RESPLANDOR ÍMPROBO
En la carne del silencio donde la noche anida la historia sin letras en la hoja del perfume ya es, sin dar explicación, la ausencia infinita hoy siendo, alguna vez lámparas acariciando al sol en la piedra sin leyenda, en la sordidez del país invisible, que la música lúgubre traspasa hueca del insomnio de los tigres y la luna decora vana, estrellas en los mantos dulces del océano rojo, con el doble de horizontes ya perdidos y lejanos al tocar los ruiseñores bajo la cama dormida hoy como ayer y en todas las mañanas hechas tarde por las ternuras inocentes bajo tierra coaguladas por las sillas tétricas menospreciadas miles.
I-M-P-R-O-B-O___¡Resplandor!___I-M-P-R-O-B-O
Por lo que tenue describe el canto. Al caer del día. Y el cuento vierte dúctil candileja. Al cerrar la noche. La franqueza incurable del silencio. A pecho abierto. En las ciudad esquina del absurdo. A fuego lento. Del profuso y amplio redentor desgarro. Hasta no poder más. Porqué estremecen los caminos.
¡Resplandor!____I-M-P-R-O-B-O____¡Resplandor!.
Son los caimanes del encono desgranarse, al espesor usual del vano fluir, del teatro reconocible sonrisa, en las costillas del ataúd miles, son las transparencias injustas, en cada letra que partícipe es, --cudriña la consciencia honesta, del sombrero terrible sin paja. ¡Sin voz indivisible!. ¡Sin luz desgraciada!. Aunque despacio se expresa con gracia ágil.
¡Ímprobo resplandor!____¡Resplandor Ímprobo!.
En la mezcla rara del susurro indefenso, dónde largo habita el olvido oculto en miedo. En todos los perfiles incurables, dónde el cementerio despierta ciudades muertas, En todos los endémicos parlantes, dónde el agua turbia corre rauda. En la mezcla de los gestos del escenario forzado.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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