lunas henchidas de ternura aluzan sombras agonizantes de soledad derramando sobre ellas el cáliz entrañable, intangible haciendo a la nostalgia tierna y que su abismo suspire.
De la tristeza nace una torrente verdosa fuente entusiasta, seductora de amor, terneza de increíble intensidad renueva el sentimiento alicaído y la tristeza hecha nostalgia pura tizna colores chispeantes en la sonrisa indiferente del alma. ¡Ya no hay tristeza que duela tanto, solo es nostalgia sin más quebrantos! Nostalgia plena, llena de amor te purifica cuando hay dolor.
Julio Medina 16 de febrero del 2013
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